martes, 20 de agosto de 2019

POR LAS MAREAS DE LA ANSIEDAD.- (MICRORRELATO)

Hay un hombre por ahí que me está haciendo tilín…Tilín, qué palabra más bonita y en desuso…pues…Últimamente ya no se estila escribirla, ni leerla, ni siquiera se escucha por ahí, es como si el decirla una quedara algo desfasada en el lenguaje actual…puede ser, pero me pregunto, ¿se siente? No lo sé, pero a mí me encanta por su contenido y por la esencia en la palabra en sí, sobre todo, por lo que representa, y eso fue lo que me transmitieron sus mensajes a media voz, que cada vez que se conectaba conmigo, sentía ese tilín ronroneando en todo mi ser, y eso…Me gusta, me atrae, me hace sentir mujer con todo el esplendor de la juventud, que aunque hace mucho tiempo que dejé de ser joven, ese hombre que aparece y desaparece en éstas redes sociales, me la trae de nuevo a mi cuerpo y a mi corazón, porque…Tiene un no sé qué que me llena de emoción, pero lo que más me apasiona de él, es su enorme timidez, aunque…Paso a pasito se está dejando ver a través de ella con toda la esencia de su pasión…Empezó a desnudarse delante de mí con tal desparpajo que me hizo creer que éramos amantes mucho antes de conocernos…pues…Tenía tal libertad de movimientos en los gestos y maneras que parecía haber vivido ésta escena en otro lugar…o época…no sé, pero yo…Sólo le miraba a él…sus fuertes brazos, su ancha espalda y el sabor de su mirada...¡Qué guapo es…! Pensé para mí al mismo tiempo que me quitaba el vestido…Empezó a abrazarme como un desesperado, casi me ahoga, arrimándome a su cuerpo de tal manera que no podía ni respirar de la fuerza de sus manos, parecía que me estaba atenazando…me tumbé en la cama con la alegría del embrujo que emanaba de su torso, todo entero para mí…¡qué hermosura de hombre! Me encantaba observarlo, sobre todo cuando se sentó en el borde de la cama y me besó como si fuera la primera vez y última vez…¡qué ansiedad por Dios! Apenas podía pronunciar palabras, pero de su garganta salía mi nombre a media voz, susurrando calentito y ardor…¡cuánta pasión! Mordisqueándome las orejas con la dulzura de un adolescente siendo blancas sus sienes…¡me estaba derritiendo con tanta fogosidad! Elevándome a un paraíso edénico…Era una aventura escandalosamente arriesgada, donde a veces creía caerme por los acantilados de su cuerpo, y otras reposaba en las llanuras de su pecho amplio y hermoso sin dejar de mirarme a los ojos…Era un verdadero placer oírle tan cerquita y bajito, justo entre mis cabellos, que rebeldes y despeinados, revoloteaban alrededor de mi cuello como pompas de jabón cosquilleándome las entrañas…¡madre mía de mi vida lo que sabe éste hombre! Me estaba volviendo loca…Se arrodilló ante mí y empezó a besarme las piernas con una ternura que jamás había experimentado antes, terminando con los pies, primero uno y luego el otro…Quería demostrarme cuanto me amaba, que supiera que estaba conmigo, los dos desnudos de cuerpo y de sentimientos...No sabía qué pensar, pero…Lo amé…lo amé hasta que me harté, al mismo tiempo que galopaba sobre su vientre como potra salvaje, y alzando los brazos al cielo grité al viento...¡Dios mío, cuánto me gusta! Y él sabiéndose amado, cerró sus ojos y se quedó quieto a la merced de mis movimientos y a la euforia de mis gritos…Al otro día desapareció de mi vista, y partir de entonces…A la deriva de sus emociones estoy como barquita perdida en alta mar, esperando que vuelvas a mis brazos para poderte acariciar...Ven pronto a mi lado, vuelve mi amor, mira que te estoy esperando...Mira que hay muchos piratas navegando por aquí, y hay uno muy fino por ahí que no para de decir que quisiera echarme la red para que lo quiera como a ti…que le encantaría conocerme…que le fascina mi forma de ser como hembra y como mujer…Que se siente muy atraído por mis poemas atrevidos y quisiera saborear mis versos…y mi piel…¡Menudo tío éste que me escribe en privado y en calentito! Y yo que estoy loquita por ti, he lanzado la caña de pescar para saber si eres tú o es él…pues…Tengo la sensación de que se está haciendo pasar por ti para poderme embaucar, pero lo que no sabe es que fui yo la que lancé el anzuelo una mañana para poderlo desenmascarar, y por eso me pregunto… ¿No será que por aquí hay muchos más piratas navegando que por el fondo del mar? ¿Es joven y apuesto? Sí, sí…es uno de esos que no para de enviar fotos con pose de orangután…¡El mismo! Es un tiburón blanco de armas tomar... Quizás escribe ardiente y apasionado como pidiendo leña para calentar la chimenea… ¡También! Ese es un pulpo con tentáculos que llegan a mares y océanos, pero…El que a mí me sedujo con su timidez a flor de piel es un caimán que lo mismo sale por tierra que por mar, y por eso…Una mañana cualquiera monté en mi barca y lo invité a navegar por las mareas de la ansiedad…



 

No hay comentarios:

Publicar un comentario