Perdiéndome
en la ciudad me hallo buscándome sin poderme encontrar, tan sólo los besos y
abrazos que imaginándome están a cada paso que doy. Es como si me quisieran
atrapar, será porque los siento tan dentro de mi que apenas puedo caminar,
fíjate de qué manera una puede llegar a amar, que hasta enloquecen los malos
pensamientos batallando entre ellos como si supieran más que yo misma, pues se
alojan en el lugar más recóndito de mi interior y ya no saben ni a donde ir.
Dicen que el pensamiento es libre, que no tienen ni orden ni control, ¡qué sé yo!
pero mi cabeza está a punto de estallar con tanto suspense y esa duda
misteriosa que apenas deja mi mente en libertad. Es una lucha continua donde te
veo entre tinieblas, como si ya no estuvieras tan loco por mí, y eso me
desquicia de tal manera que ganitas me dan de irme con el primero que se cruce
en mi camino…No me conformo que me quieras nada más, sino que me adores, ¡vaya
que sí! Soy tan redomadamente egoísta que necesito constantemente que me lo
demuestres a piel y canto. Qué estés siempre ahí, supeditado, a la orden de mis
devaneos, cuando quiero y me dé la gana. Reconozco que soy una caprichosa de la
vida y me encanta dominar la situación, y es todo lo contrario, que haces y
deshace usándome como una muñeca de trapo, y yo sumisamente caigo rendida y eso
me pone a parir…Siempre igual, no entiendo nada de esa forma de actuar que
tienes. Se me llena la cabeza de inquietudes y me pregunto el por qué cada vez
que tu quieres me arrojo a tus brazos como si no tuviera voluntad, porque yo no
mando en mí, ¿sabes? No tengo fuerzas para negarte un beso y se me revuelven
por dentro los entresijos de los malos pensamientos, y por eso me alejé de ti.
Estuve alejada más de lo que podía, hasta me decía que era lo mejor, pero
tantas veces como viniste pidiendo limosna de amor, al final cedía, porque yo
te quiero y te deseo, ¿te enteras? Sobre todo cuando veo esa cara de carnero
degollado que se te pone. Estoy tan enamorada de ti, que no tengo ni control ni
aparición, sino una maraña entre ceja y ceja, que no puedo comprender ni cómo
ni por qué. Mi corazón palpita y no quiero otra cosa más que besar tu boca. A
veces me gustaría seguirte para saber dónde estás y con quién, fíjate si serán
grandes mis celos y me da una rabia y un coraje, que ni te cuento, por eso ando
buscando tus besos, porque no quiero recuerdos, que quiero atraparlos en tu
cuerpo en los abrazos de nuestro aliento…Me digo una y mil veces que no, que no
debo ceder. Siempre me he dado a valer, porque yo valgo mucho, ¿te enteras?
Valgo un montón, así que vete. Aléjate de mí, ya está bien de tanto sufrir, me
tienes harta, no sabes ni lo que quieres. Creo que tienes miedo de tanto como
me piensas…Aléjate lo más posible, sólo me das malas influencias, ¿qué te
crees, que voy a ir detrás de ti? ¡Apañado estas! Valgo demasiado, y no me vas
a quitar el halo que me protege. Si, si, mi halo, ese que tenemos rodeándonos
por todos lados…Me dijiste que me querías, que no podías estar ni un solo día
sin verme, y hasta que me ibas a llevar al fin del mundo, ¡mentira cochina!
Pasas de mí o eso es lo que me quieres dar a entender y no paras de
enmarañarme. Lo único que te preocupa es que yo pierda los sesos por ti, y por
eso me haces tanto daño. Eres un incordio para tu ego y una mala influencia
para mi persona, y no puedo estar todo el tiempo pensando en ti como si fueras
mi dueño…Voy hablando sola, no sola no, hablo con las calles, con el aire y
conmigo y ya me cansé. Me cansé de esperarte, de tenerte paciencia, de amarte,
de tener miedo a perderte. Ahora no, ya me da igual y no te voy a buscar, no.
Soy una mujer fuerte, con personalidad y mucho carácter, ¡vaya que sí! para que
me tengas como si fuera una cosa, yo me quiero, ¿te enteras? Tengo dignidad y
te has creído que conmigo puedes jugar. No, lo siento, no es mi ego, no, es mi
halo lo que protejo, me protejo de ti ¿sabes? De ahora en adelante voy a ser
más fuerte que tú, porque mi vida es mía y no te la quiero ni prestar. Me
dominaste en un tiempo que las defensas del amor las tenía bajas, ¿sabes?
Estaba loca por ti, muy enamorada, lo mismo que cuando te besé la primera vez,
toda yo era pura pasión, no veía más que tu amor y me quedé sin nada, yo no era
yo, estaba tan loca que tus besos me absorbieron por completo. Aún los tengo
grabados en la piel cuando me mordiste dentro de la garganta. Si, esos besos
rebuscados y en cómplices de los míos, casi éramos una trenza de lo bien
acoplados que estábamos aquél día que me hiciste tuya y tu mío, pero una trenza
en rodete, ¿sabes? A veces me siento frustrada, es una sensación de soledad,
quizás es así como te gusta hacerme sentir…Las calles me llaman y me atrapan en
un revolucionario eco de pasión llenando mi cuerpo a besos…Los busco y los
deseo con tal frenesí que salgo a ciegas hacia tus brazos…Antes me daba
vergüenza decirlo y admitirlo, pero ahora pienso echar todas mis alas a volar
para atraparlos al viento…Palpítame el alma, palpítame el corazón, que no
quiero yo quedarme en la vida sin tu amor…Palpítame, palpítame por Dios…
No hay comentarios:
Publicar un comentario