Me enamoré de un hombre menor que
yo…y él de mí que fue quien despertó todas éstas ansias de vivir…era como si
hubiera estado muerta en vida, pues hacía tanto tiempo que nadie me había
mirado como él…ni besado la boca de esa manera tan ardiente…que casi me explota
el sentido de la intensidad de ese beso loco…fogoso…y llenito de intenciones de
ir más allá…y fuimos los dos, porque a mí me revolvió toda la lujuria de la
pasión y me elevó hasta los cielos y di unos gritos de placer que se oyeron
desde lejos, muy lejos…Empecé a jugar con fuego y me quemé…Y ya no quiero…Tengo
una edad respetable y me gusta tal cual es, sin prisas, sin temor a nada,
haciendo y deshaciendo…Y de repente ahí está él, que no para de mandarme flores
desde que lo conocí en el gimnasio...es de guapo…es mi pareja en la clase de
baile de tango, y la verdad es que me coge de una manera de la cintura que mil
escalofríos me recorren el cuerpo todo enterito…hasta tiemblo y él que lo ha
notado me sonríe…tiene una mirada llenita de deseo…tiene cuarenta años…doce
menos que yo…a veces se arrima demasiado y me dice al oído que se está
enamorando y que no pega ojo en toda la noche…que tiene fantasías conmigo…que
me encuentra endiabladamente sexi y encantadora…Y cuando llego a casa me miro
al espejo y hablo con su reflejo… Me hace falta ese abrazo tuyo…esa mano
sigilosa acariciándome la espalda que cada vez que lo recuerdo me entran
escalofríos…Y por la mañana me levanto cantando con la mirada perdida entre las
canas de mis cabellos… debe ser que me he enamorado…Como una ola, llegaste,
como una ola…Madre mía cómo está el patio…Yo no quería enamorarme, pero algo
extraño surgió entre los dos que no sabría definir, quizás esa manera tan
abnegada de mirarme, esa constancia que tiene en ser siempre mi pareja del
baile…me coge de una manera que me excita un montón y me gusta esta nueva
sensación tan olvidada…Hacía tiempo que nadie me agarraba de esa forma…como si
tuviera miedo a romperme por la mitad…Dice que tengo una cintura de avispa y
teme quebrarme, pero al mismo tiempo me acerca a su cuerpo y siento el roce de
su deseo… y me da un no sé qué que me hace temblar…Apenas levanto los ojos del
suelo, me da vergüenza mirarlo a la cara, pero él no para de provocarme la
sonrisa, y al final lo miro y nos reímos los dos…y me dice muy bajito que se ha
enamorado de mis encantos y me sonrojo porque… de su cuerpo emana un olor que
me remueve todas las hormonas… provoca el animal que tengo escondido entre las
vísceras, no sé…o más allá… Y no me canso de recordar el color de sus ojos tan
azules…qué guapo es, me encanta…tiene la nariz un poquito aguileña, pero no
demasiado, y le da una fuerza y un carácter que me subyuga del todo…Me dan
ganas de besarle la boca y de entregarme a su cuerpo cuando me abraza bailando,
pues siento su calor a mi alrededor…y en el interior también…Es una sensación maravillosa,
de lo más cálida y serena que he sentido en toda mi vida…Hacía tanto tiempo
desde que me quedé sola…¿Qué es lo que me está ocurriendo? ¿Qué pasa conmigo?
Algo está cambiando en mi interior…Y aquí estoy de nuevo luchando contra un mal
querer, que no me deja vivir tranquila y serena, tal como me gusta… Y por eso
me apunté al gimnasio, porque me estaba acomodando al sillón sin hacer nada,
bueno no, leyendo, porque la lectura me embarga y me llena la cabeza de
fantasías, pero desde que lo he conocido apenas puedo leer una página, pues la
mente siempre me la roba él y tengo que repetir una misma línea por lo menos
siete veces seguidas…No me concentro, me tiene la mente absorbida…creo que él
lo sabe pues a veces hasta presiento que me mira sonriendo…Es un sentimiento,
una corazonada, no lo sé, pero es algo tan fuerte y vital que me arroba toda,
toda…y es que me estoy enamorando y ya no hay marcha atrás…Nos hemos acostado,
hemos hecho el amor, y mira que no quería yo, pero fue tan ardiente su abrazo…no
pude remediarlo, al final me atrapó…Y por eso estoy aquí llorando y triste
porque le he dicho que lo nuestro se acabó…No puedo seguir con él, soy muy
mayor…nada más que pensar que cuando él tenga mi edad yo estaré para pocas…No
me escucha, no me hace caso, sólo piensa en su amor por mí, que me quiere, que
le da igual la edad, que se ha enamorado y que me deje de niñerías y que
aprovechemos ésta gran pasión que sentimos el uno por el otro, y que sea el
destino quien decida por los dos…No, mi amor, no…Me sujeta las manos, me ruega
con los ojos, me suplica que no haga caso a mi cabeza y que me deje guiar por
el corazón…No, cielo, no, que es un capricho, tan sólo es un capricho del
destino, y luego lloraré, sufriré y me quedaré muerta de dolor…Y se pone de
rodillas, me abraza las piernas llorando y me dice que nunca había sentido éste
amor tan grande por nadie, que soy la mujer de sus sueños y que si lo dejo se
quitará la vida…Continuará…
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