Me encantan los hombre
grandes, fuertes y altos…¡bien criados! Porque a mí los canijos no me
van…Veras…no es que los prefiera gordos, gordos que no puedan ni verse los
pies…No, pero que tenga sus musculitos, sus brazacos y un hermoso torso, en una
palabra, que sean tíos cachas, buenorros y guapetón, porque ¿a qué mujer le
atrae un tío feo de escándalo?…¿A ninguna no? Pues eso...Lo mismos que a ellos
les encantan tener a su lado una tía buena, con hermoso culo, amplias caderas,
cintura pequeña y dos enormes tetas…o… ¿no?
Y lo dicen a bocas llenas, con derecho a proclamarlo a los cuatro
vientos, tan campantes y tan frescos, y quedando muy machotes…Como si el
desearlo, sentirlo y gritarlo sin pudor fuera patrimonio exclusivo de los
hombres, ¿a que sí? Pues yo también lo pienso y lo digo con toda mi boca. Lo
que pasa es que estoy en una sociedad muy machista todavía, y con tal que una
es francamente descarada, frívola y atrevida en el pensar, sentir y
decirlo…y…pregonarlo a los cuatro vientos, escribiéndolo con las alas del
pensamiento…ya queda una como muy guarrindonga y punto pelota…¡Me indigno! ¡Soy
una indignada! Y pienso montar palabras en medio de las frases y que vuelen mis
letras con las alas de mis pelambreras…A veces tengo fantasías eróticas, ¡vaya
que sí! Y no me avergüenzo de decirlo…Y ese hombre ya madurito que se cruza
cada día en mi camino, se me queda mirando de una manera tan intensa…que me
desnuda el alma…Y yo que lo sé coqueteo con ese interrogatorio infinito de
traspasar más allá, y me dejo seducir con las dudas en su piel y le dejo
entrever que quizás…ahora...o después…Tendrá un par de años más que yo, es
delgado y serio y le recorre todo un misterio alrededor de su cuerpo que…y yo
me pregunto…¿Qué tendrá éste hombre que sin conocerlo me provoca y me incita a
besar su boca? Y andando por esos caminos de Dios o del diablo, ¡y yo qué sé…!
Pues ésta mente lujuriosa me desboca a traspasar los límites de la sociedad…Y
es que en el fondo me encantaría que me siguiera, me saludara y me sonriera…Que
entabláramos una conversación distendida y nos perdiéramos por callejuelas y
grandes avenidas…Entre la multitud…en cualquier mercadillo…Coquetearía con su
mirada y los gestos de mi cara para llevármelo bajo la sombra de alguna terraza, no sé…quizás mañana o entre sábanas
después...desayunando tostadas y una tacita de café…Y es que hay algo indeciso
en tu andar cuando te miro…que saltan chispas ardiendo por mi cuerpo…que emanan
de la lujuria de tus pensamientos…y a mí que me encanta ese leve aire de fuego,
te suspiro el aliento con la picardías de mis besos…para que se avive la llama
de tus deseos…hasta mis adentros…Porque cada vez que te veo me dan ganas de
darte un buen pisotón…Quizás tú no lo sepas, pero esa era la manera que
teníamos las niñas cuando éramos pequeñas para demostrarle a un niño que nos
gustaba…Y tú me gustas mucho, ¿te enteras? Me encantas…sobre todo cuando me
miras…y me destapas…pero lo que tú no sabes es que yo salgo desnuda para que me
tapes con los abrazos de tu alma… ¡Cómo me gustaría perderme en tu abrazo y
dejarte abandonado a mis sentidos…! ¡Te quiero y te deseo! Eres el hombre de mi
vida y ya no tiene vuelta atrás, y si yo te viera en éste mismito momento en
medio del camino, doy un brinco y me arranco por bulerías y te doy un mordisco
en el cuello que te dejo seco, sequito, seco…vampiro mío, que eres un chupa
sangre de los que se cuelga a una y no la suelta en toda su vida, pero no te
olvides nunca que yo soy la reina del condado de las tierras vampiresas…y que
de mí ya nadie te aleja…Y por eso salgo desesperada a buscarte por todas partes
donde tú y yo nos podamos abrazar, sin que nadie nos pueda molestar…Es tanto lo
que te deseo que apenas puedo respirar, lo mismo que te ocurre a ti, pues todas
las noches de madrugada me visitas y me hablas al oído…Me dices que te gusto
mucho, que te has enamorado como un chaval y que tienes ganas de mí…Que no
desesperes, que estás muy ocupado y que cuando tenga un rato nos iremos lejos
de aquí…Por los campos, por los montes, y entre árboles y ramas altas nos
perderemos con los besos que nos salgan de nuestra alma…Esos besos locos que
están pendientes de nosotros dos cada vez que nos cruzamos, y que aletean a
nuestro alrededor…Son como pajaritos en el aire y uno me ha dicho en el
oído…Ese hombre que es delgado y serio, le recorre todo un misterio alrededor
de su cuerpo, que me provoca e incita a besar su boca...o algo...más...y yo me
pregunto…¿Qué tendrá éste hombre que sin conocerlo me induce a coquetear con su
mirada? Será que los pensamientos se cruzaran aquella mañana...cuando me
desnudó el alma con su mirada...Y por eso estoy yo aquí dejando mis palabras
volar con las alas de la libertad…o…quizás…sólo sean pajaritos en el aire…o una
fantasía más…
No hay comentarios:
Publicar un comentario