martes, 11 de julio de 2017

CON MIS ARMAS DE MUJER FATAL.- (MICRORRELATO)



Me traicionaste, me engañaste con otra…Me dijiste que era la única mujer de tu vida, que jamás habías querido a nadie más que a mí, y fíjate cómo me has dejado…hecha polvo, una piltrafa…Más de mil veces te lo pregunté, las mismas que juraste que no había nadie más que yo, incluso te dije que si te gustaba esa, que te fueras con ella…jamás en mi vida te he obligado a quererme ni a estar junto a mí, lo sabes, ¿verdad? ¡Vaya que lo sabes! Me conoces tan bien…aún no comprendo a qué le tenías miedo, si a perderme o a perder algo que no he llegado a comprender todavía…eres tan ambiguo…el caso es que siempre lo negabas jurándome que sólo existía yo en tu querer…Apenas veía a la gente pasar por mi lado, las lágrimas empañaban mis ojos, me daba vuelta todo, quería morirme…si me hubiera atropellado un coche en esos momentos me habría dormido en paz, pues hacía dos noches que no pegaba ojo…Iba caminando despacio por la calle, dejándome llevar por las piernas que seguían los pasos tras las huellas del llanto…Quería perderme entre la muchedumbre…Sabía que había algo extraño en él, lo intuía, no sé por qué, pero eso de ser tan comedido en sus palabras, siempre esperando mi reacción, me hacía temer lo peor. Era demasiado meticuloso y por eso, solamente por eso empecé a dudar de su honorabilidad. No podía creer que me dijera tantas cosas lindas al oído, como si quisiera arrastrarme a terrenos resbaladizos en los cuales podría caer, sobre todo cuando acababa de salir de una relación tormentosa, donde los celos y pasiones ocultas estaban al cien por cien en nuestros encuentros furtivos…Cada día aparecía en el escenario de mi vida con tímidas y esmeradas palabras a las que respondía siempre lo que quería escuchar…Sospechaba que se parapetaba tras su bonita sonrisa de monaguillo con cepillo en la mano… Algo en mi interior me decía que deseaba atraparme para sus tardes de siestas con la morbosidad del solitario…pues…Tenía una habilidad deliciosa para embaucarme en sus ardientes palabras insinuándome a seguirle, y yo que estaba lastimada y llena de odio y rabia, me dejé llevar por sus frases cariñosas…eran de lo más excitantes…Reconozco que me deleitaban leerlas…Las vivía en todo su esplendor… como si estuviéramos desnudos el uno junto al otro… besándonos…cerraba mis ojos y me veía sentada sobre su vientre mientras me acariciaba las caderas…Era de lo más perturbador… Las frases iban subiendo de tono…Poco a poco se mostró tal cual en todo su apogeo de morbosidad al límite dejándose ver…quería arrastrarme a su terreno… Abrí los ojos al momento…Había algo que se me escapaba de las manos…Le seguí la corriente como había hecho desde el mismo momento que lo conocí…Le di la vuelta…y mientras oía sus jadeos a lo lejos de la fantasía de mis letras eróticas, le conté un secreto que tenía escondido dentro de mi corazón…Una aventura llena de episodios de lo más rocambolesco…Si quería tema lo iba a tener…Hace muchos años conocí a un hombre…Nos enamoramos… Teníamos encuentros apasionados en cualquier rincón de la calle…en la oscuridad de la noche…en su coche, en el mío…Entre ramas…A plena luz del día…me acosaba, me espiaba, me buscaba por todas partes…tenía celos de todos mis amigos…Le puse tal énfasis a la historia que parecía real, pues todo mi empeño era que se lo creyera…los escondites para acariciarnos de lo más estratégicos, de manera que fueran creíbles, al mismo tiempo susurraba despacito en las letras para excitarlo más…Podía oír su respiración entrecortada…me lo imaginaba todo nervioso… Lo dejé caos…Después le dije que esa conversación jamás la habíamos tenido, que se olvidara del tema y que no quería hablar más del asunto…Me desconecté al instante…Antes del anochecer me volvió a preguntar si era mentira o verdad…Irónicamente, le contesté que me lo había inventado todo… pero… Con mis armas de mujer, le mostré su espejo, dejándole entrever que podía ser una verdad escondida tras una enmascarada mentira, de tal forma que se le llenó la mente de dudas…o sepa usted bien, qué pensará él…

No hay comentarios:

Publicar un comentario