miércoles, 12 de septiembre de 2018

Y DEL VAIVÉN EXTRASENSORIAL.- (MICRORRELATO)



Llegaste a mi vida sin esperarlo por una solicitud de amistad que ansiosa acepté…Estábamos necesitados de besos y abrazos cuando nos cruzamos en éstas redes sociales tan poderosas, que viviendo separados empezamos a chatear… Y te siento en mis amaneceres…pues…Cada vez que te veo por aquí se me encienden los pensamientos…y el cuerpo, ¡vaya que sí! Que se me nubla la vista con imágenes pornográficas y las escenifico al instante hablando sola, ¿te enteras? Y la lengua se me desata con frases insinuantes que dejo caer sobre el teclado para que lleguen a tus oídos...y a tu sien...Y tú que estás siempre compuesto y dispuesto a no perder ocasión alguna, la llevas a cabo in situ y al momento arrastrándome hacia los arrabales, y me acaricias el cuerpo sin dejar un pedacito de carne sin rastro de tu sed... y es que…Me conoces, ¡vaya que sí! Que percibes mi estado de ánimo en la forma de dar los pasos cuando voy caminando, intuyendo las dudas que empañan la telaraña que ensombrecen mis pestañas, ¡fíjate si me conoces bien! Hasta los suspiros que me salen del pecho lo sientes pululando por tu piel…Pero…escucha…que yo también te conozco, ¿sabes? Que tengo miedo de los pensamientos tan atrevidos y deshonestos que me sonsacas cuando me ves…pues…Merodean por las teclas antes de imaginarlos en la lectura de los presagios, esos que atrapas como si fueras tú el que los vaya reclamando…y es que…Te has convertido en la sombra de mis latidos, mis exigencias y mis devaneos…hasta de los dimes y diretes que me afectan los malos designios de tus locuras y las mías…pues... Estamos hechos de la misma pasta amor odio de los indómitos mortales, siendo simples y normales como cualquier persona de una sociedad intransigente, enmascarando los sentimientos tras los muros de la realidad, que no conformes con el ritmo natural de las relaciones sexuales, tantean sigilosos por los infiernos consumidos y devorados por las tempestades del alma…y por eso somos…Presa fácil para las emociones furtivas que se fugan tras los cambios hormonales, cuando la juventud y la edad madura se enfrentan en una batalla infinita de deslices platónicos…o…pasionales…pues…Dicen las malas lenguas que la locura no tiene cura, y verdad debe ser cuando... No hay nada más apasionante que subsistir a las terribles hordas de la apatía sexual sintiendo brotar en el espíritu esa semilla inmortal… Y estando en estas tesituras, me veo sentada en horcajadas sobre sus rodillas, chocando mi pecho con su panza brava…y él observando los gestos de mi cara estupefacta, me sonríe diciendo... Orgulloso estoy de ella...Y riéndome de su guasa, le muerdo el cuello y al momento me siento envuelta en una fogata de llamas que desprendía el rastro de sus manos por cada vértebra de mis espaldas, que…Entregada como estaba al laberinto de sus entrañas, le susurro muy bajito todo aquello que tanto me gustaba…y él…Solícito y obediente se deja mecer por la osadía verbal de mis palabras, que con…Sibilina y suspicaz plegaria se iba enroscando por los pliegues de su oreja, arrancándole suspiros que su garganta estrangulaba con la saña de mi avidez… ¡Ay Señor, Señor…! ¿Por qué me hiciste tan terriblemente carnal? ¿No ves que ya no le pega a las canas ni a las marcas de la edad? Pero es que… Estás como para perder el sentido y cometer mil locuras cuando te veo balancearte entre mis piernas…pues…Eres el lazarillo que guía las emociones de mi desequilibrio sentimental, perdiéndome en los gemidos que salen de mi alma con tal que te dedicas a merodear por el monte del oscuro canal… Debe ser que eres experto en el arte del buen amante que paciente espera, o quizás…Sea yo la que sigilosamente te vaya indicando el camino a seguir tras las teclas del sentir, hasta que me derrites con leves gemidos mordiéndome la garganta a través del cristal…Y tú, alerta a cada sonido del eco de tanto espionaje que hay por éstos antros…Tapas mi boca acallando los gritos que me arrancas del pecho cuando te abalanzas a todo gas sobre ellas abriéndose de par en par…y…Esa danza del vientre que bailotea contigo haciéndote remar para adelante y atrás como barquero perdido en alta mar, se embravecen en aguas arremolinadas cuando me escribes…Juguemos amor mío a los médicos y prepárate que te voy a auscultar…y… Como niños traviesos nos liamos a investigar por aquí y por allá hasta que desnudos de palabras y sin ropa nos quedamos al aire libre de carnes…y de pensamientos que atraviesan la mente cuando se está navegando a contracorriente, entregados a la lujuria que ata y desata la aventura de la locura pasional, que antojadiza y caprichosa, nos empuja a caer en ese abismo infinito de pasión, donde tan sólo estamos tú y yo dejándonos mecer por la fuerza de la corriente…y del vaivén extrasensorial…

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