Volví al pueblo que me vio nacer a
vivir con mis padres que ya eran mayores, pero todavía se las apañaban muy
bien, lo peor fue cuando a mi padre le dio un ataque al corazón y Dios lo
recogió, de tal manera que nos quedamos las dos solitas. Mis antiguas
compañeras del colegio eran abuelas, otras viudas viviendo con sus hijas, y
otras casadas que se iban de viaje para arriba y para abajo, menos yo porque
tenía que cuidar a mi madre que enfermó de repente y sin reconocerme siquiera,
ya que mi único hermano estaba trabajando en Alemania, pues en los años sesenta
salieron miles de españoles que emigraron hacia el extranjero, sobre todo
gallegos, y muchos no volvieron como en su caso, dejando aquí a su novia, y en
una de las navidades que vino a verla, la dejó preñada. En aquella época se
decía preñada o en cinta, en una palabra, que se casaron y se fueron deprisa y
corriendo para guardar las apariencias, pues aquí en los pueblos pequeños, todo
el mundo se conoce y hubiera sido el blanco de miradas y críticas…Me sentía
sola, aburrida y muy triste y se me pasaban las horas sentada frente a mi
ventana, perdida la mirada en la lejanía…Era como si estuviera esperando algo o
alguien que me sacara de ésta lasitud…Dentro de mi alma había un vació tan
grande que a veces los suspiros salían de mi pecho pidiendo auxilio…Se me
atropellaban los sentimientos a golpes de ansiedad…Pensaba que los años se me
pasarían y tan sólo la muerte me llevaría sin pena ni gloria, como si yo no
hubiera nacido, ni existido…Llegó la primavera y los días eran tan largos que
solicité una sillita de ruedas para mi madre. Todas las tardes la empujaba
hasta el parque donde me hice con el grupito de solteronas de toda la vida del
pueblo, que aunque no eran tan feas como yo, eran poco guapas, además
pertenecían al coro de la iglesia y eran más puritanas y beatas que las
mismísimas monjas, pero al menos nos hacíamos compañía y de alguna manera, los
días no eran tan solitarios. Llegado el invierno quedábamos en casa de una para
tomar café con dulces, y luego nos dedicábamos a jugar al bingo, pero sin
dinero, con habichuelas y garbanzos, más o menos como se hacía en el año la
nana…Y por eso les cuento…Tenía una depresión de caballo, porque la verdad, me
aburría un montón con mis amigas que lo único que hacían era cotillear y hablar
de los programas de la tele, esos que se llaman basura, o sea todos esos
reality showy, que para ser sincera y con todos mis respetos hacia las personas
que lo ven, nunca me han interesado, y por mucho que he querido verlos poniendo
mis cinco sentidos en que atraparan mi atención, la cabeza se me iba a otra
parte del mundo, más o menos como cuando era pequeña oyendo una hora enterita
el sermón del señor cura, que con perdón, era lo más aburrido del mundo. Al
final tenía que cambiar de canal o apagar el televisor porque a mí lo único que
me gusta es leer o dejar mi cabeza soñar…Y siempre sueño lo mismo…que un hombre
me abraza y me besa…y me hace el amor…y mi corazón late de una manera que a
veces pienso que me va a dar un patatús…se me desboca como si fuera una chica
joven…¡Ay Dios mío de mi vida…! ¡Cómo me gustarías probar un beso nada más en
mis labios…! Me conformaría tan sólo con un simple abrazo…Mis amigas me
preguntan qué me pasa cuando me oyen suspirar tanto, pues aparte del soplillo
de aire que me sale del pecho, también se oye el eco de mis quejidos de lo más
profundo de mi hueco clamor…y los ojos me brillan de tanto como reprimo las
lágrimas, de vez en cuando una se me resbala y baña mi rostro…y es que siempre
tengo unas ganas de llorar…Miles de veces he tratado de desahogarme, de
contarle mis penas para saber si a ellas también les ocurre lo mismo, pues he
llegado a pensar que estoy loca de remate, porque esto que yo siento en mis
carnes no debe ser muy normal, y cuando se los hice saber, me dijeron, que ya
estamos muy viejas para esos menesteres, palabras textuales de ellas, y se han
reído de mi, y me han calificado de…Lo siento, pero me niego a repetir tales
comentarios porque me resulta de lo más violento, pero no se cansan de
repetirme que eso de leer tantos libros me ha alocado la mente, y que desde que
he vuelto de la capital se me han subido mucho los humos y que me doy
aires…Quizás tengan razón porque no creo que mi edad biológica esté acorde con
mis sentimientos, pues eso de estar todo el tiempo suspirando de amor es
demasiado, así que decidido ir al doctor, el cual me ha dicho que me compre un
ordenador, porque es la única manera de que se me quite este amargor del
cuerpo...y de repente me encuentro solicitando a la gente para obtener
amistad…Y es así como empecé a tener respuesta de casi toda España…Y conocí a
Rodrigo un jubilado que vive en el sur de España, un pueblo de Andalucía que
enviudó hace más de veinte años, pues nunca se volvió a casar por su trabajo de
camionero, y porque tenía que mantener a su hermana soltera que se quedó al
cuidado de sus tres hijas adolescentes…y no quiso darle otra madre…Ahora tiene
sesenta y siete años y es abuelo de unos mellizos que lo tiene embobado
perdido…pero está muy solo…Es mi pareja actual y yo estoy como loca de alegría.
Es el que me saluda de noche y de día…y nos vemos las cara y me dice los
piropos que se quedaron rezagados en la juventud de mi amarga existencia…Guapa,
hermosa y bella…y en mi corazón ha brotado una historia de amor que no sé cómo
voy a seguir...me da tanta vergüenza, además mis amigas al verme tan feliz y
risueña no paran de preguntarme, pues estoy todo el tiempo canturreando, hasta
a mi madre se le ha cambiado el semblante y cuando me oye, me mira…y sonríe…lo
mismo que yo que no paro de mirarme al espejo y me veo guapa, guapa…debe ser
verdad eso de que el estado emocional te cambia la cara, o es posible que sea
mi alma…El caso, es que de repente me siento una mujer segura y sin temores, y
aunque no me atrevía a revelar el mayor de mis secretos...temía sus
reacciones...además pensaba que estaba cometiendo un pecado, el peor de los
pecados que una mujer de mi edad pueda cometer, pero ante tanta insistencia, al
final les dije que tenía un amigo y que todas las noches chateamos…Y por eso
están que trinan y no paran de decirme que éste es un pervertido sexual, que lo
único que quiere es aprovecharse de mi ignorancia y de mi debilidad…Continuará…
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