domingo, 22 de diciembre de 2019

POR LOS HILOS DE LAS LETRAS.- (MICRORRELATO)


Con un toque de malicia y haciéndose el encontradizo, noté en su gesto aquél día cuando lo vi justo frente a mí...pues...Quería darme a entender que pasaba por allí por purita casualidad, ¡madre mía de mi vida! Como si una fuera tonta y no me diera cuenta de toda su estratagema...Se para, me paro, me mira, lo miro y se acerca a mí...Hace un comentario fugaz, me acerco a su boca para poderlo besar...Se retira al momento diciendo que...Entonces no podemos terminar de verdad... y yo que esperaba esa respuesta para liberarme de pesadumbres y tristezas embargadas...Le digo adiós y sigo adelante sin mirar atrás sabiendo que él hacía igual... Menos mal que al fin se ha ido tan contento pensando que me ha dado donde más duele, y lo que no sabe es que ahí quería yo llegar... pues...Eso de que piense que me ha dejado tirada es lo mejor que podría sentir en su corazón para así estar yo con la sensación de no causarle más sufrimiento y dolor, claro que...No se conformaba con decirme que estaba de acuerdo en que lo nuestro había llegado a su fin, si no, que quería demostrar que era él, el que había tomado esa decisión, y por eso me rechazó al acercarme a su boca, para que supiera que ya no me deseaba ni necesitaba, lo que no sabía era que no me dolía tanto y me venía bien, ya que tenía la sensación de haberle causado daño...pues...Mientras te quise, dejé de amarte en un sólo instante, y por eso me pregunto...¿Qué fuerza poderosa tendrán las letras que presurosas viene y van cuando más las necesitas? Acuden a la cabeza con los recuerdos de la memoria sin que las busquen...Siempre están dispuestas para acariciar esos sentimientos que adolecen el alma, llegando en el momento adecuado para calmar mis ansias de ambigüedad, que sin saber qué hacer, me dan la respuesta a un sinfín de preguntas inacabadas...Es como la divina providencia, que con infinita sabiduría, siempre me protege cuando me pierdo en un laberinto de pasión...pues...Son esas pasiones ocultas las que atenazan la garganta y oprimen el pecho entre devaneos y cambalaches de amores imprevisibles...¡Ay Dios mío de mi vida! ¿Qué sería de mí sin tu atenta mirada a los deslices sin sentido cuando me encuentro enamorada? Será por eso que las letras brotan de mi corazón en llanto cuando te amo con los brazos encadenados a tu cuerpo... ¡Maldito poder que ejerce sobre mi alma desbocada! Y tú ahí...siempre ahí apoderándote de mi boca loca y llenita de pecados, esos inconfesables que, a la par que endulzan mis carnes encharcadas, embriagan mis piernas, que a la deriva de las olas, se retuercen perdidas y halladas en un maremágnum de embates con mis manos enlazadas a tu cuello, y gritando palabras atropelladas, y tú mientras tanto...Meciéndote en mi vientre entregado a un baile confuso de placer…No será que no lo intenté, ¡madre mía de mi vida! Juro que lo intenté más de mil veces, pero jamás pude con el poder que ejercías sobre mi mente y mi piel...pues...Cada vez que intentaba abandonarte al pairo del bravo oleaje, siempre encontraba una duda inexplicable para volver a verte ante los senderos de la muerte, cuando a tus brazos me entregaba a la intemperie de rayos y truenos...frío viento y bajo un cielo negro mientras la lluvia nos envolvía en un abrazo interminable de pasión, donde ni tú ni yo éramos dueños de nuestro corazón, sólo el galope del amor nos dominaba...Que no se diga nunca, que jamás dejé de buscarte entre los revuelos de mis pensamientos, toda yo rodeada de ansias llenitas de fuego por tus besos...¡Pobre de mí! Siempre seré como un alma errante en busca de amores imposibles y caídos en desgracias por culpita de los sentimientos, esos que se enredan con los demonios de la carne...Carne corrompida por los carnavales del infierno, prohibida y mal vista por el sentido común, donde mil disculpas te hacen ser invulnerable a las tentaciones...¡Pobre de ti! Siempre serás un vagabundo en busca de un imposible sin que te comprenda nadie, sólo mis letras compungidas por ese beso maldito que se perdió entre ansias y deseos, donde no manda ni alma, ni espíritu, tan sólo el libre albedrío de los sentimientos dentro de un corazón desnudo y sin piel, donde las tentaciones están arde que arde contra todas las fuerzas de la naturaleza...Hasta ese don que pondera a la mujer y al hombre a vista del creador, las palabras escritas con letras libres y sueltas, se empoderan por un deseo maldito que se perdió entre los túneles del tiempo, donde el amor prohibido estaba escrito en mi cuerpo con la tinta de tus besos...No quiera Dios que por un beso, vuelva a meterme en ese laberinto donde no existan fuerzas que me insten a mirar atrás, y siga caminando como un espíritu errante por los hilos de las letras prohibidas y sin fecha de caducidad para volar y volar con las alas de la libertad...

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