sábado, 14 de mayo de 2016

A CONTRACORRIENTE.- (MICRORRELATO)



Sé que estás ahí escondido, me lo dice tu indiferencia o la que me quieres dar a entender...creerás que soy tonta, y lo soy, ¡vaya que sí! Que lo soy por un mal querer…tu querer que me enredaste para conseguir algo de mí, y lo conseguiste, ¡desde luego que sí! pero...porque yo quise...no vayas a pensar que fuiste tú el que tomó la iniciativa...no que fui y yo, y eso trastocó todas tus expectativas porque pensaste que era una estúpida mujer que se creía todo, y verdad es, porque cada vez que doy un paso es con el alma...y con el corazón…Andando me encuentro sola hablando con mis pensamientos, esos que están escondidos en mis adentros donde no doy tregua a que se me oxiden, vaya a ser que se me olviden…pues a mí estas cosas de los amores secretos me embargan y me dan más que menos, porque de ellos se nutren mis encierros…¿qué sería de mí si yo no pudiera compartir estas aventuras por éstos extrarradios? Es lo que me da la vida, me llenan de dicha y alegría y es tanto el entusiasmo que obtengo, que no tengo más remedio que echar mis alas al viento y soñar, si no me explosionaría la mente en una pompa de amor…Creo que la gente actúa igual que yo, y no me paro a pensar que de todo hay en la viña del Señor, ¡vamos que ni me lo planteo! Sé que te reíste de mí, pero no me importa nada porque fui muy feliz dándote todos mis besos, ya lo dice la canción, que cuando una española besa, lo hace con el corazón, y eso es lo que no te esperabas tú, que se te grabaron de por vida, y ahí los tienes, clavados como las flechas de Cupido, y por eso te da tanta rabia verme por estos caminos de Dios tomando notas de esto y aquello, pero…¿sabes que te digo? Que ni me alegro ni me enfado, que cada cual cargue con sus desafíos, que yo bastante tengo con haberte querido…y te quiero…A veces se me pierde la mirada en el momento que te conocí, y quisiera saber qué fue lo que me atrajo de ti…te recuerdo como algo lejano, como si nunca hubiera pasado, y eso es lo que más miedo me da porque no quisiera olvidarte nunca, ni ése momento de pura pasión que vivimos los dos…saltaron chispas por el aire…fue de lo más emocionante que he sentido en mi vida, y temo que la indiferencia se apropie de mis pensamientos… y por eso me niego a olvidarte un momento, aunque yo para ti sólo fui un pasatiempo…Trataste por todos los medios de convencerme que te traté mal, como si carecieras de sentimientos, como si tuvieras el corazón de cemento, y ahora que lo estoy meditando, lo creo de verdad… Me hiciste creer que yo era cruel y hasta me sentí fatal, llorando a lágrima viva, riñéndome por la poca sensibilidad que tuve cuando te dije que me iba de cena con un amigo, y que no me molestaras hasta el amanecer, ¡vaya que sí, que estuvo fatal! ¡Cuánto debiste sufrir…! ¡Qué daño tan grande por Dios! Lo siento, lo siento en el alma y ahora me arrepiento, pero si no hubiera ocurrido ese percance…contéstame a ésta pregunta, pero dímelo con el corazón en la mano…¿Habrías seguido conmigo? No, sé que no, porque tú eres un comodón y de los antiguos, y prefieres vivir tranquilito y relajado, porque eso de estar enamorado de una mujer, no te va, es demasiado para tu verde corazón, ya que prefieres un rápido revolcón, aquí te pillo y aquí te mato, a estar continuamente pendiente de mí…pero… ¿Sabes que te digo? que yo también tengo un corazón, cosa de la que tú te has pasado por las témporas, y te has jactado de echarme en cara una y mil veces que tan sólo me iba contigo por interés…¿interés de qué? Y ahora te recochineas delante de mí, ignorándome todo éste tiempo, haciéndome creer que te importo un bledo, que pasas de mí…Es verdad, pasas de mí, sé que pasas como de las cagarrutas de las cabras, lo sé…y por eso estoy triste…que no vivo desde el momento que te conocí… Antes no lo quería admitir, tenía la esperanza de que algún día vendrías a por mí, hasta me hacía ilusiones que los dos cabalgaríamos por las sendas del amor, ¡fíjate, qué niñerías se me pasan por la mente…! Es que siempre voy a contracorriente, ¿te enteras? no me doy cuenta…No sabes cuánto me duele tu desprecio, me rompe el alma y se me llenan los ojos de lágrimas…y…a pesar de todo no me arrepiento de haberte besado…miel con queso saben a besos…y por eso te recreas en restregármelo por la cara con todo tu desprecio…pero…¿sabes una cosa? Que si pudiera volver el tiempo atrás y empezar de nuevo, seguro, seguro que volvería a hacerlo, porque me encantaron y me llenó de entusiasmo…tenía la autoestima por los suelos…además que me estaban quemando el cuerpo…Con cuántas ganas te los di, ¡madre mía! Es que me salieron del alma y eso no lo podrás negar nunca…Me enamoré de la chispita de sus ojos que me hablaron de aventuras y de antojos, y cuando quise darme cuenta ya me había echado la red y ahora me es imposible escapar de él…Trato de olvidarlo, de alejarme de su mirada, sus palabras…sus besos…y por más que me empeño, más intenso es su recuerdo que me acompaña de noche y de día…Y por eso volví a sus brazos para olvidarte y arrancarme tus besos de mi recuerdo…y de mis labios…¡Imposible! no hay nada que hacer, que insiste cada día en un nuevo amanecer…¡Oye, escúchame! Tienes que venir a por mí, necesito que me abraces de nuevo, ayúdame a salir de éste pozo sin fondo que me hundo…me hundo cada vez más y es negro y profundo, no tengo a nadie más que a ti. Sé que me quieres, lo sé, me lo dice el corazón, es imposible que me engañe, nunca lo ha hecho, y continuamente me está diciendo que tú no para de pensar en mí…Te quiero, sabes que te quiero, me consta que hasta lo presientes como yo a ti, pero hay algo más fuerte que te hace dudar de mí…Eres tú…me ves tan mayor y niña a la vez, tan auténtica, porque sabes que soy una mujer entera, que me entrego sin condiciones, con las ideas claras, que tengo personalidad y eso te asusta todavía más…¡qué ignorante! Si supieras cuántas debilidades tengo, ni te lo planteabas, porque soy una persona demasiado romántica y eso hoy en día ya no se estila, y se sufre mucho…Llámame, llévame lejos, pero contigo, mira que se me está agotando la paciencia…Llevas toda una vida echándole un pulso a la mente, a ver quién gana a quién, como si estuvieras en el cuadrilátero de la muerte, a puñetazos limpios, a la contra del corazón…Nunca vas a cambiar, con tal que te enamoras de una mujer, otra vez a empezar de nuevo, pero lo que tú no sabes es que te quiero, y deseo estar contigo porque me lo pide el cuerpo…¡Ay Señor! No me escucha, no me hace caso, me ignora, ni me mira…Tendré que darle un soplo de aire a éste aliento para que haga presencia en sus pensamientos… Cerraré mis ojos para darle cobijo y abrigo a los sentimientos… Susurraré al viento cuánto lo deseo para que se lo lleve en ráfagas de fuego alrededor de su cuerpo… Serpentearé por las comisuras de su sonrisa para que me vea desnuda y con prisas… Rasgaré con sigilo la pose de sus sentidos con la guadaña de mis más bajos instintos…Navegaré por sus sueños calenturientos de pasión y deseo, imaginando que soy él pensando en mí… Y se despierte diciéndome al oído…Tengo que recorrer tu cintura con mi boca, comerte a besos ese cuerpecito tan lindo y chiquitito que tienes, que me ha vuelto loco el sentido…y me has robado el corazón…


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