No quería interesarme en tus problemas
y me quedé enganchada a tus saludos de buenas noches y tus besos de
despedida…Tenía la sensación que me estaba metiendo en un maremoto del cual no
podría salir y por eso dejé de hablar con él, aún sabiendo que no se daría por
vencido…pues...Era la clase de hombre, que cuando echaba el ojo a una mujer no
se daba por vencido, y aunque vivía en la otra punta del mapa, eso de tener
largas conversaciones conmigo por las noches le arrobaba el alma de manera que
ya no pudo echar marcha atrás…Me había convertido en un reto para él…su reto
personal…Me dijo que se sentía atraído por mí, que le gustaba mi forma de
ser…que se sentía libre expresando sus sentimientos…que no tenía vergüenza de
contarme sus deseos de entrega total al abrazo carnal…¿A cuántas se lo habrá
dicho? Pensaba a la vez que le contestaba ipso facto…Toda yo era una arpía
reptante, dispuesta a reaccionar antes de responder a sus arduas proposiciones
indecentes, como si en vez de yo, fuera él…Dos personas atrapadas en una red de
engaños donde se dan citas los piratas del escándalo a través de frases
enardecidas de amor, guiadas por la curiosidad y la agonía de declararse
infiel, ya que ninguno de los dos éramos libres…Casada yo y casado él…Dos almas
perdidas viviendo el desencanto y la decepción tras la rutina establecida…¿Qué
falló en la aventura del amor? Amores ocultos, sólo eran eso…quizás lo
prohibido atrape tanto a hombres y mujeres, o… ¿Es posible amar a más de una
persona a la vez? ¡Señor, Señor…! Puede ser que en un corazón hayan rincones
para toda clases de amores…incluso pasatiempos…pasiones desbocadas...Eso fue lo
que lo embaucó y lo enganchó a mi forma de ver la vida…pues…Estamos hecho de
barro según la biblia, y el barro en sí es tan maleable que cualquiera los
puede manejar…Debe ser por las fantasías que me enredan y transforman en una
hábil instigadora que todo lo engrandece y enarbola como si fuera una bandera,
y nada más verla algo surgió en su interior, y por eso despertó... Me estaba metiendo en un terreno escabrosamente sensual del cual apenas
pude darme cuenta hasta que me vi imbuida en él…Lentamente fue arrancando
secretos de mi inconsciente que no quisiera repetir por escandalosos y
atrevidos…me dejé seducir por sus insinuaciones sedientas de pasión…quizás
pensó que estaba en la misma situación que él y por eso…Me arrastró a su
terreno con la sutileza que tienen los buenos amantes…esos que conocen cada
recoveco de los sentires de las mujeres, que como yo, estamos llenas de
fantasías e ilusión…Inocente y frágil niña mujer que nunca dejó de soñar...romántica
empedernida, que con cuatro rimas cae en brazos de cualquier hombre que la sepa
modelar…un hombre ansioso de volverse a enamorar, o...Quizás fuera el último
romántico del siglo pasado, uno de esos tipos que están en peligro de
extinción, pero...A medida que pasaban los días fui desenmascarando a través de
sus frases disfrazadas de respeto, tan cuidadosas y escurridizas a la vez, que
me hizo sospechar que tras ese madurito caballero se escondía un doble
personaje cargado de añoranzas, sobreviviendo en una sociedad rodeada de
gimnasios, donde músculos y siliconas se regodean posando como reclamo para
enamorar a las chicas, auténticas divas de cuerpos esculturales y esculpidos,
rasuradas de arriba abajo, casi perfectas, con físicos impertérritos, sin
ninguna señal de desengaños amorosos marcadas en el rostro...Son como postales
antiguas expuestas en las tiendas que pululan en lugares turísticos…Recuerdos,
sólo serán recuerdos del futuro inmediato…pues…La vida pasa tan deprisa que
apenas puede una recapacitar en lo que va a suceder de un momento a otro, y por
eso... Me dejé llevar por su loca ansiedad de amar y ser amado…tenía tanto
guardado dentro de sí…Era como un cofre lleno de oro en el fondo del mar…un náufrago
a la deriva de las olas que nunca dejó de dar señales de vida a ese faro de
luz...Fue en ese momento que vi su señal, y como un salvavidas se aferró con
uñas y carnes…pues…Al final sucumbió a mis evasivas, que sin proponérmelo
siquiera, cayó en la red con la agudeza de mi habilidad mental, ya que poco a
poco iba dejándose ver entre las fisuras de sus propias mentiras, y por eso…Me
encuentro sometida a una aventura escabrosamente sensual que me incita a
pecar...
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