Me fui a caminar por ahí, quería perderme entre callejuelas
estrechas, esas que están recién regadas y en sus paredes cuelgan macetas con
gitanillas, ¡qué bonitas y alegres son…! Hacen que el paseo se convierta en una
aventura interminable de pasión…Me encanta imaginar historias de besos y
abrazos prohibidos que, según mis pasos van a la deriva, escucho las voces del
silencio en las huellas de los patios, y tras los ventanales aún quedan los
gritos ardientes de ese loco amor que está siempre por aparecer…pues…Es tanta
la inquietud que me oprime el pecho, que apenas puedo leer en las encaladas
paredes el rastro que dejaste aquella tarde cuando me dijiste…Contigo hasta los
infiernos…Y ahora ya ves cómo estoy, hecha polvo, toda rota y destrozada por
dentro al ver cómo te vas alejando de mi corazón…Y por eso estoy aquí, sentada
en una cafetería sola, dejando pasar las horas hasta que llegue el momento de
regresar…La gente camina de un lado a otro de prisa…A veces tengo la sensación
de que me hallo en una butaca de cine viendo una película de personajes
imaginarios…pues…Son escenas de otra vida en la cual era una niña y todo me parecía
especialmente maravilloso…Ahora no…Ahora, en éste momento inmediato todo me
parece tan irreal e injusto…No comprendo que estando tan enamorados tú y yo, no
podamos compartir la esencia del amor…La gran aventura de la vida como es la
pasión de estar juntos hasta el infinito…Debe ser que no estemos hechos el uno
para el otro y por eso tenga esta inquietud de escenificar lo que pudo haber
sido y nunca será…Hay un hombre guapo sentado frente a mí…No sé cuánto tiempo
llevará ahí, pero hasta ahora no me había dado cuenta…Será que la vista se me
pierde entre los recovecos de tu suerte…No para de mirarme…Acaba de encender un
cigarrillo rubio, y no sé si lo hace adrede o es sin querer, pero me está
mirando insistentemente y echado el humo hacia mí como si fuera un beso al aire…Me
estoy poniendo muy nerviosa…No sé si irme o no…Dudas llenan mi corazón, y eso
que casi siempre soy yo la que domina la situación…Siento rabia sentirme como
una quinceañera…Creo que me está poniendo a prueba…parece algo más joven que yo…Sí,
sí…el típico buitre…He de reconocer que me fascina que un hombre me mire así…Me
está seduciendo con la mirada…¡Éste es más listo que el hambre! Se le nota esa
pizca de don Juan…pero yo no pienso ser su doña Inés…Quijotadas las justa…Para
eso estoy yo, ¡ni hablar! Éste se cree que me chupo el dedo o que estoy ansiosa
de sexo, ¡me da una rabia! ¿Por qué serán algunos tíos tan descarados en sus
insinuaciones? La verdad es que está como para hacerle un favor… ¡Ay si mi
madre levantara la cabeza! ¡Señor, Señor…! Creo que se me va la pinza…tendrás
que tener un poco de paciencia conmigo, pero es que me encuentro tan confundida…no
sé qué hacer en éste momento… ¡Vaya me está sonriendo! Dios mío te ruego que no
me de la risa porque la liamos, me conozco y la lío bien parda…Al fin y al cabo
tampoco estaría nada mal que me diera un garbeo con él por ahí…podría pasar un
rato agradable…tampoco es necesario irse a la cama… ¿o sí? Creo que me estoy
pasando siete pueblos caminando por estas calles que me apasionan y me
enfrentan a situaciones que para mí quedan…Debe ser éste magnetismo que tengo
de atraer frases al viento que se colocan en mi cabeza sin autorización ni
consentimiento…Vagan por mi interior con elocuencia como perico por su casa…pues…Éste
hombre que está aquí me está pidiendo guerra desde el primer momento que me
vio, y ahí, como el que no quiere la cosa, dejó caer palabras bellas y hermosas
que seducen y enamoran a cualquier señora de cierta edad, y yo que estaba poseída
por las iras de la perdición, le puse sobre la mesa…¡Oye tú! ¿Quién yo? Sí, sí,
tú…a ver si te has creído que una es tontita…Se quedó a cuadros…no lo dejé ni
abrir el pico, porque para mí que era un buitre de cuidado, esos que se lo montan
bien con cualquier mujer que esté con hambre y con sed, pero yo…comme ci comme ça…¿Sabes qué te digo? La
expresión de su rostro era todo perplejidad…o…Se estaba mofando de mí
aparentemente o…de él que no daba crédito a tanta arbitrariedad por mi parte…pues…Presentía
que estaba tanteando el terreno con palabras suaves y remisas, como si yo fuera
la gatita presumida y él un ratón juerguista y bribón, ignorando que…Me siento
libre de prejuicios, dimes y diretes…y donde él iba, ya estaba de vuelta yo…Por
lo que le solté a bocajarro con pena y retintín…Con todos mis respetos hacia tu
persona le diré que no me interesa usted…
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