lunes, 15 de abril de 2019

EN EL AROMA DEL AZAHAR.- (MICRORRELATO)


 Esa flor de azahar que me ofreciste llena de besos, es lo que mueve mi corazón a seguirte queriendo y por eso echo mis palabras al viento, que como tú yo nos queremos, jamás habrá fuerza humana que pueda detener éstos versos que de la poesía llenan sus vidas...Oí unos pasos tras de mí, no quise volver la vista, y al ver que no me giraba empezó a toser levemente para que me volviera, y aunque sentía curiosidad por saber quién era, seguí andando firme y segura…Al momento, los pasos eran más rápidos hacia mí hasta que de reojo percibí su alta silueta justo al lado, y como no osé mirarlo, se puso delante para ver si lo saludaba…Sonreí disimuladamente y lo miré a los ojos…No paraba de mirarme al rostro…Todo él era pura interrogación…¡Qué alto y grande…!  Parecía un gigante…mi gigante…Tenía una flor de azahar en las manos a la que no paraba de dar vueltas y vueltas…Y yo frente a él, una pequeña e indefensa mujer como me sentía en aquellos momentos…pues…Estaba deseando de sentir sus brazos alrededor de mis hombros y decirle te quiero con todas las fuerzas de mi cuerpo…No paraba de  hablar…No lo oía, no le prestaba atención, mi mente estaba en otra onda, sólo lo miraba con los ojos de los sentimientos…¡Qué guapo es! Tenía la mirada más bella del mundo…¡Qué bonita su cara…! Me encanta esa expresión de duda que tiene, parecía tan perdido…lo mismo que un niño asustado...Sus labios se movían a la par que se llevaba la flor a la boca…A veces sonreía agachando la cabeza, como esperando que le dijera algo, pero no paraba de observar sus facciones, las comisuras de sus labios que mostraban una sonrisa llena de tristeza que me traspasaba el alma…Seguía frente a mí gesticulando, pero no podía escucharlo tan entretenida como estaba admirando cada gesto…Todo en él me gustaba…su boca, su frente, su nariz que le daba un porte imperioso…sus orejas… hasta las pequeñas arrugas que sobresalían alrededor de los ojos me encandilaban…no sé porqué lo encontraba tan guapo, bello como un dios del Olimpo, lo más parecido a Zeus…No podía apartar los ojos de su pelo tan negro antes, y ahora todo blanco con unos visos grises en las sienes que lo hacían de lo más atractivo y seductor…Apenas oía lo que me decía, tan sólo lo miraba sin cesar...Me apasionaban los ojos de tanto como disfrutaba verlo ahí, tan alto y ancho, todo un hombretón lleno de temores e inseguridades y yo sin hacer caso, ignorando sus palabras hasta que lo escuché decir…Me han dicho que te han visto con un tío por ahí...Reaccioné al momento. Ahí me di cuentan del porqué me había seguido y pensé...Ya está otra vez con sus tretas, no sabe ni qué inventarse para sonsacarme...Sonreí y seguí mi camino sin volver la cabeza y al ver que lo ignoraba, me cogió de un brazo y me besó en la boca con la misma ansiedad que tenía yo…¡Ay Señor mío…! Nunca voy a madurar, nunca…Llegó el amor tardío a mis canas y a mi piel, y ahí estamos los dos…pues…Abuelo él, abuela yo…Parecemos un par de críos…A veces me pregunto si éste sentimiento mío es real o pura fantasía de aventuras pasajeras que se interpolan al azar cuando te veo pasar…Quizás no sea la única persona de éste mundo que la edad natural de su cuerpo vaya a la contra del reloj biológico mental, y por eso me sienta enamorada siempre de ti de manera pasional…La vida nos regaló éste don del amor en sus primeros roces, infinito tal vez, y aún sentimos las pasiones alocadas de la eterna juventud, como si el tiempo se hubiera detenido en los años sesentas cuando éramos unos rebeldes de la vida, unos hippies, aquellos que iban con la melena larga, pantalones anchos y flores en el pelo…¡Cuántos recuerdos…! Por entonces fumábamos como carreteros sentada toda aquella juventud en el suelo, y ahora fíjate cómo estoy…Sigo esperándote sentada en cualquier rincón del camino para abrazarte y decirte cómo te quiero, y tú, que bebes los vientos por mí, te abalanzas dispuesto sobre mi cuerpo y me acercas a tu boca para decirme todas esas cosas que tanto me gustan oír…No quisiera que se acabara nunca éste sentimiento tan bravo y sensual compartido con las prisas del ardor juvenil…Debe ser que un ente imaginario se introdujo dentro de mi corazón, o…Quizás sea esta manera mía de pensar que el amor nunca se ha de enfriar y por eso…Te he de amar hasta que me quede el último aliento…Ese aliento del alma, que como un suspiro errante deambula entre gargantas perdidas, donde las pasiones humanas se desbocan por suspirar en los sentimientos que urgen salir a la luz, y no paran hasta encontrar ese aspirante a ser amado de forma inmortal...hay tantos corazones vacíos por ahí…Y ese hombre que pinta canas sigue enamorado de aquella señora tan sexi y madurita ahora…pues…Sienten en su interior los mismos deseos que aquellos años juveniles sin que hayan llegado sus mentes a madurar, y sigan como si nunca hubieran pasado el tiempo, tan sólo pensando en besos y abrazos como los estudiantes de ayer, que con tal que…Estoy un par de días sin verte el corazón me vuelve a latir y cuando te veo me da un vuelco en el pecho que parece que se me va a salir, y ya no sé si esto es amor auténtico o un sentimiento meramente pasional…Pasiones, sólo son almas pasionales que perdidas van atrapando amoríos a lo largo de la existencia del avatar, y como una asignatura pendiente quedó prendida en el aroma del azahar, y por eso no dejan nunca de vagar de allí para acá…

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