sábado, 13 de abril de 2019

EL CLAMOR DE LOS SUSPIROS.- (MICRORRELATO)





Poco a poco se va apagando la llama de los deseos, poco a poco te vas alejando de mi cuerpo, pero si te llamo aparecerás al momento y volveremos a estar amarrado al maldito baile de los enamorados…pues…Te deseo como si nunca te hubiera tenido antes, con alegría y entusiasmo…mejor será que te deje escapar mar adentro para cuando llegue la marea te traiga de nuevo a mis brazos... Acércate despacito y escucha los latidos de éste corazón mío y sentirás en el tuyo el ritmo de mis gemidos, está llorando por tus besos…mis besos amados…Los que necesito como agua a fuego, los que enamoraron mis cinco sentidos y me arrastraron al barro…los que me perdieron cuando oí tus quejidos en mis labios, y por eso...Voy tanteando cada rincón del camino para escucharlos…pues…Echo de menos las calles de mis sentimientos, salgo en tu búsqueda corriendo para decirte te amo…Te amo, te amo…que no es lo mismo que decir te quiero, eso lo dice cualquiera... Pero, ¿sabes qué pasa? ¿Qué, qué? Contestó con mal talante…Lo miré de arriba abajo con la ira marcada en los ojos…¡Falso, más que falso! ¡Vete de mi vida! No quiero saber nada de ti, porque…Decir te quiero suena a capricho fácil y sin compromiso, más o menos como para pasar un buen rato y si te he visto no me acuerdo, como has hecho siempre conmigo, que no has parado de decírmelo hasta la saciedad, ¿te enteras? pero amar…Amar es llenarte la boca de sueños traspasando pasiones…amar es sentir dos corazones en un mismo latir…Dos almas gemelas que palpitan al unísono del amor, y amar como te amo yo es la emoción más hermosa de la sinrazón, pero…He ignorado al corazón para escuchar a la razón y ya no me fío de tus ojos encendidos, tampoco espero nada de tus caricias locas, hasta dudo de tus bonitas palabras…suenan algo falsas, dan mucho qué pensar... No dijo nada a lo que seguí…Débilmente me alejan de ti…Las puertas tienes abiertas, sal cuando quieras, que no pienso salir detrás como he hecho siempre…pues...Somos como las monedas…tenemos dos caras, y tú la tienes, ¡vaya que sí! Quizás yo también la tenga, lo sé…tendrás que disculparme mi amor, lo siento, no sabes cuánto lo siento…A veces pienso que soy más culpable que tú…Sí, sí…fui yo la que te llevó al huerto, sobre todo cuando aquél día te dije que me llevaras al fin del mundo, ¿te acuerdas? Me paraste en mitad del camino y abriendo la portezuela del coche me preguntaste dónde quería ir, y yo ni corta ni perezosa me senté a tu lado tan fresca, ¡qué atrevimiento el mío…! Ni siquiera me paré a pensar que podrías ser un ladrón, o un violador…un asesino quizás…Me dejé llevar por las iras salvajes de un mal momento y te seguí hasta el fin del mundo y luego la pasión nos sumió en un abrazo infinito de tirabuzón, y…Culpable tú, culpable yo…Hoy quiero abrir mis puertas al cielo y salir de ésta jaula de hierro… sentirme libre y sin miedo para seguir las huellas de lágrimas ajenas que lloran engaños de entes malvados que juegan con ellas, y yo que soy la mano que escribe sus gritos ahogados, recojo sus llantos en silencio desgarrado, plasmando a la clase de gente que contaminan las mentes para saber que tú a mí ya no me quieres…Montada en cólera envenenada le arrojé en toda la cara...Me dejaré arrastrar por la sed de venganza para que sientan en sus carnes aventuras que encierran pasiones, llevándose a cuesta sufrimientos y dolores, y…Sabiendo que merodearán por esos caminos donde fueron testigos verdes olivos, blancas azucenas y pajares escondidos…Te ignoro saliendo de tu infierno para que ardas en tu propio fuego y jamás puedas llevarme a tus encierros…pues…Hay un tipo que no para de insistir que me quiere, que me ama y que está loco por mí…me dice guapa, hermosa y que bonita estás señora mía y yo que estoy cansada de luchar por ti, le he dicho ven, y…Como ángel agonizante ha llegado quemando el asfalto, y después de besarnos tras este escenario, se ha ido prendido y enamorado…pues…Te esperé, ¡vaya que te esperé! Tardaste tanto en decidirte que dudé de tu amor por momentos y al ver que ya no venías me arrojé a sus brazos de fuego, y tú al verme sonreír de nuevo te distes cuenta que no se jugaban con los sentimientos y por eso…Sabiendo como sabes, que somos iguales, me llamas a voces rompiendo mi nombre…y yo que te veo con las manos unidas en forma de ruego…Te digo y repito hasta el infinito…No me dejes de querer, no me dejes de querer…pues…Tengo sensaciones que pululan alrededor que dicen…Hay un sentimiento frío y latente por los aires que me alerta y advierte que ya no vives por mí…Siento tu alma embriagada de odio con carámbanos de hielo que quieren apartarte de mí…Hay un demonio con cara de ángel y ojos de sangre que muere de celos por ti…y yo que sé de tus desplantes y amoríos constantes, salgo volando con mis palabras de fuego y te dejo plantado…Y tú que sientes mis alas al viento, te quedas callado y quieto con la mente en blanco y las manos temblando…pues…Tengo la llave de la libertad del alma, que poeta se siente atrapando amores perdidos, que lo mismo que contigo, seré el clamor de los suspiros…Suspiros que salen resoplando de mi garganta y harán que me olvide de ti volviéndote a decir…No me dejes de querer, no me dejes de querer, mira que si me dejas al pairo, ese hombre que está pendiente del escenario vendrá a por mis besos galopando...y entonces tú serás tan sólo un espectador más de éste teatro…y culpable él, culpable yo otra vez…

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