lunes, 23 de marzo de 2015

EN LA PRISIÓN DE TU ALMA.- 2º (MICRORRELATO)


Te quiero, te amo, grita mi nombre en tu boca llamándome loca, tú eres mi loca…Escúchame bien, pega tus oídos al grito apasionado de mi pecho y apiádate de éste loco corazón…Sal de ese caparazón que no te protege. Llora, muéstrate tal cual, no te avergüences de ser como un niño buscándome. Se valiente y di que estás enamorado de la loca, grítalo que eso no es malo, es bueno y libera toda boca reprimida…¿Dónde estarán aquellos besos ardientes y hermosos? Se quedaron en el rescate del amor quemándose con el fuego de tu pasión...¡pobre de mí! Ahora ni aguas mil... tan sólo mis lágrimas como lluvia de abril...Te colaste como un pasajero en mis sueños, una quimera, una ilusión…Una aventura más de la vida que me trae y me lleva en la armonía de cada día, cuando a la realidad sucumbe y despierta...¿dónde estarán aquellos besos prohibidos, lentos y revoltosos? Se quedaron en la oscuridad de la noche mientras dormías... ¡Besos del alma mía, cómo me gustan todavía! Dámelos todos antes de que amanezca el día… Sé que estás ahí, triste, apagado, solo y casi desnudo ante tu dolor, te encuentras en una tesitura que no te deja vivir. Te estás consumiendo poco a poco, pues lo único que quieres es tener tus besos, ¡los míos! Esos que nos damos a escondidas del mundo y que nos hace ser libres de todos los prejuicios que tenemos dentro de nuestra alma, que nos domina y nos atrapa en un espejismo de eterna juventud…Tienes tanto miedo al corazón que obedeces las órdenes de tu razonamiento para no rendirte ante mí…Lo único que quieres es tenerme bajo el yugo de tu voz y mando, reclamando tus caricias, las mías, aterciopelando todos los sentidos de tu cuerpo. Esas palabras ardientes y locas que traspasan tu pecho en un aire fresco de locura, y que tanto te gusta porque me entrego llena de deseo, ahogándome entre suspiros ansiosos de furia y frenesí, derrotada y rendida ante ti…Besos de contrabando, a escondidas del mundo, acelerados, palpitando a mil y que tenemos dentro de nuestra alma, que nos domina y nos atrapa en una encrucijada infernal…Pero no, tú sigues como si todo fuera viento en popa, ¡mientes! Mientes continuamente es un estado superfluo de desmedida risa pintada en la cara cuando por casualidad nos cruzamos sin querer, o es que tú sabías ya de antemano que me ibas a encontrar…Somos iguales, ya ves, siempre me lo has dicho, pero es tanto como me quieres retener para ti en el momento que te lo pide el cuerpo, que las mismas ansias te superan agónicamente dejándote el gesto de la cara maltrecha, fíjate cómo te conozco que aún sin verte te imagino en tu casa cómodamente sentado viendo la tele, pero con todas las facciones tensas de pena y dolor…Un vacío te recorre el estómago y apenas tienes apetito. Lo sé, me lo dice la mente, esta mente unida a la tuya que sin proponérmelo siquiera sé que estamos comunicado por ese hilo ardiente y lleno de loca pasión…Me llamas a voces gritando mi nombre en el silencio de la noche, me lo dicen esos duendecillos traviesos que pululan alrededor y me están susurrando al oído…Te quiero corazón…Así de tierno eres cuando ya no puedes con el deseo que te hierve la sangre por dentro, ahogándote con la soga de tus miedos…Temes perderme, como siempre temes, por mucho que quieras olvidarme ahí dentro me tienes, como la sangre que recorre tus venas y sin ella te mueres…Ya estoy harta de ti…Me cansé de fingir, me cansé de esperar, me cansé de ti…Es una lucha sin fin, donde no hay ni ganador ni perdedor, tan sólo ese tonto estilo tuyo de un sinvivir, como si luchar en la batalla interminable de tus sentimientos resolviera tus problemas…Tantos miedos, tantos besos reprimidos, tanto dolor en mi alma…Hombre que no me quiera bien, alas para tus pies…Vuela, eres libre, escapa, huye…No me escuchas, no me haces caso porque sabes que tu libertad será la prisión de tu alma. Estarás encadenado a tus dudas, a tus miedos y a tu incertidumbre. Tienes una olla a presión en tu pecho a punto de explotar. Aún no te has dado cuenta de lo fuerte que soy, y ese candado que le has echado a tu mente yo lo abriré con la llave de la fantasía, escribiendo la historia como me gustaría que fuera manejando las palabras al acomodo de mi alma, pues no es más feliz quien despierta a la realidad, sino el que sueña jugando con las letras…¡Vengan las palabras bellas a mi cabeza! Las quiero brillante como las estrellas y ardientes como el fuego que me abrasa, ese fuego del infierno que llevamos todos dentro… ¡Vengan las palabras a mi boca que yo le pintaré alas! Alas, alas para mi lapicero…Es una quimera, una ilusión…Me he acomodado a la armonía del sinvivir…Ya no sabes qué hacer. No sabes cómo llamar mi atención, dándome a entender que sin mí puedes vivir…¿a quién querrás engañar? Eres un títere de tus propias mentiras. Estás en un laberinto de pasiones donde la duda no te deja estar en paz y por eso te presentas cada día frente a mí para que vea la cara de felicidad que tienes, y aún no te has dado cuenta que en la mirada llevas arrastrada toda tu pena...Esa mirada que me enamoró desde un principio aún habla sin palabras...Mirada sangrante, mirada de hombre triste, mirada con la esclavitud de los suspiros reclamando mis ardientes besos, mis gritos y mi fuerza…Yo tengo la fuerza en los sentimientos, esos que te motivan a seguirme en cualquier momento...momentos peligrosos, dudosos, atrevidos y llenitos de lujuria...Eso lujuria que tanto te gusta cometer a mi lado cuando empiezas a manejar mis emociones de manera tan lasciva y yo que te conozco, te miro y de una ojeada mía te dejo caos al instante de intentarlo siquiera...y cuando menos te los esperas, siempre algo nuevo entre rejas...

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