domingo, 28 de mayo de 2017

CUANDO ME HACES TUYA.- (MICRORRELATO)



Estás siguiendo las pautas que te ordenan mis sentimientos…y tú ahí sin saberlo…Estoy moviendo los hilos de tu corazón con la desvergüenza de mi descarada razón…Y como una marioneta en mis delirios te veo deslizarte sigilosamente de aquí para allá, sin saber qué pasos dar… pues…Temes caer en la tentación de llevarme a un terreno resbaladizo, vulgar y soez, sabiendo de antemano que no es el mío, aunque soy mujer de lengua de doble filo, y eso de tentarme a la indiscreción, sería como provocar en mí tal arbitrariedad de pasiones y deseos ocultos, que sepa Dios por dónde iba a salir, porque me encantan los retos, sobre todo, cuando es un duelo de retóricas dialécticas, donde las palabras insinuantes saldrían disparadas como puntas de flechas afiladas, justo al corazón…o…A la pernera de su pantalón, con la mera intención de sacarlo a barrer sin honra ni sostén…A la merced del despiste y el arrebato que tenga en esos momentos de euforia y fluidez mental, donde no manda marinero ni patrón, sino ese atrevido polizón que siempre busca amparo y cobijo en barco navegando al barlovento…Y por eso esperas ver mi reacción y te diga…¡Avanti, todo a babor!…Faro de mis ensueños, guía de mis suspiros, tormenta de mis delirios, remolinos de fuego…grumete de mis peripecias…maremoto de pasión…¡Avanti hacia lontananza…! Que yo desplegaré mis velas hasta el mástil de tu calavera…No te demores amor mío, que estoy que no vivo desde que me dijiste que me buscarías, que me querías y te gustaría besar mi boca…Y yo aquí, esperándote cada día en la orilla del mar para poder saber de ti…Y tú meciéndote en el vaivén de las olas, esperando que la resaca te atrape, serpenteando con mis aventuras…¡Oye tú! ¿Quién yo? Sí, sí tú…Pon tus cinco sentidos en ésta caracola que retumba contra las rocas…Sigue el rastro de la estela de espuma blanca, para que puedas venir a mis brazos y te haga mío, ya verás qué bueno y qué rico te sabrán mis besos...tanto, que desearás remontarme en un torbellino de marejadas salvajes…pues…Lleva unos días que no me saluda por las mañanas como lo hacía antes, con cautela y buenas palabras…Ni siquiera me habla, quiere llamar mi atención provocando la curiosidad que tengo al verlo desde éste ventanuco…pero...No te pienso llamar ni decir nada porque soy mujer antigua…y remilgada…Estás como un vigilante noctámbulo, apareciendo y desapareciendo tras el cristal de tu catalejos, a veces camuflado de poeta de falsas promesas de amor…Otras de pirata bucanero con un parche transparente en el ojo avizor, y falo por espada para atajar raudo y certero, al menor indicio de mi debilitada sinrazón...y tú ahí…siempre ahí…Alerta y expectante ante cualquier síntoma de mis desasosiegos, que desesperada ya por hacerte mío, las palabras se agolpan en mi pecho, y salen a raudales, fogosas y ardientes a través de las travesuras y trampas del momento, exaltada como me encuentro por besar tus labios y que te quemen hasta el pensamiento...Que te abrasen a fuego lento…o…quizás te acaricien el alma...como seda o terciopelo... Me queman…Me dijiste al momento…¡Te odio! Soy débil, reconozco que no valgo nada, me seduces de una manera mortal…Me arden las venas con tanto deseo que me provocan sus frases insinuantes, que con suave sarcasmo, deja caer entre líneas y que deletreo al instante con la sed de mi verbo…y… ¿Sabe que te digo? Que me gustas...me atraes...me incitas a pecar y te juro por lo más sagrado, que tengo que verte arder en el fuego de mis besos…¿Daríamos un paseo o directamente nos iríamos a devorarnos como dos desesperados? ¡Míralo! Lo ha vuelto a hacer, ¡como siempre! Esperando que yo me lance al agua para rescatarme con su arpón marinero, y me lleve a las cuevas de los bucaneros. Éste se va a enterar bien de quién soy yo…¡Devorarnos, y que espere el paseo! Te quiero de una manera libre y desenfadada, como las gaviotas que vuelan sobre el mar y se lanzan en picado para comerte de un bocado, y luego dejarte tirado…y dime…¡Pero dímelo de verdad! Nada de andarte por las ramas, que para volar, ya tengo alas…Ese atracón que me daría de ti, ¿crees que podrás perdonarme tal destrozo de tu cuerpo, y la piel hecha jirones de mordidas y arañazos? ¿Podrás perdonar ese atropello, ese vandalismo carnívoro y salvaje? Lo he dejado caos…Mis manos inquietas atropellan cada letra al desvarío, al libre albedrío de éste afán por poderlo domar como potrillo salvaje…Y tú ahí…siempre ahí…Como buitre oteando desde el cielo, al acecho por verme asomar en la lejanía del horizonte entre frases ardientes de pasión…Son las palabras que provocas en mi alma desde que me dijiste…Me voy, pero te buscaré…Ese buscaré llegó a mi alma enamorándome los sentidos…Me tocó el corazón como nunca nadie lo hizo antes, y a partir de entonces te espero cada día, cada tarde y antes de irme a la cama, si no me dices nada…Me inquietas la noche oscura con la sensibilidad de tus manos acariciándome las piernas, el pecho y las caderas y cuando llegas a besarme…Me despiertan el sonido de las teclas de mi cabeza, y me dicen que estás al otro lado observando los movimientos de mi cintura cuando me haces tuya…pues…Te mueves de aquí para allá, esperando que de el primer paso para echar de ti todo ese fuego que te arde en las entrañas…Te están quemando en la garganta las alas que les pongo a mis palabras, que salen libres y sueltas como las antorchas de las olimpiadas, que arrasando contra viento y marea llegan a tu cuerpo y lo enciende en llamas…

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