Quise escalar por montañas y me encontré en un volcán, quise jugar en
charcos de agua y me encontré en medio del mar, nadando entre dos aguas, ¿quién
me vendrá a rescatar? Prendidas en tus alas de fuego llegué hasta las arenas
del desierto, si no sales al vuelo me perderé en las puertas del infierno...Y
de nuevo me siento en la soledad de mis pensamientos haciéndome mil cábalas,
comiéndome la cabeza, apenas si comprender nada…Los sentimientos se agolpan y
me abruman el pecho como nubes negras a punto de descargar la tormenta de mi
interior. Son como espíritus maliciosos que llenan mi alma de odio y rencor y
no quisiera tener esta sensación en mi corazón…Quería llorar, pero las lágrimas
se niegan a salir de mis ojos, y por eso me siento como una autómata hablando
sola y enfadada conmigo misma por no poder derramar ni una…tan sólo palabras de
dolor al viento…El día que yo llore, el día que yo me ponga a llorar te vas a
enterar de lo que es un desgarro de verdad. El día que salga mi llanto, se
paralizarán hasta los quebrantos de tanto gritar. Me quedaré si lágrimas, me
abatirá el desaliento. Los suspiros serán los dueños de mis aspavientos. Ni
siquiera habrá duelo para mi desasosiego y se romperá por dentro. El día que yo
llore, el día que yo me ponga a llorar, ése día te vas a enterar de lo que es
un llanto de verdad, que hasta el alma se me va a desgarrar…No sabría definir
lo que me oprimía…Como una semilla plantada en las entrañas de la tierra ha
crecido mi amor dentro de mi alma…Yo lo estaba esperando y cuando pasó por mi
lado se creyó jardinero. Ese jardinero falso y embustero que lleva la manguera
enredada entre los matorrales del deseo...y la regaste con palabras apasionadas
haciéndola brotar dentro de mi cuerpo como si fuera una flor. Toda yo era una
rosita mimada por el rocío de tu mirada. Estaba loca de pasión, enamorada como
una adolescente. Una hermosa rosa se estaba abriendo camino entre los latidos
de mi corazón brotándome la risa por mis ojos y mi cara. Mil pétalos afloraron
a mi alrededor con otras rosas rojas de pasión…Y cuando me di cuenta de que
sólo era una rosa más entre tantas, me han brotado hojitas por mis ramas y me
están saliendo espinas por mi pecho…Apenas puedo respirar de tanto como lo
quiero. Se me ha desgarrado la garganta y me he quedado sin aliento…Llena de
ira y rabia estoy por dentro…¡Te odio! ¡Te odio a muerte! ¡Vete, porque no
quiero verte! Te juro por lo más sagrado que cuando me muera, pienso resucitar
de nuevo, llamar a tu puerta, cogerte del cuello y arrastrarte para los
adentros. ¡He pecado! ¡Si señor! Y nunca lo he negado, pero sólo fue por tu
amor. Un amor engañado, malo, turbulento, retorcido…¡Te quise más que a mi
vida! ¡Más que a mi sangre! Sólo tú existías en mi delirio, y cuando supe la
verdad, me dieron ganas de matar…Te juro por mi santa madre, que voy a salir de
entre los muertos y como una serpiente me pienso enroscar por tu pecho,
enredándome por tus pensamientos y cuando estés sin aliento te envenenaré con
mis besos…y te arrastraré hasta los mismísimos infiernos…Me sentía vacía, sola,
sin nada…Como decía que me quería, que sin mí se moriría, y que si lo abandonaba
ya no le quedaría nada... yo me lo creí…Y aunque todo era mentira...verdad me
parecía a mí...Me entregué a sus brazos, lo llené de besos, le conté todos mis
secretos...hasta le regalé mi alma...y cuando me quedé sin nada...me dejó
tirada por los suelos...pero como yo lo quería tanto, mil lágrimas rodaban cada
día por mi cara...y cuando menos lo esperaba, el sol me regaló unos rayos de
luz que iluminaron mi alma...No estaba dispuesta a que siguiera manejando los
hilos de mis emociones, estaba decidida a luchar por mí, dar un giro de
noventas grados a mi vida y hacerme con los mandos…¡Se acabó y se acabó! ¡No
quiero seguir contigo! Pasaré página a mi vida que me tienes hartita, y me has
roto el corazón…Seguí a tu lado por lástima, porque me daba pena…Y cuando
empecé a quererte me dejaste como a una perra…¡Juro que he de olvidarte! Soy
fuerte como nadie, y si no lo consigo escribiré un cuento o una novela, y haré
contigo lo que quiera…o…¿quién sabe? Quizás encuentre a un hombre que te saque
de mis pelambreras...y te vas a enterar tú bien cómo arderán mis letras el caso
es que cada día amanezca con ilusiones nuevas…y ya verás que pronto te
olvido…La verdad es que siempre he tenido unos mecanismos de defensas muy
fuertes que me protegen de todas esas aves de rapiña que se me acercan.
Reconozco que soy presa fácil para cualquier hombre que se quiera aprovechar de
mi inocente mente infantil, esto de haber leído tanto, ha llenado mi cabeza de
cuentos de hadas y me quedé en la edad del pavo viviendo en una nebulosa permanente
de niña mujer buscando a su príncipe azul…Y por eso estoy aquí rodeada de lo
que yo llamo duendecillos traviesos. Son los que me instan a escribir aventuras
y desventuras apasionadas de amor con la fantasía de mi corazón, haciéndome
olvidar la cruda realidad, cuando de repente leí unas palabras en un mensaje
que me arrebató el corazón y me llenó de alegría. Fue entonces cuando las
lágrimas acudieron a mis ojos bañando mi rostro…Eran las palabras más bellas y
tiernas del mundo, las sentí cercanas y como susurrándome al oído, era algo
superior a mí y que no podía comprender, cómo un hombre que no me conocía de
nada, me acarició el alma... ¡Ay mujer! Solo tú sabes lo que estás pasando, se
fuerte y piensa que tú vales mucho para tener que mendigar amor a nadie, el que
quiera que te busque y que te ame, que te lo demuestre. No sufras por quien no
te merece corazón…Era como una tabla de salvación y me agarré a ella con todas
las fuerzas de mi ser…enseguida le contesté…Lo sé…No lo podía dejar escapar, tenía
que seducirlo para darle celos al que me abandonó con todos los demonios de mi
cuerpo…Al otro día le envié un mensaje enmascarado, sólo pensaba en rendirlo,
enamorarlo y atraparlo para que cayera en mis redes…Continuará…
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