Dicen las malas lenguas que cuando
una persona piensa en sus seres queridos ya fallecidos, es que ellos vienen a
nuestro encuentro…Quizás estén en una dimensión extrasensorial que aunque no
los puedas ver físicamente, su aliento se impregne en el halo de tu cuerpo de
una manera abstracta, y yo me pregunto…Si es tan poderosa la fuerza que
atraviesa la ley divina, tú que estás vivito y coleando, imagino que tendrá que
ver con la percepción extrasensorial, vamos ese sexto sentido que dicen por ahí
que está en algunas personas muy sensibles, si no…¿por qué pienso tanto en ti?
Será que tú estás viviendo en mi interior y no quieres irte del todo, pues
siempre una duda pendulando ahí…¡Ojalá sea mutuo el recuerdo y el olvido! Y es
que me perdí entre los sentimientos de tu vida y ya no sé regresar…debe ser que
no encuentro el camino para salir de éste laberinto de pasión donde la llamada
de tu voz clama dentro de mi corazón…A veces creo que vives en mi interior y me
lloras y me suplicas que te diga algo…te quiero, ¡qué cosas me ocurren! Aún te
recuerdo y no te he olvidado por completo, ¿qué misterio será? Es tan simple
como estar en un rincón un rato sentada tomando el sol, un rayito de luz en un
día frío de invierno, y es tan agradable que aún lo llevo y lo siento en mi
cuerpo…Estaba caminando por la calle y sentía como si tú me acompañaras, me
estuvieras pensando desde lejos y me dijera en un mensaje…¡Hola cielo! ¿Cómo
estás? ¿qué es lo que me has dado que no te puedo olvidar? Que te veo de día y
de noche y aunque he puesto tierra y mar por medio, más cerca te siento…Lo
mismo que yo…Deben ser cosas de los sentimientos y emociones que permanecen en
una constante obsesión…Apenas puedo pensar en otra cosa que no sea en ti, en tu
imagen mirándome de manera atrevida y descarada…quizás eso fue lo que me
enamoró, ese sarcasmo como pidiendo guerra pronto y enseguida, y es que me
gusta a rabiar ese pícaro que habita en tu interior…y yo que te conozco tan
bien, me paseo delante de ti provocándote de una manera insidiosa y sutil, y te
desarmo por completo…y hago lo que quiero con tu sarcasmo…y tu cuerpo…A veces
desatino de una manera tan extraña y vital, que ya no sé si soy yo, o son las
voces de cualquier ser que necesita expresar sus sentimientos a través de mí…Y
se me desatan las pasiones cuando en mi caminar las flores, los árboles y la
tierra me atrapan de una forma tan sensual, que no puedo más que seguir las
andaduras del acaecer…Es el hechizo del amor o el desamor que sienten algunas
mujeres y se van a buscar nuevas experiencias…o puede ser que necesiten estar
continuamente enganchadas al encantamiento, pues la vida sin esa sensación no
signifiquen más que sobrevivir al devenir…Y de repente oigo una voz en mi
interior que me dice…A menudo la tristeza me embarga tanto que si no fuera
porque echo todas mis penas fuera me ahogaría entre ellas…Ni siquiera puedo
quejarme porque me humilla tachándome de poco a valer…¿Qué sabrá él lo que
duele el desprecio en la estima de una mujer de edad madura? ¡Te odio, te
odio…! No, no te odio, que te quiero y por eso me empeño en encontrar un hombre
bueno…Un hombre que me comprenda, me escuche y me sienta…Un hombre que se dé
cuenta de que no soy de piedra y lo mismo que él, siento rabia y cólera cuando
me utilizan como si no tuviera sentimientos…Un hombre que se identifique
conmigo en la sinrazón de mis desvaríos por calor o por frío…y cuando la ira
fecunde en mi alma la soberbia, se pregunte si no fue porque me echó a los
infiernos del desconsuelo y me sacó todos los demonios al vuelo…Adiós mi amor,
ya sabes de qué manera te quiero…Tú vuelas alto, demasiado alto para mí…y yo
vuelo bajito, a ras del suelo y cuando llego a casa me enredo fantaseando entre
rimas y pareados, y me lío a escribir sobre todos mis sueños como si de un
verso se tratara la poesía de mi vida…Palabras, son sólo palabras que cazo al
vuelo…o quizás son ellas las que me capturan…Me dicen que siga mi camino, que
no mire atrás y me encuentro plasmándolas en mil aventuras de pasiones ocultas
de mujeres enamoradas del amor…pues dicen que un clavo saca otro clavo… y
verdad debe ser cuando te vi aparecer en el momento que clavado en el alma
tenía el clavo aquél…y tú lo sacaste con tus besos de pasión, que me
enamoraste…y me abandonaste después…Y ahora resulta que voy buscando como loca
otro clavo que te saque de mi cabeza…y no me rompa el corazón… ¿Dónde está ese
clavo? ¡Pronto, rápido! Que necesito que me saquen uno que tengo clavado en el
pecho, y me está desangrando por dentro, el alma y el cuerpo…y tengo los
sentimientos rotos de tanto como lo pienso…Y ese hombre paciente, que nunca se
rinde y que me mira con ojos ardientes…ese hombre al que temo por la fuerza de
su deseo…ese hombre que sacó todas las ansias de mi piel me busca y me espera a
todas horas…Ese hombre al que un día tanto amé y dejé por tu querer…ese hombre
es el que al final me llevará a su terreno porque me gusta la aventura y el
desenfreno…debe ser que sea una mujer llenita de fuego y me guste vivir en su
infierno…porque es el demonio que habita en mi cuerpo…Y por eso hablo con el
cielo…¡Estrellas del universo, ayúdame al momento! ¡Luces de la naturaleza
hacerle que me recuerde y siga en su cabeza! Ilumina mi rostro y mi mente…que
se haga presente la escena de mis besos en su boca y siga latiendo siempre,
siempre…¡Qué daría por volverte a ver! Porque si yo te viera en éste momento,
¡madre mía de mi vida! No sabría si tirarme para ti en forma de pantera
hambrienta o me dejaría querer…y te diría tantas cosas que mejor me callaría,
porque las palabras se tropezarían unas con otras y tan sólo saldrían un
murmullo de soplos mascullando a tropel…Serían como el eco de voces ansiosas
por dejarse mecer entre las caricias de tu piel, y yo como gata celosa
ronronearía a la vez…y te besaría poquito a poco parándome en los recovecos que
sé que te gustan tanto y te miraría a los ojos para ver tus gestos de placer,
porque a mí me gusta, ¿te enteras? ¡Vaya que sí! Pero sobre todo lo que más me
gusta es que tú me mires a mí, te pone a cien…Porque aquí no hay otra historia,
ni tira ni afloja, que aquí lo que impera es que me vuelves loca, y con mis
locuras te anulo todo entero, y eso es lo que te envilece y atrapa los cinco
sentidos de tu mente, y te quedas a la merced de mis caricias y mi boca
maquiavélica…que no deja ni un trocito de tu cuerpo sin recorrerlo…que me lo
como a mordisco y a besos…Hay que ver la capacidad que tiene ésta mujer en la
manera de querer…Y te suelto al oído lo que te gusta oír…y estás asombrado
perdido del atrevimiento de mis insinuaciones tan tentadoras que ya no sabes ni
qué responder, pues tan sólo te dejas hacer…¡Madre mía…eres una loba…! Mi
loba…¡maldita loba que no me dejas que me coma otra oveja con ganas…! No mi
amor, que los lobos están al acecho…Y me pierdo entre las soledades de tu
llamada cuando me susurras…Quisiera emborracharme del manantial de tu cuerpo,
siempre tan lleno de deseo por mí...porque tú me llamas desde tu corazón, sé
que me amas hasta dolerte el no tenerme ahí…y de tus ardientes palabras que aún
me queman en el oído aquellos suspiros de pasión…hasta me estremezco de ardor…y
me duele el pensamiento de quererte y no tenerte…y echo fuego cuando te
recuerdo entregado a la merced de mis abrazos…
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