Como gran poeta me veo en esos
momentos de sentimientos derramados en el tiempo... Demasiados sueños rotos,
demasiadas ilusiones puestas para escribir una novela de amor donde tan sólo tú
y yo nos entregamos con pasión… Fuiste tan sólo un sueño entre tantos que tengo
en el silencio de la noches pues como pluma de paloma mensajera me siento
cuando me pongo a escribir un relato, cuento o novela… ¿Dónde el amor? ¿Dónde
el recato? ¿Dónde el pundonor? Se
quedaron en el rescate del ardor quemándose con el fuego de tu pasión y ahora
ni aguas mil, ni lluvia de abril, tan sólo mis lágrimas para apagarlas y mi
sufrir… ¡Besos del alma mía...cómo me gustan todavía…! Dámelos sin prisas que
hoy tengo todo el día…Y ese pulso que estás echándome flirteando con esa otra mujer
tan ridículo y descarado, es lo peor que has podido hacer para darme celos
porque así si que me vas a perder, haciéndome creer que te gusta y que ya no te
intereso, que pasas de mí. Has cometido un error y por eso ahora estás que te
comen los demonios por dentro. Me conoces tan bien que sabes que me has hecho
daño y te has dejado ver bajo la piel, tan sólo para llamar mi atención, haciendo
el payaso fantasmón. No es lo mismo que un hombre mayor se ponga a tontear con
una señora mucho más joven que él, que una mujer de edad madura, que aunque le
doblara los años, jamás tendría que recurrir a tan patética estupidez, tan sólo
dejarse caer tal cual, llevándoselo a su terreno antes y con tiempo, ahora y
después. Eres como un niño perdido, un jovencito enamorado, fíjate mi amor,
cómo te conozco, que habiendo pasado de los cincuentas, te comportas con las
inseguridades de los adolescentes. Se que necesitas estar enamorado siempre,
llenar tu vida de emociones fuertes, lo sé, eres esa clase de hombre que en cada
momento tiene que tener un motivo para cada día de tu vida, donde las palabras
apasionadas estén cayendo de tus labios. No te gusta tu realidad, estás tan
aburrido que necesitas constantemente vibrar como un chaval…Vives en una
nebulosa de algodón, pero tan transparente que por mucho que te escondas te veo…Eres
un sueño, una esperanza, una ilusión, más o menos como yo. Dos auténticas
antorchas recorriendo a la par la aventura de la vida en una espiral
vertiginosa, llevando a límites insospechados las ansias insaciables de la
pasión, donde las emboscada nos arrastran a caer en las miserables debilidades
humanas…Te has jactado toda la vida diciéndome que somos iguales, idénticos…Dos
almas gemelas, solías decirme…¿te acuerdas? Para lo bueno y lo malo…Los mismos
celos, las mismas dudas, los mismos miedos…Pero hay algo que nos diferencia y
que está por encima de todo…Ese orgullo que te está matando porque no quieres
dejar tus temores al aire, ni mostrarte tal cual, y por eso te escondes tras
esa máscara de libertad. Caminas por la cuerda floja aguantando el equilibrio
hasta que ya no puedas más…Y yo aquí de espectadora te veo temblar y tú que lo
sabes, antes de ceder sigues amargado a pesar de tu estado emocional…Yo no
tengo orgullo, pero sí dignidad… Sabes que me encantan los retos y me
acostumbraste a tener paciencia, has sido mi mejor maestro y soy una alumna aventajada,
pues bien que me ceñí a tus desaires y luego a esa cara de perro apaleado, con
todas las miserias pintadas en tu cara, tus gestos, tus ojos, esa mirada triste
que te delata…Sé que esperarás hasta el final. Te estas dando la oportunidad de
alejarte de mí, aún sabiendo que vivo en ti. Estoy dentro de tu corazón, me
llevas pegado a tu carne, lo sé, lo presiento. Te veo sufrir cada vez que me
ves andando por ahí con la esbeltez de una tigresa, segura, valiente y descarada…Voy
clavando mi porte a cada paso alejando los miedos, dando trompazos a cada golpe
de desdicha, mostrando la elegancia en mis movimientos rápidos y alados. Sabes
que me valoro mucho y ya no pienso ceder ni un ápice más por ti, porque sé que
después me dejarás como siempre y yo no soy tu válvula de escape…Quiero que
vibres, quiero que abras tu pecho, sangre tu garganta con mi nombre enredado en
tus cuerdas vocales y me digas de nuevo en silencio…¡madre cómo te deseo! Quiero
que cuando me veas tus piernas tiemble, te falle el pulso, te lata el corazón y
explote tu pecho en mil suspiros de pasión, y cuando me arroje sobre ti con
desespero, te haga gritar de placer para tu cuerpo y te derrumbes todo entero…Que
caigas rendido y derrotado ante la fiera que hay en mi, y notes el abrazo de mi
alma…Sabes que siempre me han gustado los hombres fuertes, atrevidos,
valientes, esos que se pierden en la locura de la pasión. Hombres que arriesgan
toda su hombría y se quedan desnudos, como niños perdidos en alta mar y se
entregan al desconcierto de la vida sin causa y con riesgos…Yo quiero que me
quieras con la fuerza de un volcán en erupción, ya no me conformo con menos…Mi
vida es única y la quiero llena de tesoros que tengo en mi interior. No le
dilapides más, no juegues conmigo por Dios, ya sabes lo débil que es éste
corazón cuando ve como me pides limosna de amor…No llores por mí, no sufras más,
pero no me robes más la dignidad…Me acostumbraste a seguir los signos de tu
candil y eso me hizo ver que hay algo más dentro de ésta débil mujer. Si, soy una
mujer débil, y no me avergüenzo de lo que siento, porque lo que siento
pertenece a mi mente. Una mente libre y poderosa…Y un hombre que sepa
contemplar tal como soy, será un hombre digno de mi amor. Un hombre con
templanza que se preocupa de la tranquilidad de mi alma, que me escucha, me
pregunta, se preocupa, se interesa, que me ama apasionadamente buscando el
equilibrio emocional de mis sentimientos, acariciando la piel de mis oídos y
sueños con la mirada de la pasión…Continuará...
No hay comentarios:
Publicar un comentario