No lo podía creer, el corazón me
dio un vuelco cuando alcé la mirada y te vi frente a mí…Iba caminando
cabizbaja, pensativa, dándole vueltas a ésta extraña sensación que me apresaba… Te estoy echando tanto
de menos que me duelen hasta los suspiros del pensamiento...pues... Los tengo
tatuado en el pecho con el recuerdo de tus besos...Me dolía el alma, los
sentimientos…la piel, los cabellos…toda yo era pura desazón…casi rota mis
lágrimas que por muchas ganas que tenía de llorar, no brotaban de mis
ojos…Tenía miedo de éste querer mío tan intenso que ya no podía detenerlo… No
sabía cómo salir de él… incierto y desleal infierno…Un engranaje de pasiones
ocultas me dominaban y empujaban a seguirlo hasta donde quisiera que estuviese…hasta
que no me quisiera más... Dependía totalmente de sus deseos…me encontraba a la
intemperie…pues…Aquí te pillo y aquí te mato se había convertido en una
realidad sospechosa…A veces pensaba que me utilizaba para calmar su lujuria…Me
encantaba apagar ese fuego que lo quemaba por dentro y a mí me enloquecía de amor…Estaba enamorada de
sus sentires, sus pasiones y sus penas que eran las mías, lo mismo que sus
debilidades expuestas al aire que respiraba cuando me atravesaba con la mirada…mirada
que encendía la niña de mis ojos…pues…Estaba hecha para él…era el molde
perfecto para saciar su sed…pero…aparte de eso es que… Me quiere, lo sé…me quiere y lo quiero yo también…nos queremos…Me ve
caminar por la calle y se queda quieto…embelesado…observándome…Sonriendo con
los movimientos de mi cuerpo y se adelanta para sentirme
cerca…olerme…aspirarme…y yo que lo escucho tras de mí…me dejo mecer por la
sombra de su piel…Me roza con las manos la cintura, las nalgas…y me recorren
unos escalofríos desde los pies hasta las espaldas…me vuelvo, me sonríe y me
rodea el cuello con un brazo y con el otro se queda tanteando por los bajos con
la mano…y yo que lo deseo tanto…le acaricio los oídos con la ansiedad de mi garganta…pues…Nací
para amarlo sin fin…y lo sabía, ¡vaya que lo sabía! Que hacía conmigo lo que
quería…Me tenía completamente dominada, o quizás yo a él, que sin preámbulos me
lo llevaba a mi terreno cuando quería y como quería…Quizás nos enredamos en un
cruce de caminos donde no hay lugar ni destino para apagar ese fuego infernal…A
veces pensaba que los deseos me manejaban, e inconscientes de ellos, me aferraba
a las pasiones que nos embaucaban…Éramos dueños y esclavos de nuestras propias flaquezas…y
enterezas…pues…Cada vez es más difícil estar juntos…Cada vez era más difícil
vivir sin ti…Ya no sé cómo dejarte de querer…quisiera olvidarte y no caer más
en tus brazos, pero no me lo pones nada fácil, mi amor…eres tan tenaz…tan
irresistiblemente atractivo para mí que me desarmas toda entera y me rindo…me
rindes…A menudo me hacía con los mandos razonables del intelecto y mandaba todo
al garete sin importarme los sentimientos…Sentimientos aventureros y rocambolescos
que dominaban de tal manera la furia mental en la que me encontraba inmersa, que
era imposible combatirlos.... pues…Alimentaban la chispa de mi vida en fusión y
en activa a la que no estaba dispuesta a renunciar jamás…Se lo daba a entender
con la sumisión de mi dejadez a su querer…pues… Te llevo tatuado a fuego lento
en lo más profundo de mis infiernos, y…Estoy acariciando la idea de pasar
una noche loca contigo y decirte al oído...pienso besar tu cuerpo cachito a
cachito como si fueras un caramelito... Esos eran mis pensamientos aquella mañana
cuando caminaba cabizbaja… Algo me inquietaba…te presentía
cercano…Te estás paseando por mis pelambreras como si quisieras adueñarte de mi
cabeza y dirigir mis pasos hacia donde quieras que estés…Ya no sé cómo echarte
de ella, ni siquiera puedo planteármelo porque cada vez que me alejo, más cerca
te siento…Lo mismo que haces tú, que cuanto más me deseas, más temes a tus sentimientos,
esos que te dominan hasta los mismísimos movimientos, los cuales, sin poderlo
evitar, desde la distancia manejo con los tientos del querer…Debe ser verdad esa
sensación de apego que tienen los quejidos que doblegan a los deseos del cuerpo…ahora
y al momento…El corazón me palpitaba de una manera descabellada, de tal manera,
que parecía que estuvieras rondando por aquí…Me estaba llamando a voces desde su
corazón, podía oírlo latir…o quizás imaginaba que caminaba junto a mí… Era como
si te adivinara los pensamientos, como si estuvieras a mi lado andando
tranquilamente…me estaba empujando a su encuentro para decirme cuánto me amaba
y que nunca me olvidaba… pues…Te llevo clavado en el pecho, tu alma y la mía
siempre unidas por una diapasón de amor…Una vez oí decir por ahí que cuando una
persona piensa en otra es porque ella te piensa, y verdad ha de ser cuando de
repente te vi frente a mí…Me mira... lo miro y me sonríe... le sonrío... y en esa
sonrisa fresca hay un mundo de pasión...
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