miércoles, 25 de enero de 2017

MEZCLAS Y MATICES.- (MICRORRELATO)


Y ahora resulta que me he enamorado, ¡vaya que sí! Mira que lo estaba evitando porque bastante tiempo me he tirado suspirando y llorando, bien lo sabe Dios del cielo, el trabajito que me ha costado quitármelo de la cabeza, ¡miles de noches enteras derramando lágrimas sobre la almohada! Sin dormir nada, con los ojos abiertos como platos, que me levantaba por la mañana con unas ojeras exageradas de grandes, estaba hasta fea…Al final tuve que ir al psicólogo porque no me podía ni mantener en pie de la pena que tenía en lo alto…Hay que ver Señor mío, yo pensaba que ésos males de amores sólo ocurría en la adolescencia que es cuando todo se engrandece, pero no, se ve que por mis sentidos no pasan los años…¡Ay si mi madre levantara la cabeza! Me daba dos tortas y me quitaba la tristeza de golpe, porque para ella, estos suspiros tan románticos sólo existen en las películas, que el matrimonio es un valle de amargura, que aquí se viene a pasar penas, que no es todo el oro lo que reluce, que se ven muy bien los toros desde la barrera, y un montón de frases aleatorias que acababan con el refranero español. En una palabra, que la convivencia acaba con las pasiones, los besos retorcidos y los abrazos furtivos… Mira quién iba a hablar, que ha estado enamorada de mi padre desde el primer día que lo conoció hasta el último aliento de su vida, que lo esperó para decirle adiós…Pobrecita, cada vez que me acuerdo de aquellos momentos…lloré más…El caso es que éste psicólogo que se las da del mejor quita penas del mundo, me atiborró de pastillas y andaba medio sonámbula desde que me levantaba hasta que me acostaba, parecía un fantasma andando por los pasillos…Así que decidí arreglármelas solita, porque eso de tomar tantas medicinas me causaba una adicción que en vez de ponerme buena me puso peor, y por eso les cuento... Yo tenía una vida casi perfecta, bueno, no, será mejor que diga medio imperfecta…Ni casada ni soltera, ni viuda, ni amiga siquiera, tan sólo amante y compañera en ésta lucha infinita de pasiones ocultas, donde mezclas y matices se dan la mano cuando un hombre y una mujer se enamoran de esa extraña forma de querer, poniendo al mundo del revés…Estaba loquita del que yo creía mi esposo ante los hombres y ante Dios… Lo quería con toda mi alma, con todas las fuerzas de mi ser, y después de tantos años de relaciones infiltradas lo tenemos que dejar, porque hay que guardar las apariencias y sacrificarnos por la sociedad…Verdad debe ser, por supuesto, que lo acepto y estoy de acuerdo, pero duele tanto, ¡vaya que sí! Que me duele a rabiar…A veces presiento que a él le ocurre lo mismo y me siento morir, pues no quisiera que sufriera por mí… No te quiero pensar y te pienso, fíjate, será porque tú no quieras que te olvide ni un momento y estás aquí siempre dentro, en lo más hondo de mi corazón…vuelve a mis brazos mi amor, mira que te estoy penando y ya no sé cómo hacer para echarte de mi ser…Dicen por ahí que cuando se contiene la respiración el pensamiento muere…no lo sé, pero a veces me vacío con la mente en blanco y aún te siento a mi alrededor… Vete, fuera de mi camino que ya no quiero verte, que hoy quiero sentirme libre en mi libertad... Nada, no se va, sigue ahí… ¡Ay Señor mío! No sé ni cómo subsistir a ésta soledad… Tendrás que hacer un milagro aunque sea muy pequeñito. En éste momento necesito de todas tus fuerzas para salir de éste pozo sin fondo en el cual me hallo…Como estaba tan triste y decaída, me fui al cementerio para ver a mi madre… Me quedé observando las letras que estaban escritas y tan sólo sentí un vacío muy grande. Creí que lloraría de dolor y no fue así, tan sólo una desazón y un no sé qué invadió mi corazón… No lo puedo comprender y tengo miedo, mucho miedo de no sentir nada, me gustaría llorar, porque las lágrimas me oprimen el pecho... No tengo lágrimas, no siento nada de nada, ni siquiera fantasía para seguir escribiendo…Estoy apagada, triste, enigmática, no me reconozco. Yo no soy así y me rebelo. No me gusto, quiero llorar a lágrima viva… Mamá ya hace mucho tiempo que te fuiste al cielo, dime dónde está la clave del amor, sabes que lo quería y mírame como estoy, hecha una piltrafa…Mamá, mamaíta mía, te ruego que me ayudes. Me encuentro en un laberinto de emociones, todas desconocidas para mí. A lo mejor es la edad esta tan boba que tengo que vuelve a las personas impávidas e inertes. Quiero estar viva, quiero sentir mucha pena, la indiferencia no me va, por favor ayúdame desde el cielo. Necesito tu ayuda, urgentemente, rápido, por favor, te necesito ya… Quería perderme entre llantos y suspiros y no conseguí nada. Fui allí para encontrarme y me perdí entre recuerdos de mi infancia y escenas de películas, esas que cada domingo iba a ver al cine junto a mis hermanas, las que esperábamos con tanta ilusión toda la semana... Un rayo de luz iluminó mi alma como cuando era una niña alegre y despreocupada, y bajando aquella cuesta, salí corriendo como una verdadera atleta de los sentimientos…Son los matices de la vida los que me hicieron resurgir de mis cenizas, mezclando en una coctelera de amor, todas esas sensaciones que sentí en un momento de esplendor, y como una melodía sin letras brotó de mi garganta unas lágrimas que tenía acumuladas en mi interior cantando como un ruiseñor…Dejé atrás el cementerio donde encontré a la niña que estaba aún llena de ilusiones y esperanzas…La que no quisiera perder nunca…Y por eso cada mañana me levanto muy tempranito y me voy a caminar por ahí, y poco a poco empecé a vivir…Empecé a ver la vida de otro color y me di cuenta, dándole la razón a mi madre, cuando decía aquello…Ningún hombre merecen lágrimas de mujer, que el mundo está lleno, y si ese no te quiere, ya encontrarás otro que esté a la altura de tu amor…pues… He conocido a uno que me ha vuelto loca el sentido, y no es que lo haya buscado, no, para nada, sino que se me ha cruzado en el camino…Me abraza bonito, me besa ardiente y me acaricia el cuerpo con la mirada y me dice en el oído…te deseo…no sabes cuánto te deseo…se arrimó a mi cuello, me agarró por la espalda y oí sus jadeos… Me encandiló por completo y me dije a mí misma… ¡Éste es el hombre que yo quiero! Porque a mí lo me que gusta es que me deseen y que me lo digan de esa manera tan apasionada…que me cojan por la cintura y me lleven en volandas hasta la cama, y me arranque el tanga con los dientes, y de un vistazo me diga…estás para comerte…





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