Estoy
muriendo poco a poco si no te vuelvo a tener…Se me va la vida en cada soplo de
aire que entra en mis pulmones, y salen gritando tu nombre con la ansiedad de
esos amores locos que se dan en los primeros años de la pubertad… Estas eran mis
cavilaciones en aquellos momentos que me encontraba sola…pues…Andando en mis
soledades me pierdo entre nubes de algodón y pienso para mí…¿qué será lo que
tanto le molesta de mí? Y por más vueltas que le doy a la cabeza, todavía no lo
he logrado descubrir, lo único que saco en claro es que te gusta demasiado mi
forma de amar…y por eso te alejas…pues…Tienes miedo de tener tanta dependencia
de mi…Yo pensaba que no podría vivir sin ti, que moriría de dolor, que si me
dejabas la vida ya no tendría ningún significado para mí, pero no, se ve que la
naturaleza sigue su ritmo…pues… Dicen las malas lenguas que nadie muere por
nadie, y verdad ha de ser cuando sigo transitando tranquila y fuerte…Ya lo
decía mi madre que en paz descanse…Hijita, todo tiene solución menos la muerte…¡qué
lista era! Y a las pruebas me remito que apenas siento tu olvido, y mira que
hace un par de mese que no paraba de llorar, pero se ve que hay una guerrera por
ahí…Será que he sentido la malicia de tu crueldad…Quisiera ser mala, pero no
puedo. Soy incapaz de tener maldad, y no es que me considere una santa…No, no, para
nada, que de errores y tropiezos estoy hecha, pero no sé cómo ser mala, ¡ya me
gustaría! Y por eso jamás podré entender el porqué tanto ensañamiento
conmigo…pues…No era necesario llegar tan lejos, con haberte enfrentado a la
realidad y haber cortado por lo sano, me hubieras ahorrado algunos malos ratos,
y no que has estado jugando conmigo como si no tuviera sentimientos…Bueno, no
te preocupes, te perdono porque quise por los dos, y sólo me quedaré con los buenos
recuerdos. Fui muy feliz dándome a ti y me da igual que te hayas reído de mí,
¡vaya que sí! que disfruté cada momento…Todos mis besos fueron dados con
amor, con alegría y con mucha pasión, y eso es con lo único que me quedo. No
anido en mi interior ningún rencor…pues…Yo creí que me querías de verdad y por
eso seguí contigo…Sabía que aquello que sentía por ti no era lícito, pero no
podía parar…Lo amaba más que a mi vida, y aún lo amo, ¡vaya que sí! pero ahora
me guardo mucho porque sé que no es de fiar…En realidad nunca lo ha sido del
todo, pero estaba tan enamorada que no quería saber nada de nada…Me hacía la
sorda. Me negaba a oír las corazonadas que sentía, sólo deseaba estar con él...
Entonces era más joven y soñadora, un poco ingenua también, más o menos como
ahora, pero confiada y romántica…Ya no...Me he vuelto algo desconfiada, aunque a
veces echaría todo por tierra sin importarme que quisiera aprovecharse de mis
sentimientos…pues…Quiero por los dos. pero…Tengo la sensación de que ya no
cedere más a sus pretensiones... Estoy cansada de tanto dolor que me ha causado
su desprecio, sus humillaciones, sus desaires…No podré soportar mas vejaciones
como las que he padecido en mis propias carnes…Se han despedazado mis
ilusiones, mis sueños y mis ganas de seguir viéndolo…Reconozco que cada momento
estando contigo era lo mejor de mi vida, jamás había sentido tanta locura ni
tantas pasiones…pues…Sacaste la hembra que tenía dentro…Te he querido tanto,
que aún sabiendo que tú no me querías, te seguía a todas partes con tal de
seguir a tu lado…me daba igual tu desprecio y el mundo entero…Sólo deseaba
tener tus besos, tus caricias, tus labios... Y ahora estoy aquí sola con la
sonrisa perdida en los ojos semicerrados que no paran de pedirme silencio…Me
parpadean por no llorar, pero lágrimas a lágrimas me gritan… Calla y no digas
nada… Deja que se vaya y que no vuelva más a esta casa… Ésta casa que nunca
aceptaste como tuya porque tú tenías la propia, la que cerrabas con la llave
del cancerbero, el perro guardián…Ese perro que enamoró a la perra esta que soy
yo…tu perra en celo... Y ahora no sé qué soy… Si tu pareja, tu amiga con
derecho a roce o tu amante…Tu esposa ante la sociedad o tu mujer… Esa mujer que
insististes que fuera, la que tantas veces me dijiste en el oído que era ante
Dios, y que yo prendida de tus caricias creía…Sólo te miraba enardecida, y
entregada te sonreía... Hoy pasaste junto a mí, me miraste y ni siquiera me dijiste
hola… Ni un gesto cariñoso, o una sonrisa que delatara la complicidad aquella
que teníamos al cruzarse nuestros ojos, ¡fíjate que cosas…! Y no hace más que
una semana que estaba contigo entre sábanas, ¿te acuerdas? Me arrastraste hacia
tu cama donde más de mil besos te entregué y tú me abrazabas gimiendo de placer
con la pasión que prendí en tu cuerpo con la chispa de mi amor…Y todo eso,
¿para qué? Para pasar de mí otra vez…como siempre… Como cuando te di el primer
beso…No sé por qué me sorprendo…pues…No es nada nuevo ese comportamiento que
tienes hacia mi… Lo has hecho toda la vida…Y por eso…Ya no me dejaré vencer aunque
se me vaya la vida en ello…Maduré…me hice mayor…Se agotaron mis sueños juveniles…Ahora
sé cuanto veneno desprenden tus deseos…tu mala sangre…No quiero más cuchillos
de cristal clavados en mi espalda y en mi pecho que está malherido de tanto
sangrar...Ahora quiero seguir contigo en la distancia de mis sueños, donde una
vez confié pensando que me querías, y por eso te perdono…pues…No tienes la
culpa de no haberme querido nunca, porque yo siempre quise por los dos...
No hay comentarios:
Publicar un comentario