Hay alguien por estos andares que
me está haciendo vibrar el entrecejo…Es paciente, sigiloso y aunque parece
ausente, está siempre pendiente, pendiente…Me busca por las mañanas para darme
los buenos días en el móvil y luego por las calles…Se sabe todos los caminos de
mis andares…serpentea por los sentimientos de mi existir y estamos todo el día
comunicados con las fotografías hechas al azar del deambular de él y de mí…Y
por eso me pregunto…¿Qué querrá éste hombre que se fijó en mí una lluviosa
mañana de abril? A ti…Me dice en el chat y por altavoz…Te quiero como para
pasar el resto de mi vida contigo… Yo no quería vivir con nadie...pues... Me siento
libre como las gaviotas volando sobre las olas del mar y tan sólo quería volar
y volar hasta que lo conocí... Mejor será que empiece desde el principio... Me enamoré a los catorce años del que creía mi príncipe
encantado…Esto de haber leído tanto me ha llenado la cabeza de pájaros haciendo
de mí una romántica empedernida y según han pasado los años, sigo como
antaño…Siempre esperando y esperando un milagro…pues…Hasta ahora todos lo
hombres con los que he salido me han dajado tirada, triste y hecha un mar de
lágrimas…El caso es que a los quince empecé a salir con otro muchacho del
instituto y después de diez años de noviazgo nos casamos…Fui madre de dos niños
y seguía enamorada, entusiasmada y encantada de la vida, hasta que a los veinte
años de casada me abandonó por una chica mucho más joven que él…y que yo... No
sé desde cuando estarían liados...Es posible que la
culpa de nuestra separación la tuviera su trabajo de comercial que estaba mas
fuera que dentro de casa, lo cual le dio motivo para sentirse libre de nuevo...o…
Quizás me dejara de amar…La verdad es que en estos momentos de mi vida me da
igual... Cuando mis hijos se independizaron me dediqué a salir y entrar con las
compañeras del hospital donde trabajábamos, y en una de esas salidas, lo
conocí…Era un tipo guapo a reventar, la única pega que tenía es que era mucho
más joven que yo…No sé si era despecho o frustración, pero al poco tiempo lo
invite a vivir conmigo…Al principio todo era puro sexo…Estaba desbordada de
pasión, sobre todo disfrutaba imaginándome la cara que pondría mi ex marido si
me viera o me oyera gritar de placer…Quería darle en las narices de que si él
podía estar con una jovencita, yo también, sin darme cuenta de que éste tipo sólo
me estaba utilizando para beneficio propio…pues…Se dedicaba a seducir a mujeres
de edad madura para que lo mantuviera, y en mis horas de trabajo, hacía lo que
le daba la gana con mi dinero y con su contrabajo… Ya me lo advirtieron mis
amigas, pero estaba tan dolida que no les hacía caso, hasta que una mañana de
improviso llegué a casa antes de tiempo y lo pillé infraganti con las manos en
la masa…Con una tipeja de sus años y de su misma calaña. Ni me lo planteé. En
menos que canta un gallo lo puse de patitas en la calle y seguí como antes…Con
cincuenta y tres años compuesta y sin novio…Más sola que una amapola bajo el
sol, toda decaída y floja…Apenas tenía ganas de nada, pero ante la insistencia
de mis amigas volvi a salir de bares de copas y un sábado cualquiera conocí a
un hombre que me llevaba diez años. Era atractivo, educado y muy amable...al
principio...Nada más que irnos a vivir juntos me di cuenta de que era tan
celoso que apenas salíamos por ahí, además de aburrido…pues…Tan sólo quería
estar apoltronado en el sofá viendo tele, sobre todo partidos de fútbol, que no
se perdía ni uno, además muy dominante y mandón, soberbio y envidioso…no sé cómo
no me di cuenta…continuamente corrigiéndome como si fuera mi padre, y yo la
verdad es que no estaba por la labor, así que volví a ponerlo de patitas en la
calle, como decía mi madre... Cada uno en su casa y Dios en la de todos... ¡Ay
Dios mío de mi vida…! No hacía más que lamentarme…¡Cuanto han cambiado los tiempos desde que yo
era una adolescente...! A los quince años me gustaba un chico…entonces no se
decía enamorarse, como si esa palabra fuera pecado o algo prohibido…había uno
en la pandilla que me tenía loquita…Nos buscábamos con la mirada y la sonrisa
era cómplice de la magia que existía entre ambos, y cuando nuestras manos se
rozaban nos escondíamos de la gente para darnos un besito en los labios…Igualito
que ahora, que van las quinceañeras alardeando de su amor y de su querer… No sé
que sería lo mejor si lo de antes, lo de ahora o lo que venga después, sea lo
que sea, el amor siempre ha estado girando a mi alrededor…Y estando en estas tesituras me da por meterme en Facebook y lo conocí...me
ama…Está loquito de pasión…Me quiere para pasar el resto de su vida conmigo... pero
no me convence mucho eso de irnos a vivir juntos...pues…Tengo miedo de volverme
a equivocar…No, no, me dice una voz interior…Éste tío viene a por todas… Es
bombero y me lleva dos años nada más y para mí que viene a apagar éste fuego
que llevo dentro...es amable...me trae flores...me encanta... Insiste en que
pasemos el resto de nuestra vida juntos…Los tiempos de los años mozos se fueron, se quedaron en el ayer cuando
tú y yo nos enamoramos por primera vez, ¿te acuerdas? Le contesto…Por entonces
era una adolescente insegura, a la vez que recatada e inocente…y ahora ya ves, me he
vuelto segura, aunque en mí aún habitan las dudas del amor, sin embargo sigo
siendo ilusa e inocente porque de recatada no me queda ni la sombra de la palabra…
Y por eso me vuelvo a preguntar…¿Qué querrá éste hombre que se fijó en mí una
lluviosa mañana de abril? A ti…Me dice en el chat y por altavoz…Te quiero sin prisas
y al momento…
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