Te alejaste por un mal comentario, unas palabras
desafortunadas, quizás más mías que tuyas, no lo sé, pero a mí me la sacaron la
rabia de tu sincero querer…Tenía que hacerle saber de alguna manera que nuestro
amor era imposible, pero que podíamos seguir siendo amigos, hablar por
teléfono, incluso darnos besos, pero se ve que no le gustó la idea y por eso me
encuentro tan decaída…y sola…Te dije que me molestaba tu olvido…Me dijiste que
no me llamabas porque estabas acompañado…y con mi silencio te dije te quiero
sufriendo por ello…Me dijiste que para eso seguías libre…y te dije que yo de
pensamiento y de amor sincero también, pero que tenía el corazón abierto…Me
dijiste que lo dejara todo por ti…te dije que era mayor que tú y no me
atrevía…Me dijiste que tenías una vida llena de experiencias y que no te
importaban los años que nos separaban…demasiados mi amor, y yo para eso soy muy
mirada…Me dijiste que me querrías hasta que nos despertara la luz del alba…te
dije que entonces verías todas mis marcas señaladas en la cara y me dejarías a
la otra mañana…Me dijiste que me querrías siempre, que era tu niña, la niña que
siempre habías soñado…doce años de edad te llevo, doce años que ahora no
parecen nada porque estoy delgada, fina y bien formada…Me dijiste que las
jóvenes no te atraían, que te aburrías con ellas y en mí encontraste la
felicidad completa…que te diera la oportunidad de vivir en pareja, que me
dejara llevar por el momento…No, no, no, algún día lo entenderás y hasta me lo
agradecerás…No quiero hacerte daño, no te enfades conmigo, compréndeme un
poco…Sabes que te quiero, que te adoro, que eres el dueño de mis pensamientos,
pero, por favor, déjame vivir en paz que me tienes la vida cruzada del todo…No
quiero esconderme de mis amigas, quiero estar contigo con la mente relajada y
sin mirar atrás, porque delante ya sé lo que tengo…y lo que tengo son años,
muchos más que tú, y no quiero ni pensar levantarme una mañana y no poderte mirar…o
yo ante el espejo…éstas carnes flácidas, el rostro surcado de arrugas, no podré
ni besarte mi amor…Ahora me ves bella, linda, todavía con la piel lisa... No
podía seguirte, te eché con mis frases atrevidas, te echo de menos, jamás te he
olvidado…siempre en mi mente…siempre aquí presente…Morir de amor, matar por
amor…por amor muero yo…No, por amor no, por sus suspiros que me persiguen a lo
largo del camino como si fueran los flecos de mi bufanda, porque los siento
pegado a la piel y cuando hace viento, se convierten en besos alrededor de mi
cuello, y me atrapan hasta los pensamientos, enredándose entre los rizos de mi
pelo negro de lo mucho que lo quiero…Tengo una pena escondida dentro de mis
lamentos, un secreto inconfesable que no puedo desvelar a nadie, tan sólo lo
sabe las telarañas que tejen las arañas en la maraña de mi cabellera
blanca…Llévame contigo amor mío que sin ti, vivir ya no puedo…Me encandilaste
con la armonía de tus besos, me contaste tus pesares, tus tristezas, tus
soledades… y cada vez que me miro al espejo te veo abrazado a mi cuerpo
somnoliento…Te siento, te llevo hasta en lo más profundo de mis miedos y por
eso me encuentro vacía, sola y…descarnada por dentro…Yo tenía una vida
enturbiada de mal vivir, estaba poseída por una sed insaciable hasta que lo
saqué de mis antojos, mujer caprichosa de aventuras y amores locos…¿Sabes
cuántos años llevo esclavizada a sus caprichos? ¿Tú sabes lo que es estar
sometida a un querer? Pendiente de sus ganas, sus perversidades, sus malos
royos, sus quejidos, sus necesidades…¿y las mías? Se han preguntado alguna vez
si yo quería o no quería o simplemente no me apetecía…¡Venga ya tío! que me
tienes mareada y loca perdida con tantas exigencias mal compartidas, con tantos
camuflajes tras las vías…que yo lo que quiero es vivir la vida tranquila, así
que no me vengas más con esa cara de perro apaleado y búscate otro hueso que
roer, que los míos están casi en las últimas, que yo ya no quiero seguir metida
en tu piel, que para eso tengo yo ya la mía…Y desde entonces voy cantando por
Rocío Jurado…Hace tiempo que no siento nada haciéndolo contigo…¡madre mía…!
Estaba loquita de contenta con mi vida. Una vida llena de alegría y entusiasmo
por la independencia que estaba disfrutando desde que lo dejé salir de mi piel…Hasta
que lo conocí bailando un tango lento, me arrimó a su cuerpo y me arrancó todos
los suspiros del pecho…Como una ola llegaste a mi vida, como una ola…me enamoré
y lo besé…y una cosa llegó a otra…Y por eso me preguntaste después de
aquello…sonriendo… ¿Y ahora qué es lo que va a pasar? ¿Qué haremos?… y te
dije…Te seguiré dentro de mi libertad, sin obligaciones y cuando me harte te
dejo…De acuerdo…¡Mentira! No me deja, me persigue, me espía y me busca…hasta
que me encuentra y otra vez volvemos a lo mismo y yo no quiero, pero no se da
por vencido…Estoy harta de esconderme, me da vergüenza que me vean mis amigas,
pero a él no le importa porque me quiere, me quiere…dice que soy suya hasta la
muerte…Y por eso lo he abandonado, lo he echado de mi lado, pero el siempre en
mi mente, siempre, siempre…Y cuando llega la noche lo llamo con el
pensamiento…Vuelve tan sólo un momento para besarte de nuevo, ven rápido, antes
que amanezca, me despierte y salgas huyendo de mis entretelas…llena mi vida de
besos, de esos momentos mágicos otra vez…que te espero con los brazos
abiertos…y las piernas semidesnudas…Pero cuando me dijiste que cada sábado te
ibas de recreo, me sacaste todos los demonios que llevaba dentro… Ahora mismo
me voy a la cama con un amigo…Y por eso me dejaste de querer al instante…o
quizás fue un rebote sincero…¡Qué cosas por Dios! Que un hombre pueda hacer con
su cuerpo lo que le venga en gana, y una mujer tenga que pagar con quedarse con
las ganas, ¡muchas ganas! ¡Las misma ganas que las de él! Y eso le enrabia, le
enfurece y casi la mata…como si no tuviera derecho a nada más que a un simple
deseo…o ni eso, porque sólo de pensar que me hayan besado otros labios, es que
te llevan los diablos que te corroen por mis encantos…
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