Como una pavesa me siento mi amor, hace tanto tiempo que no sé de ti, que mi corazón se resiente dando botes de estremecimiento…Tengo el pecho malherido, los latidos son como puñales punzantes y lo mismo que en la edad del pavo, estoy temblando de dolor…La incertidumbre empaña mi alma, y…Como un pellizco en la garganta, siento los gritos que me desgarran por dentro, dejándome un vacío tan grande, que me impiden descargar la furia de los sentimientos, reprimidos como están, a lo largo de mi precaria existencia por seguir ocultando el amor que siento por un hombre, al que negué mi querer por cobardía y por comodidad, y por eso…Sello mi boca, cierro los ojos y lloro a escondidas para que nunca me preguntes el porqué…El porqué prefiero seguir amándote sin tenerte junto a mí…Es preferible saber que puedo aligerar el paso cuando te veo cerca, que correr a tus brazos a escondidas y suspirando de pena sabiendo que nunca seremos libres para amarnos, y por eso…Vivo a golpes de latidos, sobresaltada todo el santo día como si estuviera en la edad del pavo…Quizás la nostalgia se haya adueñado de los sentimientos haciéndome presa de los recuerdos que anidan en lo más profundo del ser que habita en mi interior, ése lugar del cual una siempre quiere escapar sin mirar atrás…Un lugar oscuro y fantasmagórico donde las dudas aparecen sin avisar y cuando menos se espera, llama a tu puerta clamando justicia para que te abras sin temor a nada ni a nadie, haciéndote dueña del timón de tu vida…pues…Dicen por ahí, que cuando una puerta se cierra, se abren las ventanas, y justo eso es lo que me pasó cuando de repente me topé con unas letras en rojo escritas en la pared…Eres la dueña de mis mejores recuerdos…No daba crédito a lo que estaba leyendo, parecían que tenían vida por el color de la sangre…El corazón me dio tal vuelco que me sentí presa de su agonía…La agonía que vi en sus labios tristes cuando me negué a besarlo, ¡madre mía de mi vida! Esos besos antes tan ansiados, y que ahora los tengo enterrados en lo más profundo de mi ser, hasta que…Tropecé con ésa pared, que de forma anónima, se estrelló con los recuerdos del ayer…Una simple frase escrita a brochazos torturados por un alma en pena, puso en peligro el debate diabólico entre el cruce de caminos de tu vida y la mía, como si estuviéramos predestinados hasta la eternidad a estar siempre separados en cuerpo, y unidos en los sentimientos del corazón…pues…Cuando me miraste sonriendo, y yo…Como una pavesa volátil, desarmada y sin poderlo evitar, la risa a mi boca afloró, de tal manera, que tuve que taparme la cara para que no me diera la risa floja, sobre todo cuando me guiñaste, porque ahí fue…Cuando morí de amor por ti, recordándome la época estudiantil, cuando los chicos de la panda nos miraban con la picardía de sus risas y las nuestras…Debe ser que todavía seguimos en la cuerda floja, donde el amor nunca deja de golpear con los recuerdos de la vida, y…En ése guiño con el que me saludaste, pude leer en el aire los sentimientos de tu corazón, gritando de viva voz…Eres la dueña de mis mejores recuerdos…
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