viernes, 14 de julio de 2017

ENTRE DESVARÍOS Y DESMADRES.- (MICRORRELATO)



El día que yo me ponga a llorar…os vais todos a enterar de lo que es un desgarro de verdad…El día que salga mi llanto se paralizarán hasta los quebrantos de tanto gritar…Me quedaré sin lágrimas…Me abatirá el desaliento…Los suspiros serán los dueños de mis aspavientos…Ni siquiera habrá duelo para mi desasosiego…Y se me romperá por dentro…El día que yo llore…el día que yo me ponga a llorar…Ése día os vais a enterar de lo que es un llanto de verdad…que hasta el alma se me va a desgarrar de tanto gritar…Hay un vacío en mi cuerpo que ya no puedo resistir…los dos se rieron de mí…Se burlaban de mis poesías apasionadas de amor…de mis versos surgidos del viento…esos que yo atrapaba al grito a través de los ecos del silencio…Eran las llamadas de las pasiones desbocadas que yo recogía en mi cuaderno de notas como si fueran lágrimas rotas, que antes de caer al suelo se derramaban sobre mis cabellos y cuando llegaba a casa me sacudía la melena en la colcha de la cama, y como un puzzle iba formando historias de amor…¡Ay Dios mío! Qué noche más malita he pasado por culpa de un mal querer…No, miento, un mal querer no, sino tres…pues…Un hombre y dos mujeres cayeron en la red… Era como una película pornográfica en tres dimensiones, y como una autómata, sin comerlo ni beberlo, en medio de todo el cuestionario me encuentro. No sé cómo ni por qué me dejé atrapar como una aspirante más a éste juego perverso y desleal, donde las conversaciones a todo gas prendían los mensajes como si fueran las mechas de las olimpiadas, formando frases de lo más excitantes y jugosas que se podía una imaginar, con tanto ardor, que chispas de fuego saltaban por todos los poros de la piel, apareciendo en la mente de cualquier ser humano escenas de sexo puro y duro, compartiendo hasta los latidos acelerados de la homilía entre dos o tres…pues…Salía humo como si fuera el gran botafumeiro de la catedral de Burgos… Yo estaba sola, triste y enamorada de un hombre al que le había entregado hasta mi alma…Era suya desde la cabeza a los pies, lo quería a rabiar, lo era todo para mí hasta que…demasiado estrafalario de contar…mejor dejarlo en esos puntos suspensivos y cada uno en su casa y Dios en la de todos… Decidí pasar un fin de semana recorriendo las calles de Paris, por Montmartres, dejándome llevar hasta Pigalle, donde las aspas gigantescas del El Moulin Rouge te invitan a entrar a los famosos baile del Can can… Y por eso lo conocí…me pasan cada cosa…De repente me veo chateando con un tipo que llenó el vacío que tenía en mi interior…Estaba muy solita y sus buenos días sacudieron mi corazón antes del amanecer y la alegría en mi cuerpo empezó a florecer…Poco a poco empecé a soñar como una más en aquél corral de gallinas, donde él era el gallo de pelea y yo la más clueca de todas ellas…pues…Cuando era pequeña me encantaba jugar a la gallinita ciega adivinando de quién era cada prenda…Era todo un reto para mí…Sus mensajes al principio huidizos me escandalizaban y me excitaban una barbaridad dejándome llevar por la corriente del mar…Era como si estuviera meciéndome entre oleadas de pasión…olas serenas y embravecidas como maremotos impetuosos que me arrastraban hasta la orilla bajo la luz de la luna…Estaba ilusionada porque me sentía de nuevo querida y amada, pero sobre todo deseada…Amanecía escribiendo rimas dedicadas a las poesías que me salían de las entrañas como si estuviera comiéndote a besos…con lengua…Me asomaba tras los cristales de mis ventanales y te decía…Te quiero aunque estés lejos…Me gustas mucho…Me atraes y todavía no lo comprendo…pero…Te deseo con el cuerpo y con el pensamiento…Traspasaron fronteras…pues…A más de una le distes ventoleras de aventuras quijotescas entre edredones y sábanas al viento, donde un duelo de versos al barlovento  reflejaron los tríos en sus espejos… Besos ardientes, profundos e intensos, gritaron desgarrados de  gargantas secretas cuando se vieron retratados en nuestros furtivos encuentros en el obelisco de tus deseos… Poco a poco salieron a la palestra los celos pertrechados tras el muro de la misericordia clamando justicia y venganza para su orgullo y su cuerpo… El despecho esperpéntico que estaba enganchado al arpón de tu bicha, describió con pelos y señales el erotismo de noches salvajes entre desvaríos  y desmadres, y viéndose en medio de un enjambre de abejas rivales, quiso competir con la reina de los zánganos, manipulando los tentáculos de tu eje bipolar alegando que te burlabas de mí y de todas las demás…Y yo que soy gallina clueca adivino de quién es cada prenda jugando a la gallinita ciega, ya lo decía mi mamá…Piensa mal y acertarás…Quizás tú por rescatarla de nuevo en tus brazos te pusiste de acuerdo con ella, o por no perderme a mí, el caso es que los tres transgrediendo la mentira en verdad como en un baile del Can can…

No hay comentarios:

Publicar un comentario