Me lancé al vacío sabiendo que tarde o temprano me
estrellaría…pero me enamoré, me enamoré nada más verlo frente a mí y eso que no
es nada del otro mundo pero tiene un no sé qué que no lo puedo ni explicar…me
gusta a rabiar…Me seguiste las huellas por el filito de la carretera con tus
dos enormes ruedas…Frena, te dije, frena, que yo vuelo alto y no llevo casco, y
tú pisas fuerte todo motorizado y arrasando por el asfalto…Quisiera atraparte
con la sombra de mis pensamientos, traerte hasta mí y que me contaras todos tus
secreto…Esos madrigales que te oscurecen cada mañana cuando despierto…como
serán de intensos, que aún estando tan lejos, los escucho en el eco, ¡fíjate si
te adivinaré los sentimientos! Que traspasan a través del aire de la mañana que
entra por mi ventana…Me sufres y me superas…pero me esperas…Siempre esperando
un nuevo amanecer para olvidarte de mi querer y de estos labios míos. Éstos que
te soplaron al oído los deseos de mi cuerpo, que no hay noche que no me
despierte con las pestañas de tus ojos mirándome el rostro…y tu aliento en mi
boca por dentro…Te conozco…te conozco, a pesar del poco tiempo que estuvimos
juntos…Te conozco como a la palma de mi mano, porque en ese poco rato de vernos
cara a cara, nuestra miradas se intercalaron y se intercambiaron cada escena de
nuestro pasado, ¡qué cosas más extrañas me ocurren, por Dios! Verdad como la
vida misma, que de repente me siento robado el cuerpo, la mente y los pensamientos
que en ellos están inscritos de por vida, mientras voy deletreando cada palabra
tuya en mi corazón, tan vacío y sólo como lo siento, mi amor, pues es tu
pálpito que se posó en mi pecho y ahora late por los dos…Dos almas gemelas
transitando en el aire..Y cuando respiro me duele en tu hábitat como si fuera
un ente imaginario…Dos caminos diferentes mi amor, dos líneas divergentes que
se cruzan en un punto. Así fue nuestro primer encuentro, cuando cuesta abajo me
tiré rodando, y justo en medio tus ojos y los míos se saludaron con un guiño,
mientras seguía cuesta arriba por la velocidad de las ruedas de la vida
mía…Vuelo alto, casi tocando el cielo y las estrellas me iluminan el asfalto,
donde los baches me provocan a saltar sobre ellos, y luego, a golpe de frenada,
me giro y te veo venir hacia mí sonriendo…Frena, te dije, frena, que yo vuelo
alto y no llevo casco, pero tengo una cabeza llenita de pájaros y no quiero que
salgan volando, y tu pisas fuerte la tierra con los pies pegados a ellas…Y agarrados
de las manos dimos vueltas como si estuviéramos bailando un tango, que si no me
sujetas bien me caigo, me rompo y me descalabro contra el asfalto…Te quise más
que a mí misma, o quizás así lo creía yo, hasta que me caí de esa nube como
agua de chaparrón…y ahora me siento como barca mecida por las olas, y te
quiero, te saludo y te digo hola....Otras veces marea brava…y grito mis
penas…¡Oye tú! Sí, sí tú…escúchame bien…quiero que sepas que ya te puedes ir
tranquilo, que ya no te quiero ni espero nada de ti…que hoy cuando he estado
hablando contigo me he dado cuenta de que ni me quieres…ni nunca me has
querido…y jamás te interesé…Sólo he sido una juguete más en tu vida, ¡vaya que
sí! Pero la tonta he sido yo por haberte creído y haberme enamorado, que he caído
en tus manos como una muñeca de trapo…un trapo de esos que se utilizan para
sacudir el polvo…pero…¿sabes que te digo? ¡Que te aproveche! Porque ahora ya sé
ponerle rostro a los miserables como tú y a las infelices como yo…Y por eso me
encuentro andando, porque al final del camino vi claramente la gran avenida, y
aunque tropiezo con la misma piedra más de mil veces, me doy cuenta de que en
el fondo de lo más hondo de mi alma, soy mujer afortunada por amar como
amo…y...Tendré que inventarme una historia nueva de amor donde tú y yo tengamos
otra oportunidad, porque esto de estar todo el día pensando en ti, es porque
entre nosotros existió algo sobrenatural que traspasa los límites del
cielo…Tendré que seducirte de nuevo y para eso cerraré mis ojos para verte en
mis sueños…Son mis sueños románticos y bellos, donde un hombre y una mujer se
encuentran en un amanecer de invierno con lluvia y truenos, y la tormenta
revolucionando el temporal…y las cabezas...que...Me estaba haciendo ilusiones
con él…Nuestros paraguas se habían enredado en una esquina, justo al doblarla.
Hacía un mucho aire y estaba cayendo un chaparrón tremendo, fue cuando se
volteó hacía atrás y al darme la vuelta, nos dimos de morros…¡madre mía que
ojos tan preciosos! Y una boca que invitaban a pecar…hasta tuve malos
pensamientos por la noche cuando cerré los ojos, malos, malos…y verdes…muy
verdes…No me habría venido mal darme un revolcón…no me hubiera importado haber
probado sus labios…me siento tan endiabladamente con ganas y con sed…tengo necesidad
de él…de sus brazos, sus besos y…bueno…mejor me callo, porque aquí hay muchas
cabezas pensantes, y cada cual que se haga una idea de lo que una señora
metidita en carnes y años se le pasa por estas pelambreras…y es que estoy muy
desperdiciada…¡Se acabó y se acabó el soñar! A partir de ahora voy despertar,
liarme la manta a la cabeza y hacer lo que mi cuerpo me pida…Y eso hice, pero
no. No me seduce la idea para nada, y mira que hay unos cuantos tíos que no
paran de tirarme los tejos por éstos andurriales, ¡vaya que sí! Que me he liado
a bloquear a unos cuantos y me he quedado en las santísimas glorias, porque a
mí lo me gusta es estar de frente, cara a cara, mirarte a los ojos, comerte la
boca y me digas… ¡Ay señora, señora…me tienes la cabeza loca!
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