Es tierno, dulce, romántico y salvaje a la vez…me encanta como me mira,
como me besa…me apasionan sus palabras y el modo de poner sus manos alrededor
de mi cintura… me aprieta para arrimarme a su cuerpo…pues… Siento su deseo
flaquear cuando me acerco a su cuello y le susurro en el oído…No puedes
imaginar cuanto te deseo en éstos momentos…y se aparta, me mira y me aspira los
pensamientos con los suspiros que le salen del pecho, y yo que lo sé me dejo
hacer lo que quiere sus ansias de beberse mi piel…y ahora fíjate cómo me
encuentro…Algo va mal en mi mente…No quiero estar mezclada con la gente… pues…Unas
veces te necesito para saber que existo y otras ni siquiera recuerdo tus besos…Huyo
escondiéndome por los pasadizos secretos de las soledades…Demasiadas emociones se cruzan con mis letras
enmascarándolas con vivencias reales de cualquier mujer que grita sus pasiones
prohibidas…Y por eso me enredo entre debilidades y enterezas…Voces claman en mi
interior…Quisiera estar contigo, andando juntos de la mano, hablando de nuestras
inquietudes, las mismas que nos hace estar siempre pendientes el uno del otro…quizás
ausentes también…Tú contándome cosas de tu infancia…Tu casa, tu calle, tus
juegos…Háblame de tus padres, de tus abuelos…Cuéntame de tu vida, de tus
sueños…Se para, me mira, me sonríe y me atrae hacia sí y entre matorrales me
abraza y me dice…Yo me crié en el campo, árboles y matojos alrededor…un arroyuelo
pasaba por allí…apenas habían casas…era un pueblo pequeño, casi una aldea
tranquila y animales pastando por todas partes…en invierno hacía frío…había un
pajar cerca y ya te soñaba en mis brazos….Y yo que lo escucho le digo al
oído…Llévame a ese pueblo pequeño y acabemos allí nuestros días juntos…Quisiera
vivir contigo, dormir contigo, almorzar juntos y que me diga al oído…Hasta el
último aliento te he de querer…Salgo corriendo tras él, lo busco con la mirada
y no lo encuentro…quizás se asustó de ésta pasión tan férrea y fugaz a la vez…Sola
y esperándote de nuevo aquí, como siempre, desespero dejando pasar las horas
asomada a la ventana de mi corazón…No, no…Me dice de nuevo ese clamor interior…Déjalo
ir que nunca será para ti…Corro ligera y veloz por los senderos que marcan los
latidos de su corazón…Y le grito al viento…Vete por otros caminos para que
pueda olvidarte, vete que no quiero verte…Déjame vivir tranquila que necesito
repasar mi vida para saber qué es lo que pasa conmigo, que me tienes la cabeza
hecha un lío, una barahúnda donde no paran de hormiguearme las dudas entre las
tuyas y las mías…Salgo a buscarte para decirte los temores de mis piernas, que
raudas se pierden para que no me encuentres…pues…Cada vez que te veo me entrego
a ti sumisa y complaciente, sin objeción alguna para que estés a tus anchas
cuando me acaricias el alma…sin preguntas que te puedan molestar…Otras veces
quisiera ir por esos lugares donde sé que lo encontraría, pero temo tanto verlo
abrazado a otra, que prefiero pasar desapercibida para que no se dé cuenta de
lo que ve el tercer ojo que todo lo presiente…Ese que está inyectado en medio
de la frente y merodea en los sentimientos más íntimos del ser…pero…Me hierve la
sangre cuando no te veo y me corroen los celos pensando que buscas a otra, que
estás con alguna de esas mujeres que atrapan tu mirada cuando te la cruzas en el
camino aposta, y te las quedas observando descaradamente, con
insistencia…pidiendo guerra al momento con los ojos desorbitados, encendidos y
llenos de deseos…Y me hago de cruces, revueltas las tripas y despotricando en silencio…¿Qué
es lo que escondes tras de ti? Tras tus ojos delatores que aparentan omitir tu búsqueda
sin fin...tus mentiras…Es tan ambigua y sutil la mirada de tu desliz... Y yo
que te conozco tan bien, intuyo ese traspié que te apega a serme infiel… ¡Qué
fácil es leer en las líneas de la sien...! Ese rictus chispeante delata la
verdad que se esconde tras la sonrisa de su cara…Entreveo los deslices de sus
pensamientos cuando sale de su encierro y serpentea por callejuelas y caminos
intransitables en busca de pasiones ocultas y fantasías eróticas…Las mismas que
tú y yo mantenemos cuando nos entregamos a los sueños de Morfeo…pues…Esos ojos de mirada escrutadora, son los que encantaron mis sentimientos, que
como una autómata me tiré para ti y bebí del brebaje de tu lengua cuando te
besé…y me perdí, ¡vaya que sí! Que me perdí en tus brazos con la lujuria del
desliz…Era tu lengua jugosa, escandalosamente audaz, tan rica de sabor, que al
momento excitó a la mía, atreviéndome a escarbar en tu boca sabrosa, y como dos
serpientes se untaron de esa pócima salvaje y sexual invitándome a pecar…y como
una drogadicta ando perdida buscándote como si fuera adicta a
ella…pues…Necesito tener en mi garganta el sabor de tu saliva ardiente y soez a
la vez…
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