jueves, 28 de enero de 2016

HASTA QUE LO CONOCÍ.- (MICRORRELATO) 1ª




¡Ay Dios mío! Dime que esto que me está pasando no es un sueño, dime que éste amor tan grande que siento es sincero y verdadero…Me desborda el alma y se me arrebola el pensamiento…hasta siento saltar el corazón en el pecho cada vez que me despierto y leo sus palabras…buenos días cielo…y buenas noches cuando me acuesto…Y es que si yo os contara el calvario que he vivido durante tantos años… ¿quién sabe? Quizás mañana me dedique a relatar toda la odisea, pues es la aventura más extravagante que se pueda una imaginar, pero que tarde o temprano la tendré que contar…Nací hace setenta y un años en un pueblo de Galicia donde los valles y los montes era todo lo que tenía a vista…Era el paisaje más hermoso del mundo y para mí la alegría de mi vida ir a bañarme en el río aquél que atravesaba los valles con la gracia de los cañaverales…Mi niñez pasó desapercibida por mi vida como si fuera un perrillo a expensas de que su amo lo sacara a pasear por los prados, pues era tan tímida y cortita que no me atrevía a abrir la boca, sobre todo en la escuela, donde todas las niñas me daban de lado por lista y por fea…Era muy empollona, pero fea, muy fea, además tampoco es que me acompañara el cuerpo, algo recto, más bien era como un tronco, sin formas…y gordita...hasta que llegué a la pubertad y me di cuenta de que en el baile de los domingos ningún muchacho me sacaba a bailar…Me quedaba sentadita con la mirada baja, solita y muy triste, así que decidí estudiar magisterio, pues mis padres se empeñaron de que me iba a quedar soltera…por fea…Ellos no me lo decían, pero yo lo sabía y lo tenía más que asumido, sobre todo cuando vi que a todas las chicas le salían novios y se casaban de blanco, y vírgenes…como sigo yo aún…y a mis años…Nunca he tenido novio, ni siquiera un pretendiente, nadie ha cogido mi mano ni para ayudarme a subir al tren o al autobús…No sé lo que es beso de hombre en mis labios, ni caricias en mi pecho, ni en mi cuerpo…Una vez un muchacho me siguió desde mi casa hasta la plaza del pueblo, y yo creyendo que era por mí, resulta que había hecho una apuesta con unos cuantos para decirme lo fea que era delante de los amigos, tan sólo para reírse de mí…Y lo consiguió, él y sus amigos que se carcajearon cuando me vieron correr, pero no lloré hasta que llegué a mi casa que me encerré en el cuarto, y me hinché de llorar en silencio…Me desnudé y me miré al espejo y me pareció verme más delgada, pero fea... Luego les dije a mis padres que me iba a presentar a unas oposiciones porque necesitaban plazas en el centro de la capital…En La Coruña…Y por eso les cuento…Estuve buscando piso de alquiler, y al final encontré uno a las afueras de la ciudad, el cual he compartido con una chica más fea que yo, más gruesa y para colmo no le gustaban los hombres, o sea que era lesbiana…y eso sí, se acostaba con ellas porque me lo contaba…y me daba una vergüenza…Así que decidí cambiarme a otro dos calles más lejos, pero me daba igual porque a veces tenía miedo de que una noche se le ocurriera meterse en la cama, y la curiosidad por el sexo me hiciera caer en un mundo que no quisiera ni pensar porque a mí realmente me gustaban los hombres…y mucho…Siempre me fijaba en los más guapos, ¡qué cosas por Dios! Hasta tenía unas fantasías eróticas que si me pusiera a describirla saltarían las chispas por las redes sociales y sería el blanco de todo el mundo…He pasado más de media vida suspirando de amor e imaginando escenas dentro de mi cabeza de lo más variopinta y llenas de pasiones ocultas y secretas, que por fea nunca llevé a cabo con hombres físicamente, pero había noches tan intensas y ardientes que mis manos se disparaban como alma que lleva el diablo…Menos mal que todos los domingos me confesaba y comulgaba y como si nada, pues me educaron a la antigua usanza y eso que yo hacía era muy feo además de pecado mortal…He vivido toda mi juventud y madurez siendo esclava de mi educación y de mi fealdad, y por eso he sufrido y he padecido el calvario más grande que un ser humano se pueda imaginar, pues entre humillaciones e insultos, apenas he salido a la calle y me tiraba encerrada todos los fines de semana en casa atiborrándome de dulces, por lo que estaba cada vez más gorda y deformada. El caso es que me jubilé, así que al estar ya liberada de obligaciones, hice mi maleta y para el pueblo de nuevo…Necesito cariño, tengo mucha falta de compañía, pues en la soledad de mis noches, el silencio se hace eco de mi voz y hasta me duelen los oídos de la mudez de mis suspiros...No hablo con nadie para compartir mis penas y mis inquietudes, que a veces me asaltan rompiendo a llorar desconsoladamente...Estoy muy triste, nadie me quiere…Necesito besos y abrazos de hombre que me apriete y me haga sentir la pasión hasta gritar de placer, pues mi cuerpo está reclamando un poco de amor, y es tan grande la tristeza que me embarga, que en éstos momentos de mi vida tan sólo quisiera morir...Hasta que lo conocí a través de Internet...
Continuará…


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