domingo, 24 de enero de 2016

LLENÓ MI VIDA CON SU ALIENTO.- (MICRORRELATO)



Me prometiste el cielo y vivo en el mismísimo infierno…Me susurraste en el oído te quiero y no te veo…Me dijiste por ti muero y no vivo desde aquél mismo día que te entregué mi cuerpo…Me llenaste la cabeza de fantasías de esto y lo otro, que si me parara a describir, jamás acabaría, porque mira que eres embustero y mentiroso, ¡eh! que me has metido cada trola…y yo toda ahí loquita como estaba por ti…Te veía tan guapo, tan esbelto, con ese porte de elegancia…y esa mirada ardiente que cada vez que pasaba por tu lado me desnudaba de una manera que a mí me volvía loca, loca… Me exprimiste la mente y empecé a hablar y pensar como tú, como si me hubieras robado el alma…Cada vez me decías algo diferente, que si era la mujer de tu vida, que si tu media naranja…Que si no dormías ni de noche ni de día, que si me amabas, que si me necesitabas…Y yo tontita contigo, con la boca abierta, escuchando mil promesas de amor… ¡Cuántos juramentos aquella mañana de invierno! Y mientras me besabas la boca me arrimabas a tu cuerpo…hasta que te entregué el mío, todo enardecido de loca pasión…y me hiciste tuya, tuya…haciéndome la mujer más feliz del mundo, ¡qué ignorante e inocente...! Porque te pillé ¿sabes? Te pillé mirando a otra mujer, y en tus ojos vi la misma chispa ardiente que pusiste en mí…y luego te pillé por los lugares que ella solía ir, hasta te pillé una mañana rondándola…y más tarde hablando los dos solos muy cerquita vuestros rostros que parecía que le ibas a comer los morros…Había una oleada de complicidad entre tu mirada y la sonrisa de ella…Luego vi cómo le pasabas la mano por los hombros…y se me cayó el mundo encima…Y salí corriendo, corriendo, calle abajo, con los ojos inundados de lágrimas, apenas veía nada, tropezándome con la gente…reprimiendo los gritos para que no me oyera nadie, pero cuando llegué a un lugar solitario deje salir los alaridos que tenía apelotonados en mi pecho, y atravesaron mi garganta como si fueran trocitos de cristales rompiéndome las cuerdas vocales…Salieron como gotas de sangre…Me quedé toda la mañana llorando hasta que se me acabaron los suspiros que poco a poco quedaron despojados de aire y tan rotos, que apenas eran soplidos, casi pompas de jabón que estallaban al salir de mí…Me vacié entera, miré al cielo y me dije, ¡éste se va a enterar de lo que vale ésta mujer! Y al otro día como si nada, como si todo hubiera sido un mal sueño, una pesadilla mía…Eres muy celosa y posesiva…Eso era lo que siempre me decía…Tenía la prueba con pelos y señales y no desperdicié ni un instante en contarle con todo detalle…Ni me miraste, ni me diste una explicación…y me abandonaste…y me quedé triste…y sola…y con el corazón seco… Y después de tantas ausencias, ahora vienes a verme y ya no siento nada de nada, ¡qué cosas más raras me pasan por Dios! Me arrojaste de tu vida y ahora me buscas sin medida…Lo siento, pero no puedo volver, hay algo dentro de mí que me lo impide…la duda se instaló en mi mente y ya no puedo estar contigo más…Debe ser que me acostumbré a vivir sin ti,  sin tus besos mañaneros, sin tus fogosos apretones…Me acomodé a tu olvido tal vez, y es que me desencanté y me encuentro en un estado lúdico y fantástico…Y ahora resulta que me he enamorado de nuevo de un hombre de lo más normalito del mundo, pero es tan atractivo su estilo, tiene una actitud ante la vida tan emocionante, con un aire de libertad en sus maneras y hablar…y un talante de humildad, un humor, todo risueño y jovial que me ha llegado a enamorar de una manera casi extrasensorial…Fueron tan sólo dos palabras las que llenaron mi vida de esperanza…Pienso en ti…lo mismo que yo vida mía, que no puedo olvidarte…Dime que lo has pensado bien y quieres seguir conmigo…de cualquier manera…y caminando a golpes de latidos…y con los cinco sentidos…Deben ser cosas de mi estado de paz, porque antes ni los veía pasar y fíjate lo que me ha cambiado el pensar, o quizás sea el sentir de los que yo llamo duendecillos traviesos, esos poderes que tenemos todas las mujeres cuando sufrimos algún desengaño amoroso como el que yo padecí, ¡ay madre mía de mi vida, qué contenta estoy! ¡Y qué alegría tan grande! Es como si dentro de mi cuerpo o mente esté a mil revoluciones y me brota una sensación mágica y poderosa de tal manera que me dan ganas de reír toda la mañana, de cantar, de bailar…quizás unos de esos espíritus errantes que pulula por ahí se haya instalado dentro de mí, no lo sé, pero es fantástica ésta manera de querer, porque me siento tan llena…Llena de vida, y con una sensación dentro de mi alma, como si acabara de renacer, y es que me acostumbré a tu olvido y ya no me late el corazón en el pecho, será porque ya no te quiero…Ya no te quiero como antes que no podía vivir ni un momento sin verte, me ahogaba, sin ganas de comer, ni vivir quería, me daba igual todo, nada tenía sentido para mí, ni siquiera tenía ilusiones, en cambio ahora me siento tan viva y con tantas ganas de hacer cosas bellas…y es que me enamoré de nuevo de uno tío muy echado para adelante que me sonrió el entrecejo que tenía ceñudo desbaratado…y regó mi cuerpo con sus besos…y con su aliento…Me levanto con unas energías que es como si Dios me hubiera tocado con la varita mágica y salgo brincando por la calle con el pensamiento, porque si lo hiciera físicamente la gente diría alto y claro…¡Pero dónde va esa tía loca…! Y con razón, porque yo no llevo un cartel en las espaldas ni en el pecho que diga… ¡Gracias Señor mío por llenar mi vida de fantasías! Y es que hay uno por ahí que me gusta, que me atrae y ¿quién sabe…? Quizás le dé un par de besos, y si te he visto no me acuerdo…no sé…depende de lo que me pida el cuerpo, pero…si no quiero perder mucho el tiempo, me lo camelo al momento…y lo arrastro hasta mi valle…Y me sonrió con picardía cuando le dije…Vamos a jugar a los médicos…y me auscultó el pecho con la yema de los dedos, me dio la vuelta para acariciarme entera, me acarició el cuerpo con el terciopelo de sus besos… y llenó mi vida con su aliento…








No hay comentarios:

Publicar un comentario