Hay un hombre por aquí
que me ha quitado todas las ansias que tenía de ti, y en estos momentos de mi
vida lo quiero todo entero para mí aunque luego se vaya por ahí…Está sacando de
mi garganta palabras tan ardientes que cuando me paro a pensar en frío hasta yo
misma me escandalizo de los fuertes y verdes…muy verdes…como para tirarse de los
pelos y rezar cuatrocientos padrenuestro…Jamás en toda mi vida me habría
atrevido a decirlas ni en sueños, ni siquiera en estado catatónico de pura pasión…Era
como si se hubiera metido en los delirios de mis pensamientos escarbando en cada
resquicio de mis sentimientos, y me está arrancando de cuajo todas las ansias
de mi cuerpo…Me dice que le excito, que lo pongo a cien y que me desea como
mujer y como hembra…Que quiere pasar una noche salvaje conmigo y que algún día
seré suya…pues…Te fuiste sin avisar, sin despedirte, sin un adiós...con la
mirada escondida tras la cobardía de tu hombría, esa que tanto admiraba cuando
me decías que me querías…Y por eso estoy llorando de pena…Siento una angustia
por dentro que se me parte el alma haciéndome mil preguntas sin respuestas, ¡yo
sola como una tonta hablando con la pared! Se me revuelven los sentimientos
pensado y pensando del porqué me di tanto, si tú solo estabas conmigo para
desahogar tus vicios…pobre de mí…me dejas sin explicaciones, y a lo
bestia…pero… ¿sabes que te digo? Que ya no me importas…te puedes ir por dónde
has venido…a ver si te vas a creer que me voy a quedar encerrada en casita como
una santa y beata monjita…no, no, para nada…ni te voy a seguir los pasos como
una arrastrada…pues…Lo único que quiero es vivir libre en mi libertad saliendo
y entrando de aquí a la eternidad…Y estando en estas tesituras oigo el sonido
de un privado en la burbuja del chat…Y yo que soy curiosa por naturaleza,
aparte de que estaba pasando por un trance de desamor y desencanto, tentó a la
fiera que llevaba dentro de mis infiernos y salió de mi boca verdaderas
llamaradas de fuego que le quemarían hasta los sesos de los pensamientos nada
más leerlos…Ahí empezó toda la locura de mi existir de la manera más trivial y
sutil que una mujer, en estado de desequilibrio emocional podría sentir en sus
carnes y en su devenir, haciéndome ver la cruda realidad de tu querer y la de
él…pues…Estaba harta de tantos devaneos, rencores, malos rollos…Todo era
negatividad a mi alrededor y malas vibraciones, así que ni me lo planteé. Me
puse en la piel de su sarcasmo y osadía y antes de que pudiera reaccionar lo
tenía arrullado entre las sábanas de mi cama…y mi desnudez… Entre mensajes de ida y vuelta, se dilucidaba frases insinuantes que
levantaría a los mismísimos muertos por el contenido erótico y calenturiento, y
aunque no quería entrarle al tajo por mi educación algo ñoña, y porque no me
fiaba un pelo de éste tipo tan descarado, atrevido y locuaz, tenía un no sé
qué, que me incitaba a seguirle como si fuera un duelo de frases morbosas
retándose de a ver quién se llevaba el gato al agua…Estoy tan frágil y perdida
en éstos momentos, que le contesto con frases sinuosas y sugerentes rociándolas
con el ardor de mis besos, y las dejo volar por el aire como si fuera una bola
de fuego arrasando con todas las tempestades del viento, reclamándole sexo rápido
y urgente…¡Cómo me gustaría llenarte la boca de besos para que sintieras los
deseos de mi cuerpo…! Si yo viviera allá o tú aquí, te juro
por lo más sagrado que hay en este mundo que no me importaría pasar una noche
loca contigo, dos y tres, todas…Todas las noches de mi vida hasta que uno de
los dos dijera basta…Porque me gustas mucho, porque me
pones de lo peor, porque me enamoras los sentidos, porque despiertas todos los
deseos de mi cuerpo, mi alma…mi sexo se estremece de ardor…Porque quiero
tenerte encima, debajo y besarte con ese beso lento y juguetón hasta que nos
devoremos de pura pasión…Porque me enloqueces y porque me atraes hasta morir…pero…Me
debato entre inquietudes amorfas de mis verdaderos sentimientos hacia ti y me asusto
de los míos propios…pues…Quiero estar contigo entre sábanas amándonos
sin prisas…suspirándote los oídos…gimiéndote…Quiero que me abraces fuerte, fuerte…que me beses hasta perderme en
un laberinto de caricias y me lleves al infinito en un abrazo interminable de
tirabuzón…
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