Era un amor turbulento, corrompido, lleno pesadumbre y dificultades, donde los demonios de los celos hacían presencia por su parte y la mía…Nunca sentí en mis propias carnes, la fiera y salvaje pura sangre, que enamoró mis latidos cuando me hacía suya…Sólo el sexo hacía acto de presencia en cada trazo de mi vida…Puro sexo adictivo lo que lo unía a mí, en cambio yo lo amaba hasta perder la noción del tiempo, dejando la dignidad tirada por los suelos, arrastrándome como una sabandija por un beso suyo, a cambio de hacer con mi cuerpo lo que le venía en ganas…Era el dueño de mis emociones, que por amor, cambiaban de rumbo como veleta al viento…No supe ver lo que escondía sus verdaderos sentimientos hasta que lo sentí en mis carnes, y por eso…Lo aparté de mi vida tantas veces, que al fin se dio cuenta que fui más fuerte que él, en…Esta lucha sin cuartel, que sin buscarlo, nos cruzamos en un camino derechitos al infierno, y a él…Como caballo ganador, sólo el orgullo lo mató, pero a mí la dignidad me salvó…Te amé con todas las fuerzas de mi ser, sin escrúpulos, sin piedad y hasta la eternidad…Hoy, después de un años sin saber de ti, te vi caminando de espaldas, y ¡qué curioso! De repente he sentido nostalgia de aquellos momentos locos y pervertidos, porque en cada uno de ellos, sólo hubo puro y duro sexo, y me ha venido a la mente todos los besos y abrazos furtivos que nos dimos…Me pregunto el por qué, después de haber enloquecido por tu querer, te haya echado de mi ser con tanta facilidad…Debe ser que me anulaste desde un principio de tu vida, más nunca de tu sexo, ya que para lo único que me querías era para saciar tu apetito carnal, y yo…Que te amaba en cuerpo y alma, me dejaba hacer con tal de que nunca me dejaras, y por eso…Me perdí entre tus brazos, sobretodo porque sacabas el animal que llevaba dentro, y eso amigo mío…Es lo que me sedujo como amante y como mujer…Jamás en mi vida ningún hombre me hizo disfrutar tanto del sexo como lo hiciste tú, hasta que me percaté que sólo me buscabas para sacar provecho de mí, y por eso…Poco a poco fui alejándome para recuperarme como persona, ya que me estaba adentrando en un callejón sin salida, pero hoy cuando te vi alejarte…Sentí los gritos de dolor de tu pecho en el mío…Era como una llamada desesperada desde lo más profundo de tu corazón, que comunicándose con el mío, susurrabas a mi oído…Vuelve a mis brazos vida mía, que aunque no sea ni tu amante ni tu marido, he sido el hombre que más te ha querido, quizás no de la manera que te hubiera gustado, pero es la única forma de amarte que he sentido en mi cuerpo con la furia de mis latidos…Aligere el paso susurrando…No te esfuerces, no me busques y déjame partir, quiero pasar los últimos años con armonía y paz, ya va siendo hora de volver a la realidad y dejar de lado aquellos años de frenética juventud, necesito volver a mis raíces, que…Como un canto de esperanza deseo retomar…Las hormonas apaciguaron las ansias que sentía por ti, llenando mi cuerpo de deseo, un deseo indómito e insaciable que me arrastraba a los tuyos para que apagaras el fuego que me estaba consumiendo por dentro, y ahora que finalmente he conseguido dominarlo, no paras de avivarlos con las llamas que desprendes cada vez que te veo, y lo único que deseo en éste momento, es seguir amándote en la distancia del corazón…Sabes que te amaré hasta mi último aliento aunque te dé la espalda y si pudiera besarte de nuevo…Rompería el viento con las ansias de mis sentimientos, y atravesaría las fronteras del tiempo sin límites que detuvieran la fuerza de mis deseos por besar tu boca de nuevo, y te arrastraría más allá de la realidad, a ése lugar donde la fantasía es la dueña de la libertad de mis alas…
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