MIENTRAS TE ESPERABA.- (MICRORRELATO)
Estoy escribiendo en mi diario, lo
mismo que hacía cuando esperaba a mi chico asomada a la ventana, que con tal
que se retrasaba dos minutos, me desesperaba imaginándome que ya no le
interesaba, y ahora, a pesar de los años, sigo teniendo los mismos malos pensamientos…¡Qué
agonía en mi corazón! ¡Cuánto silencio me rodea! Tengo tu nombre prendido en
mis labios como si me estuvieras besando…malos tiempos son los que corren ahora
por mi mente…y mi cuerpo…quizás llegó el momento de decirnos adiós y no me dejas
hacerlo…pues…Siento tus manos encalladas en mi cabeza y me dices muy pegadito a
ella…te quiero aunque no te tenga a mi lado…Y yo que me encuentro desalmada,
abatida y sin alas, me quedo quieta esperando ver las respuestas en tus ojos y
en tu sonrisa seca…y me asusto, ¿sabes? Me asusta ver tanto dolor en tus gestos
como diciendo…Estoy loco por tus besos…Te leo el sentimiento, ¿te enteras? Leo
cada movimiento de tu cuerpo cuando vas caminando tieso como una
estatua…incluso piensas que estoy detrás observándote y por eso, de vez en
cuando te giras para ver si te estoy mirando, ¡fíjate cómo te conozco…! Eso
creía yo, que te conocía realmente…será de tanto como te quiero y no veo más
allá de las narices…no tengo remedio...A veces creo que desatinan los sentimientos,
como si ellos avalaran las palabras que clavo en mi diario, el diario que me
regaló mi madre cuando cumplí quince años…Era un diario pequeño de tapas duras
rojas y un candadito dorado, y justo antes de las ocho de la tarde me dejó dar
una baile para mis amigas y amigos, la pandilla…Entonces éramos un pequeño
grupo que pasábamos sábados y domingos bailando agarrados, apenas sin mirarnos
a los ojos…Todavía recuerdo cuando, con sus manos en la cintura me besó por
primera vez....las piernas me temblaron de emoción, más o menos como ahora en
el recuerdo que salen mis letras emocionadas y llenas de rubor, casi en un
suspiro de pasión…Y ahora, a pesar del tiempo que hace desde que empecé aquél
diario, aún siento como si la primavera se hubiera anclado en él…El mismo que
antes era como las hojas de las amapolas, libres y sueltas que mecen el aire
bajo los rayos del sol, y enardecidas se dejan llevar por la brisa fresca de la
primavera…mis primaveras…las que todavía siguen meciendo mis cabellos y mis
caderas y por eso…Me pregunto si no será malo tener éstos aires tan fuertes y
frescos clavados en el pecho…pues…No entiendo que no pueda olvidarte ni un
momento y tenga tanta necesidad de verte todos los días, de besarte y
estrecharte en mis brazos para saber si me sigues amando como antes... tengo la
sensación de que pasas de mí…No pases de mí por Dios, y quiéreme como te quiero
yo para seguir contando aventuras de pasión…pues...Sigo con esa vieja costumbre
de escribir en mi diario, y aunque ya no tiene las tapas rojas ni candado
dorado, ahora dejo sus tapas abiertas para que el viento arranque las hojas y
salgan volando por los aires para que tú las recojas…Secretos, sólo son los
secretos que andan sueltos como almas errantes que vagan hacia atrás y
adelante…Esos secretos que por entonces creía inconfesables por la pasión que
sentía siendo tan sólo una adolescente llena de entusiasmo y alegría, más o
menos como ahora pero en mayor…pues…A pesar del tiempo pasado, aún siento como
aquella chica enamorada…debe ser eso que llaman amor y se quedó prendida en
esa flecha que Cupido lanzó justo en el centro de mi corazón, pero…¿Sabes que
te digo? ¿Qué, qué? ¡Dímelo, anda…dímelo! Me dijo volviendo la cabeza,
sonriendo con esa medio sonrisa picarona que tanto me gustaba…era insoportablemente
atractivo y seductor, como para echarme a sus brazos y decirle…Eres el dueño de
mi diario…pues…Hay un diario pululando por ahí atrapando aventuras mil, y
revolotean alrededor de mi cabeza como si fueran hojas secas, que arrancadas de
los árboles por la fuerza del aire, las atrapo al momento para sentirlas en mi
cuerpo y me dicen que te diga lo que me pasó aquél día que viniste a buscarme y
no pudiste encontrarme…Esperándote como estaba en la fuente de los suspiros, se
acercó un amigo para decirme que no eras tú el que susurraba en mis oídos, si
no él…Que te había visto con otra a brazo partido mientras le alzabas los
volantes del vestido y por eso…Salí corriendo para que no vieras mis lágrimas
derramadas en el camino, y a la vuelta de la esquina me crucé con ese amigo
espiándome los sentidos…Me entregué a su abrazo como ave de paso, y aferrada a
sus manos dejé que me arrancara los encajes de los lazos de mi tanga para que
sintiera en sus carnes los secretos de mi alma, que con gritos desgarrados, se
quemaron con sus besos apasionados, y ardiendo como estaba me salvó de tus
llamas…y ahora que me encuentro sola y calmada te diré…Que lo único que lamento
es no haberlo hecho antes y al momento cuando me enteré de tus
devaneos…pues…Tantos días encerrada en casa mientras te esperaba llenaron mi
diario de llantos camuflados con historias de contrabando, y por eso…Plasmando
me encuentro ocultos sentimientos con la osadía de los secretos, que atrevidos
y virulentos, se quedan atrapados entre las hojas de mi diario mientras te
espero…
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