sábado, 28 de mayo de 2016

ESE PERSONAJE IMAGINARIO.- (MICRORRELATO)



Es un ladrón que se cruzó en mi camino y me arrastró a su nido engatusándome con palabras de fervor…Primero hizo como si le encantaran todas mis aventuras escritas con la fantasía de una jovencita, luego me llenó la cabeza de palabras bonitas, después empezó a adularme y a piropearme como si quisiera conquistarme, y lo consiguió, ¡vaya que sí! Pues a través de mis frases, empezó a leer entre líneas y me escribió en privado un mensaje de amor, donde me hablaba de su desdichada vida, de tal manera que le abrí todo mi corazón…Poco a poco fue descubriendo a la soñadora que habitaba en mi interior y de un zarpazo me cazó, y como una gatita presumida caí en las garras de su hambriento corazón…Él tiene las llaves de mis secretos, mis intimidades y de mis besos…él sabe buscar entre las mascaradas de todo lo que atrapo al viento, porque es el aire que mueve los vaivenes de mi entrecejos, y a veces me mece en las olas del mar como si fuera una barquita a la deriva de sus embestidas…es travieso y juguetón y muy campechano…me encanta…me gusta tanto que me pregunto…¿será que a base de gustar una se pueda llegar a enamorar? Debe ser que sí, porque me gusta cada día más y lo puedo llegar a querer de verdad…de hoy a la eternidad…Es un tigre, un león rebelde que se quedó sin su manada, y se fue alejando del mundo en busca de la presa que saciara su hambruna insatisfecha, queriendo más y más…Nada le detiene, alerta como está, siempre al acecho, hasta que a través de mis llamaradas me encontró…La curiosidad se hizo dueña de sus recelos y su agonía. Sus pensamientos le corroían por dentro, cada vez que me veía pasar de refilón. Quería saber hasta dónde llegaba la fuerza de mi voz plasmada en papel de carbón, y en un momento de debilidad lo atrapó arrastrándome a sus abrazos de calor, subyugándole de pasión…Sus palabras disfrazadas de comprensión y tolerancia hacia mis penas, desataron mi lengua...Mis amores secretos y mis poemas lo encarcelaron entre mis rejas…Eres el dueño de mi presente y mi pasado, que hace y deshace conmigo cuando quiere y se te antoja…el amo de mis pesares, mis sentires, mis deseos…y mis pecados…que te apareces en mis sueños y me come a besos el cuerpo y me roba el pensamiento…que no se pueden contar por escandaloso…y por…inconfesables…Me camelaste el sentido con la máscara del zorro, y me dejé arrastrar por los quejidos de tu piel, y cuando abrí los ojos, me abandonaste en mitad del camino donde habitan los demonios…Y ahora eres tú el esclavo de los movimientos del fuego que tengo dentro de mi cuerpo...y mis gritos de placer…Sé que miras mi muro, lo sé aunque te escondas tras la pared…Y ese hombre que se cree un león, que me lee, que sigue mis relatos tras éste escenario, es más pequeño que un ratón, y se agarra a mi mano como si fuera el capitán dirigiendo el timón, me llama y me pregunta, ¡oye tú! ¿Quién yo? Si tú, dime una cosa, ¿de quién hablas en todos tus retratos, de mí o de él? Porque me tienes loco perdido con tantas mascaradas…y le contesto…Yo soy la pluma mensajera que vaga por el aire con las alas de la libertad, y escribo con la poesía que me encuentro cada día en las calles de mi fantasía…Y éste hombre imaginario que ves reflejado tras la pared, serán las sombras de las figuras lo que tú quieras ver…Sal de ahí de una vez, no te escondas más que me tienes rota por tu querer…Y es que cada día lo siento más sobre mí, que me busca de noche, cuando nadie lo ve, y a las horas que sabe que mis aventuras están por decidir…Es muy listo y avispado y se está haciendo el importante para tenerme comiendo de su mano, lo sé, lo conozco muy bien y aunque se vaya de juerga con sus amigos, su corazón late conmigo, porque me lo transmiten sus silenciosas palabras ocultas tras las cervezas que se toma para olvidarme…y cuando llega a su casa se lía a rastrearme como un perro, ebrio perdido y luego se echa en la cama y se queda dormido con mis besos quemándole los labios al rojo vivo…como copa de vino…Y yo sigo mis andares atrapando los besos de mil amantes, sabiendo que aunque se esconda tras los cristales, su recuerdo lo tengo en mi sino persiguiéndome por el camino…Y me entrego con rabia y celo al dueño de mis suspiros, persiguiendo la prosa con la sangre de las almas errantes que sucumben en las garras de los miserables…Y desfallezco en sus brazos como niña perdida en el desierto, que me mima, me mece y me dice te quiero, te quiero y jamás dejaré de quererte aunque me arrastres a los infiernos…Y me dejo querer pensando en ti...lo beso como si fueras tú y le entrego mi cuerpo metida en tus pensamientos…Es tanto lo que siento, que los suspiros se me escapan del pecho aireándolos el viento con el martillo de los celos…y de tu boca salen los demonios por el escenario de mis versos…¿Por quién suspiras mujer? Que me tienes las sienes retorcidas de tanto como te deseo…y ya no sé de mí…y mirándolo de reojo le suelto con rabia y arrojo...Tu esencia está en ese personaje imaginario que cada día me habla de ti...con los latidos de mi sentir…


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