Tenía la sensación de que había pasado una eternidad desde
que hablamos por última vez, incluso sus besos llegó a pasar a un segundo
plano, como si nunca hubieran existido…Se quedaron en un recuerdo fugaz...
jamás fue mío del todo…pues...Sólo me buscaba para llenar ese vacío que lo
tenía aletargado y conmigo se realizaba como amante enardecido y pasional…dejándose
llevar por la bravura de mi voz… libre y sin ataduras…Apenas siento nada, y
ahora en la distancia todo me parece un recuerdo lejano, muy lejano…como si
nunca hubiera existido…debe ser por lo poco que se entregó…o…quizás nunca me
amó…Y por eso estoy aquí, en clase de yoga, donde después de años y años negándome
a ir, ahora resulta que me encanta…pues…He encontrado un grupo de mujeres, que
como yo, estamos en una situación sentimental muy escabrosa…Solas, sin amor…Sin
besos y abrazos que nos calmen ésta sensación de vacío en nuestro corazón…Esta
sed que nos quema en los labios y no hay boca de hombre que nos la pueda apagar…Esa
liviana ansiedad de entrega total e incondicional a un extraño para acallar
tantos orgasmos olvidados…Sin hijos, son independientes y la mayoría viven en
pareja…Algunas somos abuelas, como yo, pero mi hijo, el único que tengo se fue
a la capital a vivir y apenas nos vemos, por lo que gozo de la libertad de mi
soledad y una economía bastante holgada para una señora de mi edad…Edad
madura…Ni joven ni mayor, pero sí que estoy en una etapa en la que quiero vivir
la vida con calma y paz, mucha paz…pues…Hasta ahora he estado en la cresta de
la ola, en un vaivén continuo de amor prohibido y oculto…Era tan romántica,
siempre creyéndome todo lo que me decía…Me decía que me quería, que me amaba,
que estaba locamente enamorado de mí y que le encantaba mi forma de ser…Y yo lo
creía, ¡fíjese usted qué tonta era! Y lo soy, no vaya a pensar que crecí desde mi
adolescencia… No, no…para nada, que aún sigo viviendo, y lo que es peor,
sintiendo en mi interior los mismos suspiros del año la nana, y como una jovencita
enamorada sigo creyendo en sus palabras…Lo que él decía iba a misa…Lo tenía en
un pedestal…Lo adoraba…¡Qué equivocada estaba…! Estaba harta de su extraña
forma de ser que me cofundía y contrariaba constantemente…pues…Tenía un halo de
misterio que lo envolvía, haciéndome renegar hasta de mi personalidad, llenando
mi cabeza de dudas ponzoñosas que no paraban de infiltrarse en mi intimidad, transformándome
en una vampiresa con ganas de infidelidad…Presentía que una veces me quería a
morir y otras me odiaba a rabiar, como si estuviera enfadado conmigo o luchando
en contra de sus sentimientos por ser tan débil y fuerte a la vez…pues…Cuando nos
abrazábamos, sentía todo el peso de su lacerante mirada, lo cual me ocasionaba
gran estupor haciéndome pensar que estaba liado con alguna pelandusca…Me tenía
dominada por completo, hacía conmigo lo que quería…Sus gestos eran órdenes para
mí y su sonrisa como agua bendita para mis suspiros, que nada más verlo salía
corriendo tras él como una perra en celo…¿En qué me estaba convirtiendo yo? ¿Qué
significaba para él? No sabía ya ni por donde tirar…Tenía que reaccionar a
tiempo porque me estaba convirtiendo en una pavesa que volaba por los aires a
los resoplidos de su llamada…Una muñeca de papel a la que usar y tirar… No sabía
cómo parar esta situación que me tenía agonizando entre los suspiros de mi
debilitada sinrazón…Sólo sabía que lo amaba incondicionalmente a pesar de todas
las trabas que encontraba a lo largo de las experiencias vividas a su lado…pues…Era
la inspiración de mis latidos, mis palabras derramadas como lágrimas rotas…Lo
quería con la agonía de la impaciente hembra, jamás en mi vida había sentido
tanta excitación pensando en él…Era la desesperación hecha pedazos de pasiones
ocultas, donde no cabe ni trampa ni cartón, tan sólo un tirabuzón hecho con los
hilos del corazón cuando se pierde la razón…Tengo el alma vilipendiada al libre albedrío de tus deseos
desenfrenados, expuesta siempre, amándote sin medida ni límites que puedan
contener éstas ansias sexuales que tengo de ti…Besarte a trocitos de piel como
si fuera una voraz caníbal, y tú dirigiendo los hilos de mi alocado corazón,
empeñado como esta a desbocarse como potranca indómita a punto de reventar de
amor por ti, mi jinete salvaje que la emprende conmigo hasta despeñarnos por
senderos y montes, galopando al aire con mis brazos alzados y gritando de
placer mientras sujetas las bridas como dueño y señor de mi alma…Y ahora
resulta que después de tantos años queriéndote, me veo aquí rodeada de señoras
de mi edad y estamos desatadas de risas, lujuria y de más allá…Nos vamos a
comer juntas todos los domingos, planeamos los viajes, las vacaciones de verano
y hasta algún que otro fin de semana a la otra punta del mapa…Debe ser que
sufrimos tanto antes, que de repente necesitamos llenar éste hueco que se había
quedado a la merced de nuestro renacer…Y por eso estoy contando los días que me
queda para irme con el grupo de yoga un mes enterito a la India, ¡qué ilusión!
Será como una inyección de vida para nuestra alma…
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