Me encuentro sola, vacía, sin nada, tan sólo la
memoria y una vela casi apagada…Tengo una mesa y una silla, y en la pared colgados, hay dos retratos…sí señor, dos retratos…Uno de cuando mis padres se
casaron…El otro de toda la familia de cuando estaba tan unida por los vínculos
de la sangre…Sangre no corrompida… ¡Qué fuerte madre mía! Y mirándolos un buen día sentía cómo se me iba la vida
buscando la armonía entre la realidad y la fantasía…Lo mismo que aquél lejano
día hoy me encuentro ante ti llorando de pena, es tan grande mi dolor al
saberte lejos mi amor…Escribiendo con la tinta transparente de mis lágrimas, te
cuento…No soy yo, ni mis manos las que pulsan las teclas, son ellas, las gotas
que ruedan por mi cara bañando mi rostro…Caen solas y distendidas y se colocan
en el teclado para airear mis penas…Son como perlitas transparentes que se
posan ante mí temblorosas, no saben qué hacer, es como si me pidieran permiso
para saber qué letras poner…Otras veces se mezclan entre ellas y arman un
revoltijo de mil demonios, como si estuvieran furiosas, y se lían a despotricar
echando los mil demonios que las embadurnan de terror, como por ejemplo yo, que
me encuentro llena de ira ante el olvido de tu amor hacia mí…Hay muchas
historias que contar de mujeres abandonadas sin piedad por un mal querer…Y
hombres egoístas, soberbios e intolerantes que no soportan que otros imaginen
siquiera lo que ellos cataron, como si la boca fuera una copa de vino donde
ellos sólo pudieran beber…No las comprenden…Son las eternas historias de románticas
del siglo veinte, mujeres de edad madura e inmaduro corazón…eternamente
jóvenes, no crecieron, se quedaron allá, perdidas entre la época que les toco
vivir…Y por eso he decidido eliminarte de un plumazo de mi vida. Es absurdo seguir viéndote porque me haces
daño el tenerte…Te quedaste con la esencia de mis besos, te llevaste las
caricias de mi cuerpo, hasta los sentimientos que puse en ese beso se quedó prendido
en tu boca, y por eso te pienso…Hay un aliento revoloteando como libélula a mi
alrededor, y por las noches cuando me acuesto, se posa en mi boca haciéndome recordar el imán
de tu deseo, antes de entregarte mis ardientes besos, que me robaste con la
mirada...y te arrebataron el alma...y por eso no te olvido que me tienes la
cabeza loca, loca...de tanto como te pienso…Llegaste a mi vida cuando más falta
me hacía, sin preaviso y antes de darme cuenta me robaste la esencia de mis
besos, y ahora, fíjate como estoy, sola
y llorando por ti…Apenas me quedan lágrimas, se me acabaron todas, tengo los
ojos secos y ya no me queda llanto…Estuve esperando tu llamada, un simple toque
que me hiciera saber que ahí estabas…deseaba tu regreso, unas palabras nada más…Me
ignoras, me olvidaste y ya no quiero seguirte la pista porque cada vez que te
veo me duele el sentimiento y me vacío por dentro…Tendré que imaginarme un
cielo limpio de estrellas y lucero que me haga seguir escribiendo con la gracia
de mi lapicero…y si no lo consigo se lo pediré al Dios de mi credo, pues
siempre me ha escuchado, sobre todo cuando echo mis lágrimas al viento y se
esparcen por ahí como lluvia de abril…Fue el imán de tus pestañas que sin
palabras me atrajo a mirarte los ojos… no podía cerrar los míos, hipnotizados que
los tenía…era como si desde tus adentros me estuvieras hechizando bajo la luz
de la luna…y los hoyuelos de tu cara como dos soles y tu sonrisa la que guiaba
mis maneras que me lancé a ti como pantera…y me arrancaste la esencia de mis
besos perdiendo la compostura y las formas… el fuego de mi boca y la fuerza de
mi pasión que tanto te gustó…y te asustó…Y por eso estoy llorando tu ausencia,
porque me abandonaste, no porque me hubieran besado otros, que me dijiste que
así me habías conocido, y que también había tenido tus historias con otras…sino
por la manera que imaginaste mi entrega… Por ese beso supiste cómo era yo y
ahora que las dudas te asaltan te pregunta quién soy verdaderamente yo... Lo
sabes, lo sabes y temes la fuerza que ejerzo en tu corazón y aunque quisieras
olvidarme, jamás podrás, porque tienes grabado en tu pecho la esencia de mis
besos…y yo sola aquí sin ellos…No me han quedado ninguno dispuesto para otro
hombre…Ese que me espera cada día en el silencio de sus noches vacías… su
llanto gritando sin voz, sin lágrimas… su entrega incondicional…Y yo aquí,
sola, vacía frente a mi ventana con la radio puesta y quedándome con las ganas
de abrirte la puerta…No hago más que pensar en ti…no quiero a nadie más que a
ti…Tengo el pensamiento llenito de tus besos…besos rotos y partidos de tanto
como los recuerdos…se han gastado por el roce de verlos como si fuera una foto
de hace tiempo…y las lágrimas se me caen…apenas me hallo, no existe un momento
de alegría donde pueda decir…hoy me olvidé de ti… mi alma tiembla cuando te
recuerda y se me va hacia fuera…es como si no tuviera vida propia… me siento palidecer,
vacía, casi no peso nada…parece que quisieran atraparme las huellas de tus
besos y me arrastran hacia ti…y me dejo salir toda yo de mi cuerpo…y me pierdo
entre los abrazos de tu recuerdo…Estás tomando fuerza en mí y ya tengo mi
presente en ti…es como si no me quisieras soltar…me agarras, me atas a tu
abrazo y me esclavizas a tus deseos…temo estar enamorándome sin poder yo hacer
nada por evitarlo y te temo…tengo miedo de tus pensamientos que me abordan
desde tan lejos…estoy luchando a la contra de mis sentimientos y allá donde voy
me persiguen como aire que aspiro en mi pecho, y mi garganta grita tu nombre,
mudo en mi boca y sordo para tus oídos…Me ignoras, sé que me ignoras desde hace
tiempo, aún así te temo por la fuerza de tu deseo…Quizás aquél deseo que una
vez tuviste de mí fue tan grande, que es como si fuera irresistiblemente
pertinaz que sigue latiendo en el aire como un aliento más…Es el aroma de los
bajos instintos y naturales entre hombre y mujer…no sé pero lo huelo en el
viento…Y quisiera amanecer de nuevo mecida en tus apasionadas palabras, esas
que me incitan a seguir escribiendo historias de amor…Te quedaste con la esencia
de mis besos…está viviendo pendiente de un recuerdo que habita en mi interior…y
me transporta a tu boca con la fuerza del
pensamiento, es un beso perdido en el tiempo que está buscando mi apego…
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