Empezó muy educado, demasiado correcto diría yo, aún así
seguí chateando con él creyendo que quizás era muy mal pensada... pues... En el
fondo quería darle la oportunidad de equivocarme, pero... Cada vez eran más
subidas de tono sus palabras, y no digamos las frases, eran de lo más atrevidas
e insinuantes… ardientes…como invitándome a dar un paso adelante para
arrastrarme a su terreno de manera ilícitamente sexual, al mismo tiempo que se
retractaba cuando, en mis respuestas le indicaba que por ahí no quería ir, a lo
cual procuraba dar marcha atrás de forma inmediata con suaves comentarios de la
hipocresía habitual…pues…Era listo a rabiar, conocía todos los sentimientos de
las mujeres, jóvenes y mayores, y conmigo tenía un cuidado exquisito
dulcificando los malos pensamientos, de tal manera que cada vez que quería
bloquearlo para no tener que estar pendiente de él, decía algo que llamaba mi
atención y me hacía dudar de su verdadera pretensión…Quizás ésta madrecita que
lleva una aletargada en el corazón sintiera compasión cuando lo veía sonreír en
sus fotos, y llorando con palabras derramadas en lágrimas…He de reconocer que
desde un principio me cayó bien, incluso me gustaba pensar que se había
enamorado de mí como un colegial, y aunque tenía edad suficiente para engañar a
cualquier mujer, no sé por qué algo en él me hacía titubear de la verdadera
mascarada que quería ocultar…Era guapo, alto y descarado en sus frases, además
me dijo que tenía pareja, aunque en esos momentos cada uno en su casa ella tenía su trabajo en la otra punta del mapa de donde él
trabajaba... eso ya me hizo dudar de la veracidad de sus
palabras…Otras veces me decía que se sentía solo y triste, que tenía ganas de
hablar conmigo porque le transmitía mucha paz y le calmaba la ansiedad de
encontrarse sin familia en un país que no era el suyo...Poco a poco fue
despertando en mí un interés que cuando salía de casa, estaba deseando llegar
para conectarme al chat y verlo aparecer…incluso me hacía sentir admirada…pues…Más
de un vez me dijo que soñaba conmigo y que hacíamos el amor en otra
dimensión…que éramos como dos espíritus vagando por un lugar donde se
encuentran las almas perdidas, y que estaríamos juntos hasta la eternidad…Me
hablaba de sus padres y hermanos…de una sobrinita que adoraba…de sus amigos de
la infancia…de sus amoríos juveniles con las chicas, de su religión, los
idiomas que había aprendido en diferentes países…Era un trotamundos, un nómada
sin patria ni amo que lo pudiera detener…Gastaba todo lo que ganaba
trasnochando, lujos, drogas y mujeres…un vividor…Nunca se había sentido amado
ni querido…sólo el sexo lo guiaba…Vaya, vaya…pensaba para mí…Decía que era muy
hombre…incansable a la hora de estar con una mujer en la cama, hasta dos y tres
veces seguidas…Esto se está poniendo muy feo…seguía pensando…Que lo habían
llamado para hacer películas pornográficas…¿Por qué me contaba estas cosas tan
íntimas? No podía entenderlo, aún así me intrigaba tanta pasión que demostraba…Le pregunté qué buscaba en mí…Me dijo que estaba harto de todo, que
necesitaba desahogarse conmigo, pero que temía que lo bloqueara si se mostraba
tal cual porque me respetaba y no quería que pensara que deseaba tener
sexo...que nunca había sentido amor de verdad, sólo un vacío en el alma que lo
dejaba triste y abandonado...Presentía que conmigo sería diferente, aunque
sabía de antemano que jamás me prestaría a la cámara ni nada parecido, pero que
tarde o temprano vendría a mi país a conocerme, a verme…pues…Según él había
sentido su corazón latir cuando se fijó en mí…Se había enamorado de mi espíritu
libre…¡Pero si no me conoces! Le dije…Te siento cerca cuando hablo contigo, no
paro de pensar en ti y eso es por algo...hasta ahora ninguna mujer me había
pescado de esta manera y sé que si alguna vez tenemos la oportunidad de estar
juntos, jamás querrás estar con otro hombre porque estoy muy bien armado…¿Y los
sentimientos? Le pregunté...Se quedó callado…Me tenían confundida tantas
emociones, no sé si por su parte o la mía…No obstante, algo me decía que éste
hombre no era ni tan honrado, ni caballero, así que opté con ese instinto
felino de gatita mimosa para que finalmente mostrara la verdadera intención que
desperté en él cuando me vio por primera vez...pues...Era tal su insistencia en
hablar continuamente conmigo cada vez que me veía entrar por aquí, que apenas
podía seguir con mis cosas, además me hacía sentir culpable de sus historias,
que al mismo tiempo que me las contaba, dejaba traslucir que necesitaba mi
ayuda como si fuera un hijo hablando con su madre, y yo, que soy el ángel
guardián de cualquier personaje que veo con carita de niño bueno y me decanto
por el más débil, le seguía hasta que de nuevo lo volvió a hacer, y ya, harta y
aburrida del mismo tema y queriendo quitármelo de encima sin que se diera
cuenta, o al menos pareciera él culpable y yo una mujer buena, decente y
honesta, le tiré la caña con el anzuelo bien sujeto...y pico como un boquerón
siendo un tiburón blanco con el martillo asomando...Lo bloqueé a la primera de
cambio, y ahora...Heme aquí un poco arrepentida porque no sé si me pasé siete
pueblos con la caña y el anzuelo, o realmente era lo que parecía y no quise
ver…
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