martes, 10 de abril de 2018

CON LA LUJURIA DEL DESLIZ.- (MICRORRELATO)


Es tierno, dulce, romántico y salvaje a la vez…me encanta como me mira, como me besa…me apasionan sus palabras y el modo de poner sus manos alrededor de mi cintura… me aprieta para arrimarme a su cuerpo…pues… Siento su deseo flaquear cuando me acerco a su cuello y le susurro en el oído…No puedes imaginar cuanto te deseo en éstos momentos…y se aparta, me mira y me aspira los pensamientos con los suspiros que le salen del pecho, y yo que lo sé me dejo hacer lo que quiere sus ansias de beberse mi piel…y ahora fíjate cómo me encuentro…Algo va mal en mi mente…No quiero estar mezclada con la gente… pues…Unas veces te necesito para saber que existo y otras ni siquiera recuerdo tus besos…Huyo escondiéndome por los pasadizos secretos de las soledades…Demasiadas emociones se cruzan con mis letras enmascarándolas con vivencias reales de cualquier mujer que grita sus pasiones prohibidas…Y por eso me enredo entre debilidades y enterezas…Voces claman en mi interior…Quisiera estar contigo, andando juntos de la mano, hablando de nuestras inquietudes, las mismas que nos hace estar siempre pendientes el uno del otro…quizás ausentes también…Tú contándome cosas de tu infancia…Tu casa, tu calle, tus juegos…Háblame de tus padres, de tus abuelos…Cuéntame de tu vida, de tus sueños…Se para, me mira, me sonríe y me atrae hacia sí y entre matorrales me abraza y me dice…Yo me crié en el campo, árboles y matojos alrededor…un arroyuelo pasaba por allí…apenas habían casas…era un pueblo pequeño, casi una aldea tranquila y animales pastando por todas partes…en invierno hacía frío…había un pajar cerca y ya te soñaba en mis brazos….Y yo que lo escucho le digo al oído…Llévame a ese pueblo pequeño y acabemos allí nuestros días juntos…Quisiera vivir contigo, dormir contigo, almorzar juntos y que me diga al oído…Hasta el último aliento te he de querer…Salgo corriendo tras él, lo busco con la mirada y no lo encuentro…quizás se asustó de ésta pasión tan férrea y fugaz a la vez…Sola y esperándote de nuevo aquí, como siempre, desespero dejando pasar las horas asomada a la ventana de mi corazón…No, no…Me dice de nuevo ese clamor interior…Déjalo ir que nunca será para ti…Corro ligera y veloz por los senderos que marcan los latidos de su corazón…Y le grito al viento…Vete por otros caminos para que pueda olvidarte, vete que no quiero verte…Déjame vivir tranquila que necesito repasar mi vida para saber qué es lo que pasa conmigo, que me tienes la cabeza hecha un lío, una barahúnda donde no paran de hormiguearme las dudas entre las tuyas y las mías…Salgo a buscarte para decirte los temores de mis piernas, que raudas se pierden para que no me encuentres…pues…Cada vez que te veo me entrego a ti sumisa y complaciente, sin objeción alguna para que estés a tus anchas cuando me acaricias el alma…sin preguntas que te puedan molestar…Otras veces quisiera ir por esos lugares donde sé que lo encontraría, pero temo tanto verlo abrazado a otra, que prefiero pasar desapercibida para que no se dé cuenta de lo que ve el tercer ojo que todo lo presiente…Ese que está inyectado en medio de la frente y merodea en los sentimientos más íntimos del ser…pero…Me hierve la sangre cuando no te veo y me corroen los celos pensando que buscas a otra, que estás con alguna de esas mujeres que atrapan tu mirada cuando te la cruzas en el camino aposta, y te las quedas observando descaradamente, con insistencia…pidiendo guerra al momento con los ojos desorbitados, encendidos y llenos de deseos…Y me hago de cruces, revueltas las tripas y despotricando en silencio…¿Qué es lo que escondes tras de ti? Tras tus ojos delatores que aparentan omitir tu búsqueda sin fin...tus mentiras…Es tan ambigua y sutil la mirada de tu desliz... Y yo que te conozco tan bien, intuyo ese traspié que te apega a serme infiel… ¡Qué fácil es leer en las líneas de la sien...! Ese rictus chispeante delata la verdad que se esconde tras la sonrisa de su cara…Entreveo los deslices de sus pensamientos cuando sale de su encierro y serpentea por callejuelas y caminos intransitables en busca de pasiones ocultas y fantasías eróticas…Las mismas que tú y yo mantenemos cuando nos entregamos a los sueños de Morfeo…pues…Esos ojos de mirada escrutadora, son los que encantaron mis sentimientos, que como una autómata me tiré para ti y bebí del brebaje de tu lengua cuando te besé…y me perdí, ¡vaya que sí! Que me perdí en tus brazos con la lujuria del desliz…Era tu lengua jugosa, escandalosamente audaz, tan rica de sabor, que al momento excitó a la mía, atreviéndome a escarbar en tu boca sabrosa, y como dos serpientes se untaron de esa pócima salvaje y sexual invitándome a pecar…y como una drogadicta ando perdida buscándote como si fuera adicta a ella…pues…Necesito tener en mi garganta el sabor de tu saliva ardiente y soez a la vez…

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