Dicen las malas lenguas que se recoge lo que se cosecha, y
verdad ha de ser cuando me siento tan mal…Señor mío no sé qué hacer, estoy
viviendo un torbellino de pasión, me encuentro en un callejón sin salida, y aunque
siempre he sabido sortear los obstáculos escondiéndome tras una falsa fantasía,
al final la realidad me ha hecho frente y ya no puedo seguir fingiendo que soy
una mujer feliz y afortunada…Toda mi vida se basa en una mascarada de ilusión,
un sueño, un ir más allá de mis posibilidades…La búsqueda de la felicidad de la
cual siempre he carecido... Dios mío, hoy me muestro ante ti desnuda y sin
piel, y esta que ves es todo lo que soy, una mujer llena de defectos y malos
pensamientos. Soy cruel, y por mucho que trato de ser mejor no lo consigo
porque en el fondo me gusto y siento un morboso placer tal como soy…Antes era
tímida y callada, indecisa, insegura, apenas levantaba la voz, pero tenía una
mente maquiavélica y malsana, sobre todo con las chicas más guapas que
yo...pues...Todo mi afán es ser diferente, destacar entre todas las mujeres,
llamar la atención de los hombres, aún sabiendo que me tachaban de mosquita
muerta y rara, cosa de la que me sentía muy orgullosa y en el fondo me hacía
reír...He sido una vagota toda la vida, además de estar siempre esperando que
me solucionen los problemas, por lo que quería casarme con alguien que me
mantuviera…pues...Eso de trabajar no estaba hecho para mí, pero…Ya lo decía mi
madre que en paz descanse…No quieres caldo, toma dos tazas…Me casé con el
primero que pasó por mi puerta porque tenía más de treinta y cinco años y me
sentía como una solterona, y por eso estoy aquí... En una residencia de
ancianos fregando suelos y limpiando baños con más de cincuenta años…Soy una de
las limpiadoras, y en éstos momentos estamos cuatro señoras, ellas más jóvenes
que yo de edad, pero aparentemente parecen mayores…Están gordas y deformadas,
visten fatal, no las soporto, y siento un rechazo hacia ellas que se me nota en
la cara, ¡las detesto! Son tan vulgares que cuando paso por su lado las miro
por encima del hombro porque no quiero que me comparen a ellas, sobre todo
cuando hablando dicen aigan, escuenden, habemos y asin...Siempre están
quejándose de dolores, y van renqueando por los pasillos como ancianas, y
cuando comen hacen tal ruido masticando que me levantan el
estómago...¡Zampabollos siempre pensando en comer! Murmuro bajito haciendo
aspavientos con las manos, y gestos de asco con la boca para que se den cuenta
de la repugnancia que me inspiran…Me siento en un banco del jardín y rezo
pidiendo perdón, siempre estoy rezando…En el fondo no quisiera ser así, y de
regreso a casa, cada vez que paso por una iglesia, entro y paso la mano por
todas las imágenes buscando el perdón…A veces me arrodillo rogando cambiar,
pero no puedo y me odio…Me odio a mí misma por no sentir la más mínima
compasión por la ancianidad...Reconozco que admiro la juventud y me gusta estar
rodeada de chicos jóvenes y esculpidos y por eso me he apuntado por las tardes
a un gimnasio y allí es donde me siento feliz y me muestro tal
cual…pues…Necesito sentirme constantemente admirada por ellos, además me
encanta llamar la atención…Me paseo por todas las salas andando con movimientos
sexis e insinuantes para que me miren y digan lo bien que estoy, pero cuando
llego a casa se acaba todo…Vivo en un infierno, estoy amargada, soy la mujer
más desgraciada del mundo…Me encierro en mi habitación y rezo el
rosario...Señor mío, necesito un milagro urgentemente, quisiera ser buena y
recatada, pero me gusta ser atrevida y descarada, debe ser que al final
encontré el amor de mi vida y no estoy dispuesta a renunciar a él…Me vuelve
loca de pasión y lo estoy engatusando para llevármelo a mi terreno y hacer con
él lo que me pida el cuerpo...pues...Me enamoré, ahora ya sé cómo son de
ardientes los besos apasionados y los necesito tener en mis labios...Necesito
la calidez de tus brazos cuando me rodeas el cuerpo y necesito oir tus jadeos
cuando te digo...te deseo.. Y por eso estoy aquí rezando porque se ha dado
cuenta de mi verdadera personalidad y me ha dejado por miedo o porque me ama de
verdad, y después de tres meses de euforia y locos encuentros de pasión se ha
marchado sin decirme adiós…No te creas que porque no me esperes por las esquinas,
pienso que no me quieres todavía... No me digas que estando tanto tiempo
recluido en tus encierros, viendo pasar los días sin verme ni siquiera un
momento, no me llevas en el pensamiento... No pienses que porque ya no me
busques por los alrededores del puerto, duermes tranquilo y contento... pues...
Estás que no vives un sólo momento sintiendo que se te congelan hasta tus
propios recelos, pensando quién será ese que está besando mis labios para que
me traiga sin cuidado tus desplantes cuando pasas por mi lado, y estás contando
los días y las horas para volver a abrazarme y sentir en tu pecho cuanto te
quiero y cómo te deseo, porque…Siento tu dolor en mi corazón, te veo triste y
lleno de sufrimiento que me parte la razón en dos…tu cuerpo no puede cargar con
tanta desazón y tu pena grita mi nombre con angustia y miedo…No sabes cuánto
daño me estás haciendo…pues… Éste sentimiento tuyo es de los que sólo yo sé
apagarlo con los besos de mi infierno...
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