Nunca tiene una palabra
amable para mí, todo me lo cuestiona, me lo critica y hasta me descalifica…ni
siquiera me dirige una sonrisa cómplice que me haga sentir amada y querida…Me
habla con malos modos gesticulando de tal manera mi forma de ser, que hasta he
llegado a dudar de mí misma pensando que no soy normal, si no un bicho raro de
esos que la gente mira con los ojos llenos de espanto…Me ridiculiza…todo su
afán es hacerme sentir inferior, como si fuera una piedra del camino a la que
se la pueda apartar…Tengo el corazón destrozado, ya no puedo más…se me agotan
las fuerzas y no sé por dónde tirar…estoy cansada de luchar…Hice todo lo
posible por salvar mi matrimonio, pero no, se ve que no voy a poder nunca y…No estoy
dispuesta a seguir viviendo junto a él, porque mi vida es un verdadero infierno…Señor
mío ayúdame, te ruego que me des las fuerzas para combatirlo porque vivo sumida
en una incertidumbre tremenda…te lo ruego por favor…ya no tengo paciencia para seguir
soportándolo, y temo que cualquier día de éstos haga una locura…pues…Poquito a
poco me estoy volviendo loca...¿Qué es lo que hice mal? Dime, ¿qué es lo le ha
hecho cambiar tanto? No creo que me merezca tanto sufrimiento, no, no…Le doy
igual, que ría o llore, no le duelen mis lágrimas, se ríe de ellas…no me
quiere, porque si sintiera el más mínimo afecto por mí, hace tiempo que hubiera
cedido a mis ruegos…¡Cuántas veces le pedí que fuera más dulce y agradable…! Lo
único que tenía que hacer era quererme, aceptarme y si no, ¿para qué se casó
conmigo? ¿Por qué se empeñó en seguir adelante con el noviazgo? No entiendo
ésta clase de hombres tan dulces y cariñosos en la primera etapa del matrimonio
y luego, pasado los primeros años se van volviendo más toscos, huraños y
antipáticos, pero…Fuera de casa es la mar de simpático con todo el mundo, tiene
la boca llena de risas y alegrías, y con las señoras de ellos más, que las pondera
y pone por los altares…¡Menuda suerte has tenido con él! Me dicen ellas…es de
lo más agradable, correcto y educado, ¡qué amabilidad! Todo un caballero, da
gusto hablar con él…Y yo que vivo con él puertas adentros me quedo con la boca
abierta pensando, ¿qué sabrán ellas? Jamás podré comprender que sea todo
amabilidad fuera de casa y un bruto conmigo…Fui dejándolo de querer hasta que
exploté…Se me rompe el llanto a pedazos llorando sola en mi cuarto, y por eso
me encuentro rezando…Señor mío, me casé por no quedarme soltera, apenas sin
estar muy enamorada, tan sólo me gustaba, pero pensaba que con el tiempo lo
amaría, y llegué a quererlo, ¡vaya que sí! Tuve dos hijos varones y durante la
infancia y adolescencia los años pasaban acomodándome a la situación de madre y
esposa, y aunque nunca fue un marido modelo, a mis hijos jamás le faltó nada, hasta
que se hicieron mayores y cada uno escogió su camino…Y ahora es cuando ha
venido todo el problema de golpe, pues a medida que cumple años se está volviendo
cada vez más huraño, más antipático…Se tira todo el santo día del bar a casa, y
lo único que hace cuando llega es ver la tele despotricando…Me ignora, me
grita, me insulta, me descalifica, me manda callar y lloro…lloro por todo, tengo
los ojos colorados de tanto llorar…siento lástima de mí misma…No lo quiero, no
lo puedo querer, le da igual mis sentimientos, mis lágrimas, mis penas…Lo odio
y siento tal asco que tan sólo el pensar que tenga que acostarme en la misma
cama se me revuelve el estómago, y al darse cuenta del rechazo que me causa, me
ha dicho que va a ser todo lo posible por destruirme para que yo misma me
suicide y que no va a parar hasta que lo consiga, y por eso…Decidí dar un giro
de noventa grados a mi vida…No estaba dispuesta a quedarme encerrada en mi
habitación llorando en silencio mi mala fortuna…era una desgraciada, ¡vaya que
sí! Tenía que actuar rápido y pronto. Sin pensármelo más abrí mis brazos a la
libertad aunque me costara lágrimas de sangre, sentí que había llegado la hora
de gritar al mundo entero… ¡Tengo que salir de aquí! No me conformo con ésta
vida aunque tenga una edad delicada…pues…Ya no era una mujer joven, más bien
mayorcita, además tenía una pensión de ayuda bastante reducida, así y todo, eché
manos al valor y me dije que peor no iba a estar, y eso de que dicen por ahí
que…Más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer, no me valía…Hice oídos
sordos y lo tiré todo fuera de borda y me dije a mí misma con todas las fuerzas
de mi ser…¡Quiero conocer lo bueno aunque tenga canas en el pelo! Arrugas en la
cara y la vista cansada…Me apunté a un taller de Arte y Oficios donde he encontrado
la luz del día y es tal el cambio que se está transformando en mi actitud, que no
soporta verme tan feliz y contenta, pues es el único sitio donde he hallado un
poco de alegría y paz, además la autoestima se me ha subido por las nubes al
verme tan arropada y admirada por los profesores y alumnas que resaltan todas
mis actitudes, cosas que él jamás ha hecho, todo lo contrario, que me ha tirado
por los suelos poniendo tal empeño que cogí complejo de inferioridad, incluso
iba por la calle amedrentada perdida pensando que no valía nada, pero desde que
estoy allí, veo la vida de otro color y me he vuelto a enamorar del amor…Me siento
viva, llena de ilusiones y esperanzas y ya no me conformo con menos…Tengo el derecho
a ser feliz, tengo derecho a vivir en paz, tengo derecho a ser amada y amar con
calma y deseo…Aún tengo unos años muy bonitos para vivir al lado de un hombre
que sepa apreciar lo que valgo…pues…Siento la sed de sus besos en mis
labios…los suspiros reclaman salir de mi pecho para arrancarte los tuyos y me
digas…te quiero…
Un relato durisimo, pero muy valiente. Ánimo!
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