domingo, 29 de enero de 2017

LOCA POR TUS BESOS.- (MICRORRELATO)



Esas mariposas que viven dentro de mi encierro, entre las costillas y mi pecho, aletean con sus alitas hasta quemarme por dentro, saltando chispas alrededor, expandiéndose como ráfagas de viento por el aire, saliendo todas esas mujeres que hay conviviendo con mi otro yo, explotando antes de caer al suelo como pompas de jabón… pues…Como un volcán en erupción me siento echando fuego al cielo…La despechada, la celosa y la enamorada…Hasta una amante infiel, alegre y triste mujer a la vez se desnuda ante mí y para éste mundo cruel, donde el poder está a punto de cocer, exponiéndose a ser objeto de críticas y alabanzas…¡Oiga! ¿Quién yo? ¡Sí, sí, usted señora mía! Mire aquella señorita tan linda y beata, ¡qué decente y recatada es! pero cuando nadie la ve, es una víbora de lengua viperina que lo único que siente en sus carnes, es pura envidia por miedo o porque nadie la estima…en cambio, aquella otra hace lo que le da la gana porque no le importa nada…o…porque pasa de todo un poco...Para que se lo coman los gusanos, ¡esto me estoy llevando para mi cuerpo serrano! ¡Viva la madre que te parió! Y una muy inocente que va por la calle pisando fuerte, se da la mano con la independiente y actual mujer de mundo, rompiendo moldes… y… De puente a puente porque me lleva la corriente, y como en el juego de la oca, tiro porque me toca, dejando siempre a flote ésta que se entrega y esconde tras todas ellas...pues...Ellas están conviviendo con mi otro yo exponiendo sus débiles sentimientos al exterior...Y estando caminando me siento a observar...Me entretengo a escuchar a una que como un alma errante se sienta a mi lado y me susurra por lo bajini…Hay que ver, ¡qué barbaridad! ni una palabra, nada por aclarar, sólo queda esperar...quizás era pura falsedad, y jamás te quise ni me quisiste de verdad…Yo tenía un amante…Creo que mejor será que empiece por el principio, porque dicho así de golpe suena hasta feo…Me casé jovencita, con diecisiete años, con el primer novio que tuve en la facultad que tenía mi edad, y una noche tonteando me quedé embarazada por lo que nuestros padres nos casaron deprisa y corriendo. Después de una convivencia infernal, que me dejó muy marcada y tres chiquillos seguidos, antes de cumplir cuarenta años, nos separamos y cada uno por su lado…La rutina mató el amor o la inmadurez de los dos…Me costó lágrimas de sangre salir a flote, donde me veo trabajando en una residencia de ancianos, y si antes limpiaba culitos de bebé, ahora era de gente mayor, pero ganaba un dinero que me hacía mucha falta…Una mañana conocí a un tipo que me absorbió el sentido y me enamoró el alma y el corazón, al menos eso era lo que creía yo, pero resulta que estaba casado con visos de separación, pero nunca lo hizo ni quería yo, pues tenía un hijo autista y me parecía fatal que dejara a la mujer, así que decidimos seguir con nuestra historia de amor a pesar de saber que no estaba bien visto, ni era esa la idea que tenía de vivir en pareja, pues nos veíamos siempre en mi casa a escondidas de la gente para no hacer daño a terceros…Hasta que un día sin venir a tono me dijo que teníamos que tomar una decisión, que no podíamos seguir de esa manera, que lo mejor era vivir juntos o dejarlo, además que su mujer ya estaba sospechando…Y ahí empezó la disyuntiva…pues…Yo tenía mucho miedo que una vez que la convivencia se acomodara a nuestro regazo, la rutina se haría la dueña de nuestras pasiones ocultas y todo se iría al carajo, como se suele decir y otra vez cada uno por su lado, así que le dije que lo mejor para los tres era dejarnos de ver…y colorín colorado éste cuento se ha acabado…Y por eso me encuentro de nuevo abatida de dolor, hasta que una mañana lo veo…Regresaba del gimnasio, cuando de repente lo vi de lejos hablando con un amigo cualquiera. Aligeré el paso rogándole a Dios y a la virgencita mía que se girara para que me viera, pues llevaba puesto unos legis ceñidos que marcaban mi silueta de una manera escandalosa, sobre todo dejando ver éste precioso ombligo en un vientre plano, que a base de muchos ejercicios y eludiendo dulces y comidas basuras, me estaba quedando como una sílfide. Según muchos jóvenes, tenía una figura escultural, y eso la verdad es que me ponía como una moto. Estaba segura que se iba a quedar con la boca abierta, pues esto de sentir en mis carnes esa expresión de admiración me gusta a reventar, además de una cinta roja en una coleta alta que me hacía guapa y jovial. Todo mi afán era que me pudiera ver…No lo pensé un instante…Lo vi de espaldas y salí corriendo por el otro lado, rodeando el bloque de pisos para verlo de frente...al instante nos cruzamos en la calle y le sonreí…Se quedó mirándome muy triste…Encima te ríes, me dijo…Lo miré desafiante…Te ríes con lo mal que lo estoy pasando…No me lo podía creer…Tenía la mirada triste, apagada y a punto de llorar…Sentí pena, mucha pena, pero sonriéndole le dije…¿Y por qué lo estás pasando tan mal? Porque me has echado de tu vida, me contestó… Era un hombre abatido por el dolor… Se quedó mirándome la cara, la boca…Lo está haciendo otra vez, me dije, ya me está desarmando toda entera…Me enfrenté a él retándolo descaradamente y sonriendo como una alimaña le respondí…Loca por tus besos, estoy loca por tus besos…Un atisbo de luz iluminó sus ojos y una liviana sonrisa asomó a sus labios…Y dándome la vuelta seguí mi camino pensando…Lo tengo en el bote…

No hay comentarios:

Publicar un comentario