Se alojaron tus abrazos en mi cuerpo y los tengo repartidos
entre mi pecho y mis pensares, no dejan de acariciarme desde lejos, tendrás que
venir a por ellos porque no puedo componerlos, y es un verdadero tormento
sentirlos y tú no estás por tenerlos... Tendré que darle vuelos para que los
atrape con tus besos y me los traigas por la noche cuando me duermo…Pienso
darle vida y aliento a éste deseo que me está quemando el pecho...pillarte
desprevenido y traerte conmigo entre sueños…Te encontraré, me lo dicen mis
cinco sentidos, esos que abordan a las mujeres soñadoras como yo…que siento lo
que cuento y escribo con las palabras abocadas en mis recuerdos…Son las flechas
de Cupido…Verdes prados para el amor, verdes praderas sin fronteras, altos
montes y picachos donde mil ojos me observan…Están espiando nuestros
pasos…Verdes campos para seguir retozando como una quinceañera, y el sol
generoso resplandece con todos sus rayo, y me acalora el rostro a través de tus
manos…Manos inquietas, vacías y llenas de deseo por acariciar mi cuerpo a la
merced de tus besos…Esos besos que están pendientes de un hilo por llegar a mi
boca…dámelos todos mi amor, que tengo frío…Y tus labios me abrazan gritando
desde lejos…Necesito tan sólo un momento para hartarme de ti…y yo mientras
tanto suspirando…Y te dejo hacer bajo las tempestades de mi piel, dejándome
querer entre tu agonía y mi sed…Sed de ti, de tus labios ricos y hermosos…Sé
que me deseas mi amor, aún estando tan lejos te siento junto a mí…Y yo aquí
viéndote venir, sintiéndome bajo tu cuerpo nervioso y hambriento de mi…Como un
águila de rapiña te lanzaste en picado sobre mis alas blancas…y yo, que estaba
perdida entre las tempestades de mi vida, caí rendida en tus brazos como paloma
volando en nubes de algodón… Revuélveme el cabello, besa mi cuerpo expuesto,
enrédate entre las sábanas y recorre mis piernas hasta que yo te pare con la
agonía de mi almohada…Rómpeme los gritos que se me escapan con la locura de tus
besos…y luego dime al oído esas palabras rotas que salen a media voz…Tengo que
hartarme de ti mujer…Mujer loca y atrevida que entregué mi cuerpo a la primera
cita…Fue una cita a ciegas, me pusiste una venda para que no viera tus
verdaderas intenciones escondidas tras tu sonrisa…Sonrisa tierna, dulce y
traicionera que asoman cuando ven a la presa fácil… Una cualquiera…Murmuran por
ahí…Una de esas que se encierran bajo la piel de ésta… Esta que se da pensando
que ha encontrado al hombre de su vida...Es un buscavidas, un lobo estepario,
un águila oteando el horizonte…Se fue, se fue…y yo sigo esperando con las manos
llenas de palabras y vacías de su querer, pero ahogadas de su sentir…porque a
veces…Siento como si me siguieras continuamente, te veo en el aire, siempre te
veo…es un rostro sonriente con los ojos grandes, azules y llenito de juego…ese
juego que de niña en la calle me hacía saltar de entusiasmo y alegría,
chillando con todas mis fuerzas agarrada a un árbol para que vinieran a
rescatarme…porque cada vez que te pienso se me salen los suspiros del pecho
como si pudiera estar contigo todavía…es un frenesí, un alma mía de mi vida que
ya llega, que ya está aquí…y no puedo más que sonreír sabiéndote que tú te
acuerdas todavía de mí…pero…Le diste olvido y yo le di sentido, pusiste tierra
por medio y yo le di todo mi cielo, pusiste mujeres y bailoteo, placer y mucho
sexo y yo te dije te quiero y salí de mi encierro, te mostré todo un espacio
abierto, y te abrí las puertas de mis secretos y ahora estoy buscándote por los
caminos de los recuerdos, que voy como loca…Si tú supieras las ganas que tengo
de cogerte por mi cuenta, y hacer lo que me da la gana contigo y luego dejarte
tirado como tú has hecho conmigo, te ibas a enterar bien de lo que duele un
malquerer… pero…Ya nada ni nadie podrá detenerme, ya elegí el camino a seguir,
y mi camino es sin ti, pasar página a la vida aquella…que ahora sé lo que es la
libertad de sentirme plena y segura, y con la alegría de haber conocido a ese
hombre…que fue un flechazo, ¿te enteras? Y si se me apetece me voy de cena…o
quizás amanezca desayunando entre suaves sábanas de algodón…o…¿quién sabe?
Mejor será que decida el corazón…pero…Tendrás que sorprenderme y volverme a
enamorar, porque yo estaba pasando por un mal trago y te aprovechaste de mi
estado emocional…Estaba perdida entre las arenas movedizas de mis emociones,
pero nada más verte me dije…Éste es mi hombre…que con un solo beso te arrebaté
hasta los pensamientos, que lo llevas grabado en la garganta, junto a la
campanilla, que no hay día que no te despierten sus tañidos…los míos…que cada
mañana, antes del alba, desde mi ventana toco la campana con la pluma de mis
alas, le soplo y allá que salen en volandas…¿Qué me has hecho mujer? Me dijiste
una vez…Que me has robado mi querer…¿Qué me has dado? Que me has
envenenado…¿Qué le pusiste en ese beso? Que ya no quiero otro que no sean los
tuyos, los que me embelesaron el pensamiento con el roce de tu piel…Quizás no
sea para tanto tu querer, sueño infinito y sin piel, que no lleva a ninguna
parte, pero que a mí me hace tanto bien, sobre todo en el recuerdo, cuando
abrazada a ti me veo y te siento, que hasta se me eriza el cabello, y me dan
ganas de saltar por la calle pensando que tú sigues esperándome en el jardín
aquél, donde te besé por primera vez…Fueron los besos más hermosos de mi vida y
los tengo ronroneando a mi alrededor como un gatito mimoso y sutil…Y yo que aún
te desconozco tan sólo te lanzo la mirada llamándote con la zarpa de mi
deseo…deseo siempre ardiendo por ti…Ven amigo mío, vuelve a mis brazos, mira
que soy como una paloma…Una paloma mensajera que lleva en su piquito una hoja
con todos mis versos escritos, y cuando llega la tormenta se enredan entre
ellos y caen a la tierra como lluvia de mayo…Son mis lágrimas de fuego, de tanto
como te echo de menos, que te llaman y te hablan al oído…Oye, pon tus cincos
sentidos en mis poemas, y escucha bien lo que te dicen cada verso que escribo
con la tinta de mi tintero…Te invitaré a mi casa…te sentarás en el sofá…Ponte
cómodo, que ya verás el café que te voy a preparar, y cuando estés bien
calentito te mostraré cada rincón de mi habitación, mi cama y mi corazón…Échate
a mi lado y juntos recorreremos cada secreto, esos que tenemos escondidos en
los sueños de los amantes…pero antes de decirme los tuyos, te diré el mío y
tendrás que hacer todo lo que te cuente en el oído…no vale hacer fullerías, ni
decir que no sabes…seguro que en eso eres bien instruido, y si te equivocas,
tendrás que repetirlo…es un juego fácil y sencillo, además de divertido, así
que atento, no te distraigas y pon tus cinco sentidos, que es como un concurso
de versos, donde sólo las palabras harán de las suyas, a ver cómo te las
apañas…y nada más que empezar mis hazañas de decirle al oído lo que quería
perdió la compostura y tuvo que estar repitiéndolo todo el día…
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