jueves, 8 de septiembre de 2016

SENTIMIENTOS MÍOS.- (MICRORRELATO)



A veces me siento rota por dentro, sobre todo éste mes de setiembre donde empezó la agonía de ir perdiendo uno tras a mis padres y herman@s, y es por eso que necesito de mis pinceladas derramando lágrimas al viento, pues qué sería de mí si no fuera por éstos pasajes de amor que cruzan mi mente y mi corazón…Perdóname Señor mío por ser tan miedosa. Perdóname por no haber madurado a tiempo y comprender que en esta vida tan sólo estamos de paso, por favor, entiéndeme, es que aún no he llegado a asimilarlo y aunque ya llevé luto por ell@s, incluso ya lo he superado, hay días que los recuerdos me embargan el alma de tal manera que temo desfallecer de dolor…Perdóname Señor mío por ser tan cobarde, y también por darte de lado, incluso, a veces reniego de Ti, y pienso que eres una mentira inventada por los temores de los hombres, y te han colocado aquí para que seamos más buenos, así que tendrás que perdonarme un montón de veces más, porque en realidad, te he negado un millón, pero ya sabes que no soy un ejemplo para la sociedad…Dios mío te lo ruego, dame algo de fuerzas y valor para enfrentarme a este dolor de tener que recordar a mis hermanas y no volver a verla más, ¡eso me duele más! Ya sabes los unidas que estábamos, sobre todo con la chica, siempre las dos pegaditas, ella delante de mí con su bicicleta y yo detrás con mis patines, ¡qué risa! Aunque francamente lo que más siento es haber pasado por el trance de su sufrimiento, eso es de lo que verdaderamente me adolezco. Porque si yo supiera que para ellos y ellas, tan sólo fuera un sueño plácido y bello, a mí, ¿qué me iba a importar que no despertaran jamás? Por favor te lo ruego, préstame cordura, dame fuerzas para seguir el ritmo del tiempo, tampoco es para tanto que yo sea una cobarde y me refugie en mis relatos, así que tendrás que volver a perdonar a esta frágil mujer...Perdóname Señor mío por tener tantos defectos y tan feos, ¡soy muy egoísta! No querría perder a nadie de los míos, sin pensar que a todo el mundo le ocurre lo mismo, pero soy tan cruel que a mí eso ni me importa, ¡fíjese usted hasta donde llega mi egoísmo! Eso no debería suceder, a todos, digo yo que les pasará igual, pero francamente, no lo siento tan de verdad. Así que tendrás que volverme a perdonar. Me duele tanto que les pase algo a mis hermanos que no sé si lo podré soportar...Tan sólo sé que me dan muchas ganas de llorar, y sólo el pensarlo, las lágrimas están a punto de resbalar y mi corazón casi de estallar, y los alaridos en mi garganta se pelean por gritar...Perdóname Señor mío por tener tantos defectos y encima tan feos, pues aunque me cueste reconocerlo, no soy nada valiente, y tan sólo me gusta estar feliz y contenta, y que nadie me venga con historias lastimeras, porque me dan mucha jaqueca. Así que tendrás que volverme a perdonar por no ser perfecta, y que no me entre estas cosas en la sesera, que aunque ya tengo suficiente edad aún, todavía, me cuestan entenderlas, ya ve cómo me flaquean las piernas...Por favor, perdóname si mientras tanto, sigo tecleando al ritmo de la imaginación, evadiéndome de la cruda realidad. Mis dedos escriben lo que le mente inventa, dictándole algún que otro cuentecillo que le viene a la cabeza, confundiendo al lector con los latidos de mi corazón, pues francamente amigo mío, de esta manera llevo mejor el ritmo. Es por eso que he decidido aprovechar cada momento que pueda salir de paseo, y casi todos los días me llevo un cuaderno donde voy anotando cada frase que me trae el viento…Y mirando al cielo escribo lo que siento...Mamá, cuando veo a alguna señora con muletas, me acuerdo de ti…Si es gordita y va enganchada del brazo de su marido, dejándose caer, meciendo las caderas al ritmo de la respiración, con el bastón en la axila, como si fuera un melón, me acuerdo de ti. Otras veces lo arrastrabas por la calle de una manera tan singular, que me hacía una gracia...Mamá, por favor, no te enfades conmigo, si en algún momento escribo algo que te moleste. Tienes que iluminar mi mente para que salga bonito, no sabes el interés que estoy poniendo en ello. Te pido que me traigas el baúl de los recuerdos que dejaste en Ceuta, porque a veces se me olvidan los momentos vividos allí, y si fuera posible, me gustaría tener un buen vocabulario para llenar esto de frases preciosas, ¿vale? Mamá, si me ves, si hay algo en el más allá, por favor, habla con Dios y dile que perdone todos mis pecados y que me dé fuerzas para ser buena. También que me dé capacidad para seguir escribiendo microrrelatos de pasiones, esas que siempre están al borde del mar...mi mar...


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