domingo, 5 de febrero de 2017

AMANTES DE PAPEL.- (MICRORRELATO)



Esa necesidad que tú tienes de rozarme cada vez que pasas por mi lado, es lo que más me gusta de ti…Es como si me tocaras el corazón y mil mariposas revolotearan alrededor, como si tuviera quince años aún, mi amor…Como si el tiempo se hubiera detenido en aquél beso prendido en mi boca, y jamás hubiera pasado por mi mente…y mi cuerpo… Debe ser esa manera tan impetuosa e infantil que tenemos tú y yo de no dejarnos vencer por la costumbre del mal querer…Me haces sentir joven y sensual…casi una adolescente siendo una mujer de edad madura…eres tan tenaz… me encanta…Siempre esa ansiedad en tus ojos reflejados por mi…y yo que lo sé, me pavoneo ante tus muestras de deseo con la agonía de mi cuerpo…Cuerpo ardiente siempre, rebosando lozanía en lo más profundo del legado de mi juventud perdida entre callejones sin salida, donde sólo el corazón pervierte a la razón…Me vuelve loca, me enloquece las pasiones…me las desorbita... Me encanta flirtear contigo hasta enloquecer… Me apasiona la idea de seducirte y volverte del revés… Me dan ganas de decirte palabras libidinosas al oído, besándote los sentidos con el terciopelo de mis susurros… Me gustas a rabiar y lo sabes, así que deja ya de provocarme, porque el día menos pensado voy a salir corriendo hacia ti y te vas a enterar bien de lo que soy capaz de hacer, que te voy a dar un revolcón y te voy a estampar un beso en la boca. que te vas a quedar sin respiración…porque pienso atarte las manos con la piel desnuda de mi carne y mi sed… Me mira y se queda observando mi caminar… Me está poniendo a prueba, al límite de mis sentimientos y emociones, quiere que estalle y lo deje todo por él, reclamando las caricias de sus besos prendidos en mi pecho, susurrándome suavemente…te quiero… y yo sabiendo cuanto le gusta eso de mí…Me dirijo hacia él mirándole la boca con la sensualidad de mis movimientos, y la coquetería de mi cuerpo, siempre sedientos de sus labios de fuego…Me desnuda con la mirada… Me gustas a rabiar y lo sabes, pero sería como una lucha sin cuartel y lo pasaríamos mal porque somos dos volcanes a punto de estallar, tú a tú manera, y yo a la mía…pues… Mi entrega total sin ataduras, te haría más daño a ti que a mí por mi forma tan arbitraria de ser…Se lleva las manos a los hombros y se los abraza con los ojos ardiendo como diciendo…te deseo…y me tira un beso que enseguida atrapo al viento antes que se caiga al suelo…y le sonrío desde lejos flirteando con la agonía de su mirada…otras veces me guiña un ojo y le susurra al cielo…mañana nos vemos…y se me llena de suspiros el pecho…Apenas puedo pensar porque antes de darse la vuelta ya me ha robado los sentimientos y hace con ellos lo que siente su cuerpo carnavalesco… Éramos amantes, tan sólo eso, unos amantes de papel, donde como en una obra de teatro, cada uno de nosotros teníamos una misión, y tarde o temprano tendríamos que hacer retroceso, volver a las raíces y olvidarnos de que cada día hay un nuevo amanecer...Me duele el alma, el corazón…Tengo los sentimientos rotos y los pensamientos se me desbocan como si tuvieran vida propia…ya no me pertenecen en mi sentir…están locos, airados, una continua lucha de dudas razonables aparecen ante mí cuando pienso en ti, como si no quisieran que me olvidara de ti…A veces tengo la sensación de que ya no me quieres tener a tu lado, y prefieres llorarme en la soledad de tus sentimientos. Sufrir tus penas solo y que te olvide, que encuentre la felicidad al lado de otro hombre… apartada lo más lejos de ti…Me dices que entonces podrás dormir tranquilo y en paz, pues la última vez que estuvimos juntos…Tenía fuego en las manos y al abrazarme, sentí todas sus palabras calladas, tan sólo me hablaron sus ojos cuando me miraban a la cara con la tristeza empañando su rostro… Me besó la boca en un infinito momento de pasión y con lágrimas en los ojos me dijo...no olvides nunca que te quiero y jamás dejaré de quererte...y dándose la vuelta me dijo adiós... Me estaba echando de su vida para seguir llorando en la soledad de su alma, encerrado en su habitación con la pena colgada a sus espaldas... Sabía que lo nuestro no tenía solución y estaba cansado de tantos encuentros a escondidas del mundo...ya no podía soportar más citas sin recibir nada a cambio, para luego seguir caminando solo y con la pena de saber que por las noches, no serían sus besos los que recorrerían mi cuerpo abandonado a sus labios, ni a la merced del vaivén… de sus abrazos…Seguí mi camino pensando en el porqué de su llanto, pues hasta el otro día, cuando nos vimos de frente, no había caído en la cuenta de que se estaba despidiendo de mí, de nuestro amor...y por eso…Hoy te cruzaste en mi camino y sentí la frialdad en tu mirada, como si quisieras pasar de mí…Pero pusiste tal empeño en demostrar indiferencia, que te traicionaron los gestos de tu cara…pues…Era tan intensa la sensación que emanaba de tu cuerpo, que se te escaparon los suspiros del pecho…y tú al darte cuenta que no te seguí el juego, te fuiste enseguida calle abajo para que no se escaparan los gemidos de tus pensamientos… y se quedaran rezagados entre mis cabellos…

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