Me quiere, lo quiero...nos
queremos...Estamos unidos por el amor, por la piel...y por el deseo…Nos entregamos al desenfreno sexual con
la naturalidad de las parejas, que sin estar bendecida por el anillo anular
llevamos una convivencia...casi ejemplar…Es un hombre bueno, entregado,
paciente…y muy apasionado…me gusta…Me gustas a rabiar, ¿te enteras? como para
perder la cabeza y hacer mil locuras a la vez…Apenas se preocupa de él…es tan
serio y fuerte…Me seduce con la mirada, sobre todo cuando al verme caminar le
saltan chispas de fuego y me quema hasta las puntas de los cabellos…Se le ve
muy enamorado…es que es muy ardiente…no lo puede disimular… Se muestra tal cual
es, sin tapujos ni apariencias…creo que le gusta provocar en mí algo de
nerviosismo para ver cómo reacciono…me conoce muy bien…Me excita de una manera
voraz…como para arrastrarlo a cualquier lugar apartado de la gente y abusar de
su buena voluntad…su conformidad… Se desvive por mí, por mi entorno, mi
confort…mis sentimientos…Me ha perdonado todos mis tropiezos, mis errores, mis
celos…mis deslices...mis caprichos pasajeros…Lo amo…pero él me ama incondicionalmente
a pesar de mis desplantes... No merezco su amor...aún así, me espera…Siempre
está ahí, alerta a mis movimientos, a los gestos de mi cara, a mis risas, a mis
tristezas, a mis malos modos, a mis iras, a mis enfados, a mis lágrimas…a mis
idas y venidas…pues…A veces desaparezco del mapa y se queda a la sombra sin dar
un paso, quieto, paciente…en silencio…Mudo su semblante, triste su empeño, y cuando
vuelvo me recibe con los brazos abiertos, me besa y me hace suya hasta que lo
muerdo y grito de placer…Luego me voy con la firme entereza de no volverlo a
ver jamás…Me pierdo por los caminos del dios de mi credo y me persigue su
aroma…es el aroma de su deseo…Lo huelo en el aire y en el suelo…está cerca, lo
percibo…tengo la piel impregnada de su olor... hueles a tierra húmeda de
lluvia…gotas de lluvia que caen sobre mis cabellos con el sabor de tus
besos…pues…Siento la necesidad de sus brazos alrededor de mi cintura…La que
enamoró sus ansias de tocarme…y yo que lo sé, vuelvo mis pasos del revés y lo
veo…está allí…Corro hacia él, lo miro a los ojos y le digo al oído…por tus
manos en mis caderas y sentirás el movimiento que viene y que va…y se ríe con
picardía…Nos reímos sabiendo del juego de palabras…Me tiene hechizada el
alma…Lo tengo embrujado…Me llama bruja y loca cuando lo beso con el veneno de
mi lengua rebuscona…Me sujeta con fuerza y cierra los ojos cuando recorre mi
pecho con sus labios…me enamora los sentidos…me encanta…y por eso…Vuelvo a sus
brazos con la esperanza de que sea la última vez... pero…Todavía no lo puedo
dejar…me gusta demasiado…Quizás mañana cuando desaparezca ésta llama
enardecida…pues…Estoy acariciando la idea de que vengan nuevos aires y apague
la mecha…Esa mecha que prendiste en mi boca cuando te di el primer beso…Parece
como si el viento la meciera en un vaivén interminable de placer…Son los
vientos que me soplan y resoplan en los oídos como silbatos chivatos, de que
tarde o temprano me abandonaras a la merced de tu raciocinio otoñal…Esos malos
vientos que me aturden los sesos cuando pienso a solas, callada, serena, bajo
la sospecha de la oscuridad y bendecida por la apacible palabra del dios de mi
credo…Pienso en el futuro y me pregunto…¿qué será de mí sin tu amor? Mi corazón
no lo podrá resistir, me moriré…No sabré vivir sin él…Sin sus manos acariciando
mis rodillas, sin sus apasionados besos que me encandilan los sentimientos…y el
cuerpo…Tendré que darme algo de tiempo hasta que me convenzan los malos vientos
que mi vida no será un sufrimiento…Estar preparada para la soledad de los
pensamientos puros y deshonestos…Fuerte y segura…libre de ataduras, libre del
veneno que me inyectan tus deseos y sorda a tus prerrogativas cuando le
susurras al viento…No le hagas caso a tu mente, olvídate de sus razones y sigue
los mensajes de mi corazón que late al ritmo de tu son...pues...Somos dos
barcos a la deriva del vaivén de las olas y siempre seré tu faro y tu mi
caracola…y…Amanezco renovada de energías de nuevo, abro la ventana y alzo los
brazos al cielo llena la cabeza de alegría y me olvido de la noche oscura, esa
que abruman los pudores de mi entrecejo y salgo corriendo a su
encuentro…Míralo, está ahí esperándome, remiso, pendiente de los gestos de mi
talante…Me sonríe y me derrito…No puedo dejar de quererte, no puedo, por mucho
que lo intente…Una misteriosa fuerza me atrae hacia ti como si fueras un
poderoso imán…Me acerco muy despacito tanteando el terreno con las manos y me
sonríe con picardía…es muy sumiso y obediente…no opone resistencia…me encanta
jugar con su risa…Me agacho y le recorro las piernas con la boca…me paro, lo
miro a los ojos y se queda muy quietecito susurrándome…sigue...no pares…sigue…y
yo que soy tan buenecita y aplicada hago lo que quiero con su cuerpo…y con la
lengua…Le mordisqueo los muslos con mucha cautela…suavemente…sin
prisas…saboreando los suspiros que le salen del pecho y de la garganta…al ritmo
de mis besos…
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