Por qué será que a media noche me despierto a la misma hora y te
pienso…debe ser que tú también me piensas, es como si estuviéramos hablando una
conversación sin palabras donde los besos y abrazos son los protagonistas de
nuestros encuentros…Apenas dormitamos, pues hasta oigo como me susurras y me pides que no te
deje nunca...parece mentira que aún no me haya acostumbrado a la soledad de mi
cuerpo pues siempre estás tú... Sé que eres mío, me lo dicen tus ojos, porque
siento tu pecho abierto y hasta las costillas las tiene medio partidas de tanto
como me suspiras…y te veo el gesto roto de dolor, y las carnes vacías y las
manos casi cerradas en un puño, buscando mi cuerpo, mi boca y mis susurros
cuando te grito en el oído...oye, niño...me gustas mucho y me encanta esa
manera que tienes de mirarme a la cara…Sobre todo cuando te desnudas y apareces
ante mí con esa camiseta…Mira que me gustas con esa camiseta blanca de algodón,
¡vaya que sí!…Pareces un peón camionero, pero… tienes un no sé qué tan
irresistible que me provoca a lanzarme como una leona para tu cuerpo…y hacerte
mío al momento…y tú al ver éste derroche mío de pasión, te entregas con las fuerzas
de un león…Y es que no tenemos parangón, siempre ahí comiéndonos a besos, debe
ser que nos necesitamos tanto…o quizás temas que con los años se marchite
nuestro amor…los encuentros ardientes y todas esas cosas que rodean al éxtasis
de pura pasión...A veces tengo mis dudas y pienso que tarde o temprano éste
sentimiento tan fuerte se acabará, pues dicen las malas lengua que con el
tiempo la pasión se acaba y tan sólo el pensarlo me aterroriza…Es tan
emocionante sentirse siempre tan deseada aún, es como si en el otoño de mi vida
no tuviera otro fin para subsistir…O quizás es que Dios me hizo con ésta
naturaleza de mi existir, pues no conozco otra manera de ser feliz ya que tengo
todo lo demás al alcance de mi mentalidad, reconociendo esto y lo otro como algo
tan normal…y natural...Hasta me asusto de mis propios pensamientos cuando pasan
las horas del día, semanas, meses y años, todo el tiempo permanentemente estás
tan dentro de mí...como si yo no tuviera conciencia de mi existir, siendo tú el
dueño de mis sentimientos, dirigiendo los hilos de mis impulsos y emociones
hacia los deseos de tus más bajos instintos, llevándolos a cabo a través de
mi…Cuántas preguntas sin respuestas en mi corazón cuando tomo las riendas de mi
razón…Será que tú no estás en ese momento pensando en mí y es por eso cuando
caigo en la cuenta de que soy la dueña de mis emociones…Me hago la gran
pregunta del por qué…Qué gran misterio será ese, cuando a medianoche, a la
misma hora me llamas con el silencio de tus suspiros y me dices cuanto me
necesita, y yo que te siento y te veo el gesto roto de dolor, alargo mis manos
vacías buscando tu cuerpo y te susurro muy bajito en el oído, aquí estoy yo,
que todavía no me he ido…y el eco de tu voz me grita muy despacito…hasta mañana
amor mío…Aunque a veces tengo mis dudas y por eso actúo de manera tan informal…Será para que no te lo creas demasiado y siempre estés a mi lado…Es por
eso que en mi mente le doy vida a escenas que teje la maraña de mis pelambreras
sin darme cuenta, pues he de avivar el fuego con historias que me invento para
que nunca jamás se acabe nuestra gran historia de amor, si..no...¿para qué
quiero vivir yo…? Mi vida está llena de aventuras y desventuras y a veces
quisiera llorar, echar mis lágrimas al viento pero no me salen, me cuesta
trabajo, y no sé porqué, pues ganas tengo…Tan sólo caen sobre el teclado
derramadas con palabras de amor…A veces me siento como hoja de árbol vapuleada
por el viento que me arranca y me arrastra por los aires plasmando ráfagas de
amor...Es mi portátil, fiel amigo mío, mi hombro, mi amante que escucha
pacientemente los impulsos de mi corazón…Sé que estás muy enfadado por lo que
te dije el otro día, fueron los celos, ¡malditos celos que me enmarañan la
mente y enajena mi corazón…! Y por eso te mentí, pero tú sabes que no, que sólo
te quiero a ti…Por eso cuando me crucé contigo no hizo falta ni las palabras ni
una mirada, esas que tanto te gustan de mí, para que supieras el dolor que me
habías causado dudando de mí y tú, orgulloso, al otro día hiciste los mismo…Me
encuentro otra vez sola, hablando con las piedras y con los chinos, hasta con
las flores que me miran con pena, están lo mismo que yo sin nadie que las mime
un poco…A veces tengo mis dudas también…Ahora no me busca, no me quiere y
siento que lo voy a perder. Pensará que soy una mujer que se va con cualquiera,
que no tengo principios y que no me doy a valer…Pero ya no volveré a dudar de
ti, mi amor, jamás pensaré que estás con otras, son las dudas que se adueñan de
mis pensamientos cuando veo pasar los días y no te dejas ver…Y de repente ahí
que estabas tú…Me miraste con cara de maldad, sé que estás muy enfadado
conmigo…Escúchame, tenemos que hablar…Le dije…Esto no se puede quedar así
porque se deteriorará nuestra pasión y nuestra pasión es intocable, fuerte,
romántica y ardiente a la vez, esto no lo sabe nadie, sólo quien lo vive en sus
propias carnes…nuestras carnes mi amor…Soy muy celosa, no soporto que esté con
otra, nada más que conmigo, por eso te dije con toda la rabia que había estado
con otros…para hacerte daño…Se quedó mirándome a la cara, a los ojos, como si
quisiera leerme los pensamientos, ¡mis pensamientos! Le salían los diablos por
todo su cuerpo, estaba endemoniado, con ganas de torturarme…Tú sabes que me
precio mucho y que valgo un montón y mi cuerpo sólo para ti…No podía soportar
ni siquiera la idea de que yo le hubiera engañado con otro, era de su
propiedad, no quería compartir mis jadeos con nadie, ni mis gritos…Siempre te
has jactado de que eres el único hombre que me conoce como a la palma de tu
mano y una vez me dijiste que yo era tuya y tú mío, juntos hasta la muerte así
que ya deberías saber de qué manera te quiero y cómo te deseo…Se dio la vuelta
y se marchó...¡Corre, corre, corre! Me dijo el corazón abierto y sin dudarlo
salí corriendo…Y por eso te paré en medio de la calle, te abrazé delante de la
gente y me colgué a tu cuello para comerte la boca a besos…y desde ese momento
no pasa día que no me reclames un solo beso para que te apague el fuego que te
quema por dentro…
No hay comentarios:
Publicar un comentario