sábado, 9 de septiembre de 2017

AL COMPÁS DE MIS LATIDOS.- (MICRORRELATO)




Dicen las malas lenguas que ojos que no ven corazón que no siente, y verdad debe ser, que desde que no te veo desapareciste de mi ser…Estaba cansada de tantos desaires, desprecios…aquí te pillo, aquí te mato…vaivenes…mentiras…He sentido tantas veces esta angustia que ya la tengo dominada, pero no quisiera acostumbrarme a ella…estoy harta, me oprime el pecho, me ahoga, me tiene atada de piernas y manos a tu cuerpo…no puedo más…vete…aléjate de mí…Hemos vivido una vida loca con toda clase de artificios por seguir adelante…estoy cansada de luchar por ti…estamos como al principio...Me siento vacía y llena de odio, rencor, maldad, recelos…Estoy intoxicada de hiel…Me hierve la sangre de rabia y me sabe la boca a veneno…tu veneno...El que me has contagiado con tu cruel suspicacia para provocar la ira de mis celos...Te excita verme celosa, ¿verdad? Es como un triunfo para tu ego, tu virilidad masculina…Disfrutaba viéndome triste, arrastrándome como una lagartija, enganchada a él…y lo estuve, ¡vaya que sí! Como una libreta abierta apoyada en tu atril, sabiendo cada resquicio de mi piel, hasta los suspiros más delirantes conocías, que cuando los oías te hacías dueño de mi vida, porque mi vida ya no era mía…Me rindo, estoy abatida, derrumbada, muerta…Tengo que perderme para encontrarme de nuevo...Me esconderé entre recovecos, me iré muy lejos y después gritare hasta que me oigan los demonios de mi cuerpo, se vuelvan locos y salgan fuera de mi entorno…Tenía que reaccionar si no quería verme sumida en un pozo sin fondo…pues…No soportaba verme andando altiva y segura y por eso me buscaba, me zarandeaba a mordiscos y lametones, y luego me dejaba tirada al fango para que sintiera el poder de su mando…Ignoraba que dominaba las situaciones a base de decepciones y desengaños, y tú en ése tema eres un maestro, pero diste con la alumna perfecta, que aprendí las lecciones al pie de la letra…Letras escritas con lágrimas de sangre, ¡mis lágrimas! ¡No lo olvides nunca! Que gracias a eso sigo caminando, ¿sabes por qué? Porque las decepciones me hacen ver con los ojos del corazón y tú ya te encargaste de que me diera cuenta de lo poquito que me querías, que sabiendo lo que me hacía daño, más empeño ponías en hurgar en la herida…Te alimentabas de mi dolor viéndome sufrir disfrutando como un sádico…Has querido destruir mis sueños, mis esperanzas, las ilusiones, pero no lo conseguirás porque soy una superviviente, una atleta de la vida que lucha a la contra de cada obstáculo…pues…Me explayo gritando mis guerras echándolas fuera y eso te consume y desespera. No lo soportas, por eso vuelves rabioso perdido con cara de perro apaleado reclamando mis besos, y a mí que me queman en los labios, te los entrego para que puedas apagarlo, y tú envanecido los tiras con la tiranía que te caracteriza…Se acabó, ¿te enteras? hasta aquí llegué yo…Ya vencí mis miedos, ya no temo perderte...pues...Jamás fuiste mío del todo…te guardabas de mí…y de las demás…En el fondo no eres de nadie, ni siquiera eres tuyo…Eres preso de tu egoísmo, tus debilidades, tus contrariedades, tu morboso silencio...Estás dominado por tu exigente ansiedad y el vacío que te embarga…Tampoco eres de ella…la que te espera sabiendo de tus citas secretas…Hemos sido esclavo de nuestros sentimientos, emociones, celos, dudas, nuestras luchas internas dejándonos llevar por nuestros deseos, derrochando toda clase de fantasías eróticas, queriendo cada día más y más…pero…¿sabes que te digo? Que hay una gran diferencia entre los dos, porque yo estaba enamorada de ti, de tu mirada, tu porte, tus besos ardientes, y jamás me arrepentiré de haberte amado tanto, pero tú no…Me has utilizado como una muñeca hinchable para tus morbosos juegos, elevando mi cuerpo hasta estallar de placer...Chillaba tanto que te hacía llegar al éxtasis antes de mi último grito…Después me dejabas vacía…no tienes la culpa, es tu forma de amar, te guían los deseos de la carne, o como sueles decir…Eso me llevo para mi cuerpo…No quiero eso para mi cuerpo...Quiero caricias para mis sentidos, besos apasionados, gemidos lentos, suspiros en mi piel desnuda, miradas ardientes y manos de fuego…aunque...Reconozco que más de una vez me dejé querer por otro por venganza, por rabia, por hacerte daño cuando te veía con otra…Soy débil en ese aspecto, ojalá hubiera dominado ese instinto asesino, pero no podía, ¡me daban ganas de matar! Era esclava de mis furias, mis debilidades, los demonios que me incitaban a pecar, pero bueno ya todo pasó…Ya me vacié por dentro, ya lo saqué de mi vida, ya acepté su realidad…Seguiré mi camino al compás de mis latidos y gritaré a los cuatro vientos los suspiros de mis gemidos…

No hay comentarios:

Publicar un comentario