miércoles, 11 de noviembre de 2015

ESAS DUDAS RAZONABLES.- (MICRORRELATO) segundo capítulo




Son esas dudas razonables las que me hacen pensar mal de ti, pues ¿qué será que vi en aquellos momentos cuando me crucé contigo y con ella para que saltaran todas las alarmas de mi cuerpo? Algo me inquieta, algo me avisa de que estás con esa. Es la mujer de la limpieza del centro donde tú trabajas, y sé que hay algo en ti o en ella que yo veo y me traspasa el alma. No me equivoco nunca...o será que ya no me fío de ti. Las mujeres tenemos unos duendecillos traviesos alrededor nuestro que son muy especiales, y las cazamos al vuelo. Es la intuición femenina, que nos alerta de que hay inquilinos fraudulentos al acecho, o una arpía de esas que se interpolan sin darse cuenta en tu camino. Yo sé que la buscas, que la rondas, pero lo que no comprendo es por qué sigues conmigo, pues no tienes obligación y nada ni nadie te ata a mí. Lo que pasa es que tienes miedo de algo, por eso cuando te comenté que tenía la sensación de que estabas con ella, enseguida me dijiste que a ver si por mi culpa la echaban del trabajo, y a mí eso, la verdad es que me descuadró bastante y por eso sigues conmigo, como si yo fuera capaz de proclamar a los cuatro vientos mis malos pensamientos. Estás muy equivocado. Te conozco como a la palma de mi mano y además que eres un poco torpe, como la mayoría de los tíos que intentan engañar a sus parejas, ya que son muchos años juntos, y empezaste conmigo con la misma técnica, o sea, rondándome, buscándome por las calles, quedándote enfrente para que te viera bien, cruzándote en mi camino, lo mismo que estás haciendo ahora con ella, hasta que caiga rendida a tus pies, como hice yo, además que cuando te conté mis dudas razonables, me dijiste muy engreído, que si me creía que todas las mujeres eran igual que yo, tan fáciles y que me abalancé sobre ti y te arrastré por el cuello y te besé…¡Claro que te besé! Si al final de tanto verte me enamoré...Pero lo que a mí me ha dolido es que parecía que lo decías arrepentido…Y eso me hace dudar todavía más de ti…Y por eso estoy pensando mal…El caso es que si quisiera, podría cogerte infraganti, pero no. Yo no soy de esas que persiguen a los hombres para pillarlos con las manos en la masa, eso te lo dejo a ti, que no has parado de espiarme con tal que tenías una duda…¿Te das cuenta? En el fondo somos iguales de posesivos y celosos, pero yo en ese aspecto soy muy antigua, me doy a valer y no te voy a dar el gusto de ir tras de ti como una perra apaleada, pidiendo limosna de amor, ¡para nada! ¡Jamás se me ocurriría! ¡Vamos hombre! Que está ya una muy mayor para ir por la calle como una gata en celo, buscando a esa rata de alcantarilla montándoselo con un gusano torpe y viejo...Y encima te crees el rey del mambo del lugar donde trabajas, que estás siempre pendiente de las alumnas jovencitas, tan lindas y guapas que van con sus pantaloncitos cortos y tú ahí mirando como un baboso, pendiente de los culos, ¡mirón, que eres un mirón…! Yo sé que tú no eres feliz con esa, no sientes nada por ella. Para ti es como una más del montón, una amiga con derecho a roces, eso es, todo eso menos una mujer que te arrebata el alma y te atrapa el corazón, como yo…La vida se te está escapando de las manos y buscas sexo puro y duro en cualquier mujer que te lo ponga fácil, en una comodidad física pero vacía de emociones e ilusiones, como el simple hecho de ir caminando conmigo por la orilla del mar, los dos juntos riendo y gozando del agua, de la luna y de los besos apasionados que nos damos revolcados en la arena…Eso es lo que tú me dices y yo te sonrío porque son los mismos sentimientos los que nos une en ésta locura nuestra de amor, una aventura sin principio ni fin…Pero la aventura más emocionante de la vida que hombre y mujer, como pareja, puedan sentir en su alma y en sus carnes llenas de fuego siempre…Porque yo te deseo mucho, ¿te enteras? Y tú a mí también, lo que pasa es que temes algo superior a ti, que no te deja dar el paso a ir más allá de las leyes de la sociedad. Por eso tratas de buscar por otros caminos a otra que no te tenga tan atado como yo, pero esa mujer jamás podrá llenar tu vida como lo hago yo, no, y tú lo sabes, así que me da igual que estés con ella, porque al final te arrepentirás cuando veas que ni fu ni fa, y aunque tenga estas dudas razonables, siempre te querré, desnuda y sin piel...Escucha bien lo que te digo…Te quiero de una manera irreal...porque imaginándome la vida sin ti, apenas quiero estar aquí…Sólo existir en tu vivir, aunque sea deambulando por los recovecos de tu corazón, tan desorbitado como está por las dudas razonables de tu cómoda estabilidad, que no te deja en paz…renqueando entre ese devenir que tienes pintadas en mi alma como si fuera un avatar…y yo esperando un beso tuyo nada más…y tú queriendo traspasar los límites de la realidad…Porque tú necesitas llenar tu vida con abrazos de mujer... los míos que están llenos de amor...Y besar unos labios ardiente... los míos que están suspirando de pasión...y escuchar en tu oído esas cosas que te susurro yo...como cuando te pregunto…¿quién besa tu boca como yo? Y tú…nadie, nadie…y ¿quién te hace gritar de placer? Y me respondes…tú, tú…apenas sin voz...nadie más que tú…y ¿quién juega con las caricias en tu cuerpo mejor que yo? Y tú...sólo tú mi amor…mujer loca...mi mujer ante los hombres y ante Dios...

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