Había llegado el momento de la verdad y temía no gustarle o lo contrario,
que no me gustara él a mí, lo cual me dolería mucho más, ya que por nuestras
conversaciones, presentía que estaba muy entusiasmado conmigo y no quisiera
defraudarlo, sobre todo ahora que había decidido hacer unos cuantos kilómetros solamente
para conocernos en persona…Jamás en mi vida me había sentido tan nerviosa e
intranquila…pues…Hacía más de un año que había terminado con una relación que
me dejó bastante marcada y temía sufrir un desencanto más...He padecido tantas
penalidades y desengaños que otro sería desastroso…Creo que no podría
resistirlo, y aunque me considero una mujer fuerte y tenaz, tengo mi corazoncito,
y en silencio lloro lágrimas de sangre, lo único que pasa es que no lo
demuestro…Debe ser porque me crié en un pueblo pequeño rodeada de hermanas, y
ahora viendo a mis padres ancianos, tengo la sensibilidad a flor de piel y
cualquier cosa me afecta, sobre todo después de haber pasado tantísimos años
viviendo al lado de un hombre enfermo, viéndolo padecer de dolor, cuidándolo
noche y día sin moverme de su lado, y cuando sanó me pidió la separación…Por
entonces apenas sentía nada por él, pues eso de dormir en camas separadas
durante su larga enfermedad, hizo que el amor se enfriara de tal manera, que
hasta me alegré un poco por un lado, pero por otra parte no, porque me quede en
la calle…He sufrido lo que no hay en los escritos, buscándome la vida solita,
trabajando más que una burra para poder ver algo de claridad en mi vida…Lo
había conocido por éstas redes sociales que son maravillosas y trágicas a la
vez, pues más de una pareja han rehecho sus vidas y otras han terminado como el
rosario de la Aurora…Me arregle y me encaminé hacia el templo de Dios donde me
encuentro conmigo misma…Una paz interior recorre mis venas aliviando mis
sentimientos…Dios mío, me postro ante ti para que me des cordura en éste
momento…Me quedé mirando las imágenes y unas lágrimas rodaron por mi rostro…El
silencio era sepulcral…Apenas había unas cuantas personas andando por los
pasillos, a veces se paraban observando las imágenes…Quizás sentían lo mismo
que yo…Me arrodillé hacia el altar y me fui a caminar por el puerto donde la
brisa marina refrescaba mi cara como si fueran los besos que ansiaba…Sus besos…Los
que imaginaba cuando lo viera aparecer ante mí…¿Y si no le gusto? ¿Y si no me
atrae nada? Recordaba su voz cuando conversábamos y cambiaba de opinión al
momento…pues…Tenía una voz melodiosa, serena y relajada…Era la voz de una
persona, que como yo, tenía las espaldas cargadas de mucha lucha y dolor…Y por
eso nos conocimos, hablando de nosotros mismos, intercambiando nuestras penas y
alegrías, nuestras carencias…nuestras soledades, de tal manera que cada noche
lo esperaba con ansiedad…Me dijo que llevaba mucho tiempo observándome, pues
tenemos amigos en común y por eso se fijó en mí…Que le gustaba y tenía ganas de
chatear conmigo, pero que no lo había hecho antes por temor a molestarme…es tan
educado…Es el hombre que me ha sacado de mis tristezas, y en éstos momentos me
siento renacer, llena de vida, de ilusiones, las mismas de cuando era
jovencita…Tengo el corazón que se me va a salir de emoción…Un nuevo mundo se
abría ante mí con renovadas ganas de vivir…Estoy deseando de conocerlo, de
verlo de cerca, de estar con él paseando por la orilla del mar…por las mañanas,
por las noches…También de sentir sus manos alrededor de mi cintura bailando una
balada de esas lentas…Le dije que me gustaba mucho la música, el mar, bañarme,
viajar…Hablamos de tantas cosas que es como si lo conociera de toda la
vida…pues…Un hilo de confianza me guía a seguirle…Me dijo que lo esperara, que
nos diéramos la oportunidad de conocernos, y aunque por fotos ya nos hemos
visto, no es lo mismo…Es alto y grande…creo que haríamos buena pareja…Sí, sí…
estoy segura de que sí…Siempre me han perseguido los hombres altos…desde muy
jovencita…Y por eso ando toda nerviosa, porque mañana llega y no hago más que
probarme ropa, mirándome en el espejo por delante, por detrás y de lado…Ya
tengo mis años…las marcas de la edad en el rostro…en el cuerpo…aunque me
mantengo estupendamente porque nunca he dejado de andar y cuidarme…Aquí donde
vivo me salen pretendientes por un tubo, no es que quiera presumir, pero es la
realidad…quizás por eso él también se fijó en mí…Viene para tres días, los
mismos que me cogido yo para estar con él…Es como un sueño del que no quisiera
nunca despertar, hasta me palpita más de prisa el corazón cuando lo pienso…me
hace mucha ilusión verlo, aunque no sé cómo reaccionaré…Nunca me había sentido
tan mimada…Es tierno y dulce en su hablar, seguro en su actitud…Me ha dicho que
me quede tranquila, que ya tiene hotel, que está deseando de verme, que su
intención es que nos conozcamos mejor y lo que sea…será…
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