SEMBLANZAS Y CONTRASTES.- (MICRORRELATO)
Dicen que las palabras te hacen su
esclava y verdad debe ser cuando por unas mías, tú me dejaste de querer…pues no
me querrías tanto…y ahora ya no sé si hice mal o hice bien, pero que ojalá te
las hubiera dicho antes…y me habría ahorrado tanta esclavitud de haberte
querido tanto…porque ahora soy la dueña de mi libertad, de mis emociones y de
mis encantos…A veces las palabras me seducen de tal manera que tengo que
plasmar su esencia…Primero me dicen que las acaricie con suavidad extrema, vaya
que se rompan en mil pedazos y luego no pueda pegarlas ni con lágrimas, ni con
esa sonrisa pasajera que atraviesa mis fronteras…pero quizás con tus besos no
se notaría nada, pues saldrían tan alborotadas por ahí que seguro que
conquistaría a más de una frase lisonjera que me dijera…hoy me acordé de
ti…Luego me repite que las envuelva en una frase fresca de amor, como si fuera
un pañuelito de seda o un velo de tul, como aquél que me regalaste cuando
empecé a florecer de niña a mujer…Y me viene a la memoria los primeros roce de
tus manos en las mías paseando por ese jardín…nuestro jardín…sentados en un
banco bajo la luz de la luna, y entre las ramas altas de los árboles donde
apenas podía ver tu rostro, me miraste a los ojos con la chispa encendida de
los amores mozos…y me abandoné a tus brazos mientras te besaba los labios…y tú
me hiciste tuya mientras balbucías…eres la mujer de mi vida…Pero otras veces me
presionan el alma de tal manera que me ahogan y me queman y salen airadas
despotricando contra vientos y mareas…Son las semblanzas y contrastes de las
palabras que llegan a mi boca para yo gritarlas…Me tentaste, me tentaste a
perderte o a quererte y me cansé, eran muchos retos ya…tentaste al fracaso y
ahí te dejé…Me perdiste…me perdiste y a partir de entonces encontré la
verdadera esencia de tu ser…Era yo la que vivía perdida en el laberinto de tus
mentiras escondidas, tras la fragilidad del alma mía, que siempre creía lo que
tú me decías, ¡fíjate si te quería! Tentaste demasiado a la suerte, me tentaste
a dejar de seguirte, fueron muchas tentaciones como para que ya me alejara de
tu lado y ahora, mírate, estás hecho polvo…Pensaste que jamás sería capaz de olvidarte
y ahora estas arrepentido…y yo ya no te quiero…no puedo siquiera besarte…ni
dejarme besar…ni que me abraces…y por lástima no me sale salir a tu encuentro…y
mira que lo intenté, te juro que lo intenté, tú lo sabes, que me fui contigo
por ahí. Me di a mí misma la oportunidad de volverte a besar, incluso me empeñé
en quererte de nuevo, pero fue en vano…estaba incómoda…me parecías un
desconocido...Ya no puedo quererte como antes porque no siento nada…Ni cuando
te veo pasar por mi lado, ni cuando te chispean los ojos de pena por mí…no
puedo seguir contigo…Mira que te quise más que a mi vida, mira que te lo avisé,
¡más de mil veces! Pero jamás me hiciste caso, me ignoraste porque sabía cuánto
te quería, que eras el dueño de mis pensamientos, y ahora que me has perdido te
has dado cuenta de cómo te he amado…Con agonía, con arrojo y valentía, con todo
el atrevimiento del mundo, con descaro y desvergüenza…y con la furia salvaje de
los animales cuando tienen hambre…Y ahora me parece un milagro que vaya a cada paso
del camino con la libertad de mis cinco sentidos…Y me siento libre como el
viento y eso me gusta, ¿te enteras? Me gusta mucho ésta sensación de
libertad…y…¿sabes una cosa? Que me encanta, me apasiona y hasta me alegro de
haberte sufrido tanto cuando me dejaste tirada como una perra, porque ahora soy
feliz y sé lo que valgo. En éste momento de mi vida la dicha me rebasa, me
embarga el alma. Antes estaba esclavizada, sumisa y desesperada…Era enteramente
tuya, desde los pies a la cabeza. Tuya de sentimientos y de palabras…te
pertenecían hasta las dudas de mis razonamientos…Mis pesadumbres, mis
interrogantes ante el espejo de mis ojos llorosos…Te creías que podías jugar
con mi amor, te creías el dueño de mis sueños, de mis ilusiones, de mis
esperanzas, mis inquietudes, ¡de mi vida! Y me arrastraste por terrenos
fangosos, me llevaste por rincones escondidos, me obligaste a comerte a retazos
desde arriba hacia abajo, en la oscuridad de la noche, entre ramas y matojos, y
yo malquerida mujer hacía todo lo que me pedías con tal de que no me dejaras
tirada en el andén…Era la esclava de tus debilidades, me tiré al barro por ti
pensando que así te tendría comiendo de la palma de mi mano…Yo no quería saber
la verdadera esencia de tu mal querer…tenía la certeza que tan sólo me querías
para tus juegos carnavalescos…Y ahora me siento como una gaviota volando entre
las planicies del viento…como las olas del mar que viene y van y se dejan mecer
en ese vaivén tranquilo y sereno a la vez…o…embravecida…que me encantan los embates
rompiendo contra mi cuerpo, porque al fin he decidido tomar las riendas de mi
vida atreviéndome a saber quién soy…y antes tenía miedo de saberlo…porque sé
hasta dónde soy capaz de llegar…pero tú seguías tentando la suerte de perderme
y te creías que conmigo estarías hasta la muerte…Yo también lo creía, pensé que
estaría de por vida, que te quería, que nunca dejaría de quererte...pero me
equivoqué, fíjate cómo me equivoqué, que ya no te siento y voy por la calle
gritando mi libertad, derrochando alegría en mi andar…pues…Reaccioné con un
beso de terciopelo de un extraño que sin conocerlo me mostró los límites del
cielo…Antes estaba muerta de pena y dolor por ti, pero ahora estoy viva y
quiero vivir mi vida con el hombre que se merezca mi alegría, que me enamore y
que nunca tenga que tentar a la suerte el que yo lo quiera siempre o
perderme…de por vida…Tentaste demasiadas veces al fracaso, siempre retándote a
ti mismo sabiendo que me tenías cuando querías…y cuando no me querías…Sabías
que yo sufría y lloraba…hasta mis lágrimas eran tuyas…y pasabas de mis penas y
mis agonías…Y ahora soy yo la dueña de las tuyas, pero ya no las quiero, ni
siquiera las siento…ni me duele tu sufrimiento, pero…escúchame bien…que yo no
me alegro de tu dolor, ¿te enteras? Que te tengo lástima y por lástima no me
voy contigo, ni te doy un beso, porque necesito sentir en mi pecho ese revuelo
de serpentinas…que me palpite el alma…y que me baile un tango lento las piernas
rodeándote la cintura con el fuego de mis adentros, porque a mí lo que me
fascina son los hombres muy risueños, y que cuando me digan te quiero sea con
los suspiros de todo su cuerpo… Eso es lo que despierta mis sentires para
regalar mis besos, los que me salen del alma, del corazón y no por pena, sino
que sean por amor, por pasión y por ilusión…Ilusión por una cita sospechosa en
la que me hablen de aventuras con la caída de la mirada chamuscada de ardor…y
que cuando pase por su lado, me aspire hasta el aroma de mi melena al
viento…Así es como yo te daría un beso, pero besar por besar, no, que los besos
míos es lo único que tengo…Y voy por los caminos soñando con él, y me imagino
una historia interminable de pasiones locas, aventuras donde la duda se cruza
con la rebeldía entre las soledades de mi cuerpo…y la fantasía de mi vida…y por
eso...Mi corazón dio un vuelco cuando te vi aparecer entre mis sueños, es tanto
lo que te deseo que a veces me pierdo entre mis desvelos de manera que te huelo
hasta el aliento…y cuando te acercas para besarme el cuello…me despierto
gritando tu nombre…y desapareciste al momento… ¡Ay mi amor! ¡Cómo me enamoré de
ti! No sé por qué, pero aún te recuerdo como si fuera ayer cuando te besé con
tanto fuego...¡qué atrevimiento…! Son las sombras que van persiguiendo mis
ideales…las que imagino entre penumbras…y van desenmascarando cada paso que doy
en el camino…esas mentirijillas piadosas que se atraviesan jugueteando con las
páginas de mis novelas diciéndome que una vez fui tuya…Semblanzas y contrastes,
palabras que parafrasean cualquier historia de amor que revolotea a mi
alrededor, quizás sea la única manera que tenga para encontrarte...me invaden
de dicha cuando me asaltan la mente con la suerte de tenerte en ella siempre,
siempre…
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