miércoles, 4 de julio de 2018

COMO BRÚJULA PARA LOS NAVEGANTES.- (MICRORRELATO)


Te quedaste mirándome a la cara y no te dije nada, y al verme quieta y callada, volviste la mirada que sin palabras me dijiste lo que pensabas...Te sonreí y seguí mi camino y cuando menos lo esperaba, pasaste de largo por mi lado como un perfecto desconocido... Aligeré el paso llamándote por tu nombre y al verte sorprendido te fuiste como si no me hubieras visto... Y por eso estoy tratando de comprender el porqué de esa forma tuya de ser, que a pesar de todo lo ocurrido ayer entre nosotros, hoy no entiendo tu reacción… Me hago de cruces mirando al cielo, buscando respuestas en el aire y el viento como si pudieran comunicarse conmigo por medio de señales paranormales… ¿Qué pasa contigo? ¡Dímelo de una vez por Dios! ¡Muéstrate! Parecía una exorcista…Dime…¿qué hice mal para que sigas comportándote como si te diera igual todo? Da la impresión de que te gustaría tenerme siempre ahí…bajo tu yugo…Debe ser que temes perderme y sea una de tus estrategias para que nunca me crea que te tengo dominado, ¿verdad? Porque… Eres esa clase de hombre al que le gusta mandar, dominar la situación, ¡vaya que sí! Como si no te conociera ya…pues…Tienes esa sonrisa burlona siempre cayendo de ti…esa mezcla de caballero y don Juan, sí, sí…Ese puntito lacónico que te define como un hombre parco en palabras y calentorro en la cama…¿Quién yo? Sí, tú…Esos tipos que se las matan callando, austeros y sigilosos…el típico dicho…Tira la piedra y esconde la mano, ¡vamos! como el que no ha matado una mosca, pero…¿sabes qué te digo? Que si lo que tú quieres es tener una relación abierta y sin ataduras, vale, yo la secundo, vayas a pensar que soy una ñoña y timorata señora…No, no… para nada, que si tú quieres canchas, de acuerdo…pues…Hay un tipo por ahí que me está queriendo seducir con sus actos y palabras y yo la verdad, ¿qué quieres que te diga? Sí, sí, dímelo, no te quedes ahí como el que no quiere la cosa, que ya sabemos por dónde van los tiros, y bien sabes lo que quiero decir…Y enfrentándome a él con los brazos en jarras y las piernas abiertas le dije en toda su cara…¡Que me mola un montón! Y dándome la vuelta seguí caminando como la que no quiere la cosa…Estaba de éste hombre hasta la coronilla, por no decir picardías…Es que soy algo antigua y claro, una ha de guardar la compostura, como decía mi madre, y hablar según sus raíces…A veces me sale la vena esa de aquella educación, ya se sabe…eso no se dice, eso no se toca…¡Prohibido, prohibido…! Todo era pecado mortal y muy grave, así que por eso está una con la cebeza del revés, porque en el fondo soy igual que él…Cada vez mayor ansiedad siento cuando te veo pasar de largo y ni te acercas, ni me acerco para decirte…No te imaginas lo que te haría en éstos momentos…porque si adivinaras mis pensamientos no te daría tiempo de reaccionar y te abandonarías a mis brazos como títere, esos que son manejados con hilos…pues…De los hilos de tus sentimientos tiro cuando me oyes gemir de placer…Ese placer que me causan tus amaneceres siempre dispuesto a buscarme, y yo, enamorada como estoy, me dejo encontrar con la agonía de mil deseos inconfesables que me piden los caprichos de mis besos, que son cada vez más más salvajes e intensos, como si se me fuera la vida en ellos, ya que…Llegará un momento que nuestras bocas se dejaran de amar... y por eso…No pienso desperdiciar un sólo beso que te quiera dar…pues…Te he de querer hasta que se acaben los sentires de mi piel…pues… No me cansaré nunca de amarte con premeditación y alevosía, que allá donde tú vayas el desacato de mis labios harán presa a tu boca siempre hambrienta de mí…y yo que lo sé…Hoy me encuentro vagando entre líneas, buscándote por cada resquicio de mi piel donde dejaste las marcas de tus ardientes manos ayer, que aún, sin yo pensar, sus caricias vienen y van, adentrándose por pasajes y pasadizo secretos de una manera osada y mordaz…Debe ser cosa del  pensamiento, eso que dicen las malas lenguas sobre él…que es libre…Y a la deriva de sus promiscuos debates diabólicos me traen y me llevan hacia ti, cuando aferrada quedé a la merced de su vaivén, y esclava de tus suspiros me arrancaste de las entrañas los gemidos más salvajes de mi ser…Lo mismo que ayer mi amor, el ayer de nuestra generación donde no se podía hablar ni de política ni de sexo…Eran temas prohibidos, fíjate hasta dónde hemos llegado que ahora no paramos de franquear la línea que separa el bien del mal, ¿qué mal? No hay ningún mal en dejarse querer y amar hasta la saciedad... pues…Te necesito, ¿sabes? Te necesito como aire libre que entra y sale de mis pulmones para saber que existo y seguir adelante como brújula para los navegantes…



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