martes, 2 de abril de 2019

MIENTRAS TE ESPERABA.- (MICRORRELATO)





Estoy escribiendo en mi diario, lo mismo que hacía cuando esperaba a mi chico asomada a la ventana, que con tal que se retrasaba dos minutos, me desesperaba imaginándome que ya no le interesaba, y ahora, a pesar de los años, sigo teniendo los mismos malos pensamientos…¡Qué agonía en mi corazón! ¡Cuánto silencio me rodea! Tengo tu nombre prendido en mis labios como si me estuvieras besando…malos tiempos son los que corren ahora por mi mente…y mi cuerpo…quizás llegó el momento de decirnos adiós y no me dejas hacerlo…pues…Siento tus manos encalladas en mi cabeza y me dices muy pegadito a ella…te quiero aunque no te tenga a mi lado…Y yo que me encuentro desalmada, abatida y sin alas, me quedo quieta esperando ver las respuestas en tus ojos y en tu sonrisa seca…y me asusto, ¿sabes? Me asusta ver tanto dolor en tus gestos como diciendo…Estoy loco por tus besos…Te leo el sentimiento, ¿te enteras? Leo cada movimiento de tu cuerpo cuando vas caminando tieso como una estatua…incluso piensas que estoy detrás observándote y por eso, de vez en cuando te giras para ver si te estoy mirando, ¡fíjate cómo te conozco…! Eso creía yo, que te conocía realmente…será de tanto como te quiero y no veo más allá de las narices…no tengo remedio...A veces creo que desatinan los sentimientos, como si ellos avalaran las palabras que clavo en mi diario, el diario que me regaló mi madre cuando cumplí quince años…Era un diario pequeño de tapas duras rojas y un candadito dorado, y justo antes de las ocho de la tarde me dejó dar una baile para mis amigas y amigos, la pandilla…Entonces éramos un pequeño grupo que pasábamos sábados y domingos bailando agarrados, apenas sin mirarnos a los ojos…Todavía recuerdo cuando, con sus manos en la cintura me besó por primera vez....las piernas me temblaron de emoción, más o menos como ahora en el recuerdo que salen mis letras emocionadas y llenas de rubor, casi en un suspiro de pasión…Y ahora, a pesar del tiempo que hace desde que empecé aquél diario, aún siento como si la primavera se hubiera anclado en él…El mismo que antes era como las hojas de las amapolas, libres y sueltas que mecen el aire bajo los rayos del sol, y enardecidas se dejan llevar por la brisa fresca de la primavera…mis primaveras…las que todavía siguen meciendo mis cabellos y mis caderas y por eso…Me pregunto si no será malo tener éstos aires tan fuertes y frescos clavados en el pecho…pues…No entiendo que no pueda olvidarte ni un momento y tenga tanta necesidad de verte todos los días, de besarte y estrecharte en mis brazos para saber si me sigues amando como antes... tengo la sensación de que pasas de mí…No pases de mí por Dios, y quiéreme como te quiero yo para seguir contando aventuras de pasión…pues...Sigo con esa vieja costumbre de escribir en mi diario, y aunque ya no tiene las tapas rojas ni candado dorado, ahora dejo sus tapas abiertas para que el viento arranque las hojas y salgan volando por los aires para que tú las recojas…Secretos, sólo son los secretos que andan sueltos como almas errantes que vagan hacia atrás y adelante…Esos secretos que por entonces creía inconfesables por la pasión que sentía siendo tan sólo una adolescente llena de entusiasmo y alegría, más o menos como ahora pero en mayor…pues…A pesar del tiempo pasado, aún siento como aquella chica enamorada…debe ser eso que llaman amor y se quedó prendida en esa flecha que Cupido lanzó justo en el centro de mi corazón, pero…¿Sabes que te digo? ¿Qué, qué? ¡Dímelo, anda…dímelo! Me dijo volviendo la cabeza, sonriendo con esa medio sonrisa picarona que tanto me gustaba…era insoportablemente atractivo y seductor, como para echarme a sus brazos y decirle…Eres el dueño de mi diario…pues…Hay un diario pululando por ahí atrapando aventuras mil, y revolotean alrededor de mi cabeza como si fueran hojas secas, que arrancadas de los árboles por la fuerza del aire, las atrapo al momento para sentirlas en mi cuerpo y me dicen que te diga lo que me pasó aquél día que viniste a buscarme y no pudiste encontrarme…Esperándote como estaba en la fuente de los suspiros, se acercó un amigo para decirme que no eras tú el que susurraba en mis oídos, si no él…Que te había visto con otra a brazo partido mientras le alzabas los volantes del vestido y por eso…Salí corriendo para que no vieras mis lágrimas derramadas en el camino, y a la vuelta de la esquina me crucé con ese amigo espiándome los sentidos…Me entregué a su abrazo como ave de paso, y aferrada a sus manos dejé que me arrancara los encajes de los lazos de mi tanga para que sintiera en sus carnes los secretos de mi alma, que con gritos desgarrados, se quemaron con sus besos apasionados, y ardiendo como estaba me salvó de tus llamas…y ahora que me encuentro sola y calmada te diré…Que lo único que lamento es no haberlo hecho antes y al momento cuando me enteré de tus devaneos…pues…Tantos días encerrada en casa mientras te esperaba llenaron mi diario de llantos camuflados con historias de contrabando, y por eso…Plasmando me encuentro ocultos sentimientos con la osadía de los secretos, que atrevidos y virulentos, se quedan atrapados entre las hojas de mi diario mientras te espero…

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